07 mayo, 2006

Enseñándole a jugar...

Hace un mes o así prometí a una amiga que le enseñaría a jugar a un juego que desde siempre me ha gustado... Al fin, me la llevé a mi casa y entramos en mi cuarto; ella se sentó en la cama muy ilusionada con aprender, y comenzamos la lección:

Ella- ¿Pongo esto aquí encima?
Yo- Sí, ¡Uf, ahora mismo no recuerdo dónde va cada cosa!
Ella- Ah sí, ya, es la falta de práctica...
Yo- ¡Vale!, ¡ya!, lo blanco va a la derecha. Ve sacándolas, yo cogeré lo mío. Mira, esa va ahí, y...

[...poco después...]
Yo- Estas dos tuyas las tienes que poner así, para adelante, ¿vale?...
Ella- ¿Y esta grande?
Yo- Ah, esa en el centro, pero en su color, y la tuya también, en su color.
Ella- Nene, ¿esto cómo se mueve?
Yo- Ah, pues siempre hacia delante, un pasito, pero para comerme tienes que hacerlo en diagonal.
Ella- ¡Qué raro se come eso...!
Yo- Bueno sí, pero cuando lo haces una vez, te acostumbras. También sé hacerlo al paso, pero aún es pronto para enseñarte...

[...poco después...]
Ella- ¡Ésta!, ¿cómo me dijiste?
Yo- Ah, pues la mueves de arriba a abajo, o de abajo a arriba, todo lo que quieras... también de derecha a izquierda...

Más o menos se enteró rápido de cómo iba todo, y aunque era su primera vez, comenzamos a jugar. No quise ser muy duro al principio, y sólo movía mis piezas; ella lo hacía muy bien y la verdad es que estuve casi media hora sin comerle nada...

Ella- ¿No puedes conmigo, eh?
Yo- De momento no te puedo comer, pero ya mismo te voy a meter el alfil por ese hueco y verás...
Yo- Como se entere la gente de que he estado casi una hora contigo en mi habitación sin comerte nada, no sé qué van a pensar...

Al poco rato empezamos a comernos, y ya no paramos...
Tras una hora, teníamos que irnos y lo dejamos. Sólo le llevaba un peón de distancia...
Pilar ya sabía jugar al ajedrez y estaba preparada para todo. Me encantó ser su maestro en su primera vez.

Cuando contamos en clase lo que habíamos estado haciendo, la gente nos miraba raro... ¿por qué sería?



Dedicado a MariCarmen Montoro, mi rival favorita para el ajedrez (aunque seguramente nunca lo leas).

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