08 noviembre, 2007

Tu perfume

Gotas de color que hacen vibrar mi mente, gotas de sabor, de olor, que me hacen recordar toda una vida, que colocan tu imagen justo delante de mis ojos. Partículas de perfume, partículas de agua de colonia, de ese olor que me recuerda toda una época, que transportan tu rostro tan real como lo que mis ojos pueden ver ahora. Trozos de fruta, esencias que fabrican toda una melodía en mi gusto y mi olfato, en la que tú eres la protagonista. Coco, fresa, naranja y otras, plasmadas en tu cuello; en una tarde de besos, una mañana de caricias, una noche de magia. Perfume que viene a mis sentidos sin saber por dónde, sin dejarme descubrirlo, sin permitirme siquiera adivinar si todo no es una simple ilusión creada a través de mi nariz.

Intenté moverme por el lugar buscando la fuente de ese olor que te evocaba tan fuertemente, en vano. Intenté evadirme por un momento de tu presencia tan real, pero en vano. Intenté resolver la ecuación de los recuerdos olfativos, el porqué de que pudiera hasta sentir tu caricia con sólo oler la colonia de alguna compañera sin identificar, pero siempre en vano...

Una vez más, mientras hago mi vida tranquilamente, de repente apareces tú... y me vuelves a remover las entrañas del corazón. Tienes una música que también te recuerda, unos refranes, ciertas frases hechas, ciertos paisajes, y un olor...

Al llegar a la clase siguiente, seguías oliendo... seguía oliendo a ti, pero..., ¿realmente olía así o con un simple recuerdo podía crear esa ilusión olfativa en mí? No sé, olí a varias (sin asemejarse esto al olisquear de un chucho), pero ninguna olía, ninguna sabía como tú. Recuerdo esta situación ¡tantas veces!, me ocurre bastante a menudo: has convertido uno de los olores-sabores que más me gustaban en tuyo, en la reconstrucción que mi mente hace de ti cada vez que ese aroma estimula mi olfato. No parece que pueda evitarlo, así que encadenado quedo a ti, cada vez que esa esencia se suspenda en el aire vendrás a mí, probablemente por siempre...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Son tus perfúmenes mujer, los que me sulibellan...
Creo que me pasó los mismo muchas veces... demasiadas me temo..