26 enero, 2016

Elige es con ge, a pesar de la hamburguesa

Esta vez el elige, que normalmente es un tirón de orejas, le servirá también al negocio como promoción. Se trata de la carta del bar restaurante Peñón de San Francisco, en la Carretera de la Sierra (Granada), veamos el ejemplo:



Aparte del tirón de orejas, no quisiera pasar sin recordar el buen trato, la buena carta y como curiosidad en esta Granada "taperil", sus excelentes y enormes hamburguesas completas por poco más de 4 euros.

De todas formas, tampoco se libran, para el Peñón de San Francisco, Casa Víctor: elegir es con ge.

20 enero, 2016

Versos que hablaban de ti

No sé por qué esta vez tenía que hacerlo
Quizá te debía algo, por tantas cosas
Fue tal día como hoy, cantaba la Amaia

Quizá te debía un post de verdad, con corazón
Un post salido del alma, de lo más profundo
Quizá te lo debía y ni con esto pagarte podría

Serían miles de días que contar y ya paré
La cuenta se quedó perdida en la memoria
Cuenta que ahora son sólo ocho dedos de la mano

Son tantas cosas, que no me caben en el pecho
Son tan pocos dedos en la mano para contar
Son tantos y tengo tan poco tiempo que casi lloro

Sería difícil decirlo todo sin emocionarse
Serían tan fácil dejarse llevar por la emoción
Sería un suspiro inigualable al recordarlo

Tanto que contar y no sé por dónde empezar
Tanto que decir sin que decirlo diga nada
Tanto que nuestro lenguaje no puede expresar

Venga ya, me digo, suéltalo, lo debes ya, paga
No puedes evitarlo, lo necesitas, a qué esperas
Dilo, habla, cuenta, esboza, exhala, grita...

Y no, no puedo más que balbucear
No me permito más que cerrar los ojos
Y pensar en todo lo que nos hemos dado

Sé que nos queda tanto, sé que nos queda tan poco
Milagro es cada día y por eso hay que dar gracias
Sé que lo sabemos, que lo sabes y que lo sé

Por eso hay que vivir cada día
Apretar el momento y mirarle a los ojos
Eres mío, te disfruto, te atesoro, fijo tu recuerdo

Gracias por tanto, y por eso ahora recuerdo
Tantos versos que en mi cabeza fui recitando
Preciosos versos que hablaban de ti

Versos antiguos y versos que ahora me fluyen
Contigo en mi memoria a sólo unos metros
Versos que escribí, que escribo y que escribiré

Podría ahora recitar los versos más rojos
Esta noche, si tuviera un simple boli Bic
Podrían ser azules si viviéramos en Júzcar

Rojos los versos salidos de ese corazón
Corazón que bombea sangre, roja de fuego
Corazón agradecido, pasional, humeante

Podrían ser azules, de sangre noble
Pero no importa el linaje cuando se ama
Podrían ser azules, pero prefiero los rojos

Versos que te dediqué entonces
Versos que te dedico ahora
Versos que no dije y que murieron

Versos que vivirán por siempre
Mientras yo te siga amando, tu no morirás
Dijo aquel, y sé que hablaba de ti

Versos que sellaron un compromiso eterno
Hace exactamente 8 largos y felices años
Y por eso te digo amor, ¡Felicidades por tanto!

15 enero, 2016

Bowie, y todas sus caras, adiós a todos

Es curioso lo que ocurre con David Bowie, pues es un artista relativamente conocido por su nombre, a la misma vez que relativamente desconocido por lo que hacía.

Me explico: lo mismo te encuentras gente joven que ni sabe quién es o cree que fue un friki de esos de los 80, que te encuentras otros que lo veneran enormemente. Lo mismo te crees que hay gente mayor que no debería ni conocerlo, pero a la que curiosamente a pesar de no saber exactamente a qué se dedicaba, le sonaba ese nombre con soniquete y cierta rima "Deivi Bogüi", como si fuera algún personaje de película o incluso un osito de dibujos animados.

Es curioso, pues David Bowie estaba ya ahí antes que muchos otros genios que vinieron después, estaba ahí ya en los 70, y en los 80, forjando una leyenda, ya sea como rockero, como ídolo del glam, como probador de las primeras electrónicas, a veces psicodélico, y otras popero empedernido, como sorprendente blanco que hace soul o como viejo mito de música de calidad. Él seguía ahí cambiando de peinado una y otra vez, camaleónico no sólo en su aspecto sino en su música, sino en su polifacetismo, en sus películas o sus negocios, él seguía ahí mientras desaparecían los Elvis y los Beatles, mientras llegaban a la cumbre los Rolling o los U2, mientras aparecían Michael Jackson y Prince, mientras llegaban incluso los nuevos Red Hot o Coldplay, envejeciendo poco a poco pero mostrándose cada vez más como pura historia de la música moderna.



Como grandes creaciones nos deja la impresionante "Heroes", himno donde los haya de los 70, con su gran trabajo de guitarra, que casi roza los 40 años; aquella "Changes" que se hizo famosa recientemente por un anuncio de la tele, de aquellos que hablan de lo bonito que es vivir; la mágica "Under Pressure" que regaló a Queen y que ambos nos regalaron a todos en los 80; el megaéxito y plurinúmero 1 y clasicazo de los 80 "Let's Dance"; la muy glam y declaración de intenciones "Rebel rebel"; la fabulosa "Ziggy Stardust" hecha por uno de sus 'alter ego' que tanto dio pie a su imagen de personaje extraño y cambiante, a veces andrógino, otras bisexual, pero siempre genial; o la reciente "Lazarus" con la que se despedía ya de la música en 2015, quizá esperando resucitar, quién sabe....

Bowie se murió con 69 años nada más, y casi 30 discos de estudio a cuestas, y quizá es de esos primeros artistas que mueren y que los nacidos en los 80 conocimos de joven (estoy seguro de que recuerdo a Bowie con poco más de 40, joven y lozano, pujante y en la cresta de la ola, cuando era de los más grandes y los más conocidos, cuando estaba en la flor de la vida, cuando era imposible pensar en que algún día lo veríamos viejo, y que se iría para siempre). Es cierto que se lo llevó un cáncer, pero también que tenía una edad y un aspecto que hacía pensar en que tampoco debía quedarle mucho, pues vivió rápido, claro que sí, como muchos artistas, y por eso incluso podríamos hablar de que fue longevo para la profesión que tenía.

En fin, David se fue, como pronto se irán otros grandes como Dylan, McCartney o Clapton como ya se fueron casi todos los héroes del jazz, como otros genios recientes que fueron los Lou Reed o Cocker, y siempre nos quedará su música, que una y otra vez nos estará esperando, para volver a hacernos soñar...

09 enero, 2016

Elige es con ge, también para escépticos

Quizá en este caso me ha llegado un elige de un tipo de web que no esperaba, aunque claro, al ser gente tan escéptica seguramente han pensado que elige debería no ser con ge por decreto, sino que hay que replantearse todo ello, no sea que al final nos estemos equivocando todos y sea con jota. Argumentos falaces habría muchos para rebatirlo. Veámoslo:



En cualquier caso y sin dejar de recomendaros este tipo de webs, al César lo que es del César, y al escéptico lo que es del escéptico, y por supuesto al elige, con ge...

04 enero, 2016

Típico balance del año acabado (año 10)

Sí, señores y señoras, compañeros y compañeras, esta es la décima vez que hago balance del año acabado, y más que hacer un balance de este año, me gustaría echar un vistazo a los balances de la década, sacando lo más curioso.

En cuanto a este año, fue un año de cambios, de cambio de estado, de gastos y de pocos ingresos, de acontecimientos varios, de novedades, de algunas alegrías y también de alguna que otra pena, año impar víspera de bisiesto. ¡Seguimos vivos chicos, que a estas alturas es lo importante!

El primer año fue un año muy de personas, de personas que llegaron y se fueron, de personas que se quedaron, que hoy aún siguen diez años después. El segundo año lo superó, más de personas aún, distintas de las anteriores y otras iguales y entre ellas Montse, que marco 2015 como ninguna. El tercero continuó por la senda, pero tuvo cambios académicos, incluyendo un dolor y pruebas deportivas que en 2015 repetí, es curioso pero al final la vida suele darnos segundas oportunidades de probar sus placeres, y sus malos ratos también...

El cuarto año acabó con la década de los 00, y de camino se llevó a una gran persona, que significó la segunda gran pérdida de mi madurez. Luego también existen alegrías, como esa comunión de mi primer sobrino o esos dos "kilos" que cogí ese año, que ahora mismo mantengo más o menos exactos. El quinto vino parecido, con trabajo nuevo, con otra gran pérdida del maldito bicho de la guadaña y con la madura sensación de que hay que aprovechar cada momento porque esto a veces se acaba... Nada de deporte y buena alimentación. El sexto año fue el año en el que pulsé el botón rojo para quedarme ahí para siempre, pero nadie me hizo caso... Quizá algún día haga un post que se titule: 2011, el año en el que quisiera haberme quedado para siempre... año de transición claro, entre mi pasado y el resto de mi vida, un antes y un después, aún en la veintena. Sí, al año siguiente, y como venía barruntando, me di cuenta de todo: al final se cierra el telón y todo el teatro aplaude mientras los actores nos vamos a nuestra casa a seguir con nuestra feliz existencia, así es la vida... Y mientras lo disfrutaba viajé más que otras veces, que a veces en eso consiste esta representación, en disfrutar...

Luego vino el octavo año, que como todos sabéis fue una mierda, y después el noveno, que yo mismo titulé como de transición, ya que me esperaban muchos cambios, en este vida mía al oeste del río "2011" en el que quizá en otra dimensión un otro Ervija Rico esté viviendo para siempre, quién lo sabe, quién lo sabrá...

Y finalmente el décimo, 2015 que ya terminó y en el que todo fue más o menos sobre ruedas, que era lo importante, y sí, ahora una vez pasado lo pasado sí que no pulsaría el botón, porque estoy impaciente por ver lo que el futuro me depara, eso sí, que llegue despacio, que pase todo suave, plácidamente, para que lo disfrutemos bocadito a bocadito todos, yo y todos vosotros.

¡A todos y todas, que tengáis un gran 2016!