24 junio, 2016

Brexit, saliendo de la Unión Europea

Si alguien nos dice en 1993 (cuando entró en vigor el tratado de la Unión Europea) nos hubiera dicho que un cuarto de siglo después alguna de esas naciones firmantes estaría dando pasos para salirse de "Europa" lo habríamos tildado de loco...  Hoy, casi 23 años después los británicos han votado "Yes" a la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea. ¡Ojo, no al Euro siquiera, como se han empeñado en hacer muchos países!, claudicando finalmente ante los sucesivos referendum infinitos, sino que si todo va por este camino, los ciudadanos de Londres no serán muy distintos para nosotros a los de Bielorrusia... queda raro, extraño, inconcebible pero es así.

No voy a analizar ahora por qué los británicos han querido abandonar la Unión, quizá es cierto que la mayoría de votantes de mayor edad han dicho "Sí" convencidos por sus propios representantes, convencidos por el miedo a la inmigración, por el miedo conservador al cambio, y han hecho inútil el esfuerzo de los jóvenes, que han dicho "No" a la salida, y sí a la europa multicultural y país de países que se había creado; pero realmente lo importante es el hecho de que uno de los 3 países más grandes y con una economía mejor ha cogido la puerta de salida.



Es verdad que ya no quisieron entrar en el Euro en su momento, por ese chovinismo británico del que se cree lo mejor del mundo, los inventores de todo, la cuna de la democracia actual, el mayor imperio, el salvador de Europa (en las Guerras Mundiales), incluso el inventor del circo actual (el football) que mueve el mundo; pero hoy en día decir no a la Unión Europea es casi decir no a formar parte de este continente, del Viejo Continente, con todo lo que eso conlleva.

También es verdad, por tercera vez diciendo la verdad, que ni Suiza ni Noruega han consentido entrar en la Unión Europea (los primeros claramente porque se benefician de su posición estratégica, en mitad de todo y fuera de la Unión), pero siempre hemos dicho que "Europa" (refiriéndonos a la construcción de la Europa unida) no tenía marcha atrás, o lo hemos pensado, y no: tiene marcha atrás, y los británicos nos han enseñado cómo hacerlo...

El golpe a la línea de flotación del mundo actual es tremendo, o al menos de nuestro mundo actual (mientras China, la India o EEUU se frotan las manos), porque lo que parecía ser el comienzo de una gran nación que pudiera competir, ahora de golpe ha perdido un brazo... aunque fuera el que conduce por la izquierda y se empecina en medir en millas.  Mientras, decenas de países siguen pidiendo su ingreso, con las exrepúblicas yugoslavas y Turquía a la cabeza, pero también comenzando a pedirlo los países del norte de África y Oriente Medio, claro que sí...

Una cosa sí es lógica: ¿qué ventaja tiene estar en un club del que todo el mundo forma parte? Pues mirándolo así, y teniendo en cuenta lo raros que somos, seguramente a los británicos les haya parecido bien salirse para seguir siendo singulares, quién sabe, para no aparecer pintados del mismo color en los mapas, y mientras "Europa" se llena de marroquíes, subsaharianos, sirios y demás inmigrantes que no quieren ni ver. Eso sí, un club en el que todos comparten la moneda y unos ciertos valores, me parece algo a preservar, así que no nos lo carguemos de antemano por una pérdida como esta, veremos la evolución...



No sé lo que pasará, nadie lo sabe. De momento nos quedamos con las anécdotas, con que los españoles que trabajan en Gibraltar ahora cobran menos, con que los ingleses ya ocupan plaza de extranjero en las ligas europeas, que los Erasmus ya no podrán ir a Escocia, que el inglés dejaría de ser lengua oficial de la UE o que los turistas ya no tendrán sanidad grauita aquí, pero todo puede ir mucho más allá: quizá Irlanda del Norte acabe uniéndose a Eire, o Escocia independizándose, ambas para poder permanecer en la Unión, para hacer un "Bremain", pero a la misma vez Europa se ha debilitado, y España es un poquito más pobre, y a la misma vez avanza una posición en la lista de "países más ricos de Europa", lo que quiere decir que habrá que contribuir más con los pobres... y eso no trae más que crisis y miseria.

¿Mi receta? Está muy clara: El referéndum infinito.  Como se ha hecho tantas veces para la entrada de países en la Unión Europea o en el Euro, si el referéndum sale NO, se repite tantas veces como sea necesario, y sólo deja de repetirse curiosamente cuando sale SÍ.

¡Si es que la gente no sabe lo que vota o no están atentos, entonces hay que repetir las elecciones hasta que presten atención a lo que queremos que voten, dónde va a parar!

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