20 noviembre, 2018

Los cuescos

No, aunque en el resto del mundo los 'cuescos' sean algo escatológico, en Porcuna (Jaén) no tenemos esa acepción, sino que un cuesco es un 'coscorrón' o cualquier golpe recibido en la cabeza, ya sea dado contra algún objeto, pared, etc, o propinado por otra persona.

Otra de las posibles acepciones de cuesco es la que hoy traigo a colación, que sería algo similar a los 'maculos' (castigo recibido al perder en un juego), y que en este caso nos remite a los cuescos dados cuando alguien pierde jugando a las cartas en ciertos juegos, como por ejemplo 'la mona'.



Se trata de que el 'castigado' decía una carta cualquiera de la baraja, y se iban levantando una a una cartas del montón hasta que se llegara a la carta elegida. Cada carta, según su número, llevaba asociado un castigo. Otra opción es que cada uno de los rivales escoja una o dos cartas, y de ahí los castigos (en negrita los que recuerdo bien, el resto no recuerdo seguro cómo los hacíamos, pero rescato el castigo de otros lados):

-Uno, pincho moruno (pinchar con el dedo en el dorso de la mano, o pinchar en el costado).
-El pantalón (manotada en el culo)
-Tres, Perico, Juanico y Andrés (tres golpes -en otros lados dicen "del derecho y del revés", que sería un tortazo y su revés)
-Cuatro, sopapo (este no recuerdo cómo se decía en Porcuna)
-Cinco, repellizco (pellizco con torsión sobre el dorso de la mano).
-Seis, mansiiiico (se le acaricia la mano por encima con suavidad).
-Siete, cachete (tortazo o manotada en el culo).
-Ocho, Pinocho (tirón de la nariz).
-Nueve, remueve (agarrar la cabeza con ambas manos y sacudirla un poco).
-Sota, bendita, pegando peos con una guita... (se pega un golpe al decir cada palabra, aunque no recuerdo bien cómo seguía -en otras casas sigue: "... si tienes piojos quién te los quita, La chacha Benita")
-Caballo trotón, una y dos (dos manotada en el dorso de la mano)
-Estando el Rey en la montaña con su escopeta de caña... (igualmente se pega un golpe con cada palabra, aunque no recuerdo cómo seguía -en otras casas sigue: "... llegó un caballero, le apagó el candil, candil candil me tienes que pagar el 42")

Esto va en recuerdo de nuestras buenas tardes en la Cabra Mocha al calor del chisco allá por los últimos años 80 y primeros 90, ahora que ya no puedo jugar con ninguno de vosotros...

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