Ojo, me refiero a lo que eran los memes antes de convertirse en esas fotos con texto que se manda la gente por whatsapp.
El de hoy y que me ha parecido curioso como práctica musical a llevar a cabo, te plantea 30 frases para que cada día de un mes (yo lo haré todo de golpe) pongas una canción que te evoque alguna cosa. Simplemente y sin más dilación, ahí van (va a ser muy ochentero, advierto):
1. A song you like with a color in the title
Black or white (Michael Jackson).
2. A song you like with a number in the title
Four seasons in one day (Crowded House)
3. A song that reminds you of summertime
La barbacoa
(Georgie Dann)
4. A song that reminds you of someone you would rather forget about
Why do all good things come to and end (Nelly Furtado)
5. A song that needs to be played LOUD
Zombie (The Cranberries)
6. A song that makes you want to dance
Follow the leader (SBS, creo)
7. A song to drive to
My favourite game (The Cardigans)
8. A song about drugs or alcohol
Cannabis (Ska-p)
9. A song that makes you happy
Shiny happy people (REM)
10.A song that makes you sad
Trouble (Coldplay)
11. A song that you never get tired of
Walk of life (Dire Straits)
12. A song from your preteen years
Scatman's life (John Scatman, creo)
13. One of your favorite 80’s songs
With or without you
(U2)
14. A song that you would love played at your wedding
20 de abril (Celtas Cortos), pero llevaba 15 años y 2 semanas de retraso
15. A song that is a cover by another artist
Llamando a la tierra (M-Clan, cover de Serenade from the stars, de la Steve Miller Band)
16. One of your favorite classical songs
Sinfonía de la máquina de escribir (Leroy Anderson, siglo XX)
17. A song that you would sing a duet with on karaoke
Fotografía (Juanes)
18. A song from the year that you were born
Every breath you take (The Police)
19. A song that makes you think about life
Show must go on
(Queen)
20. A song that has many meanings to you
Mad about you (Hooverphonic)
21. A favourite song with a person’s name in the title
Layla (Eric Clapton)
22. A song that moves you forward
Eye of the tiger (Survivor)
23. A song that you think everybody should listen to
Cambiando el mundo (Nash)
24. A song by a band you wish were still together
Entre dos tierras
(Héroes del Silencio)
25. A song by an artist no longer living
What a wonderful world (Louis Armstrong)
26. A song that makes you want to fall in love
Everything I do (Bryan Adams)
27. A song that breaks your heart
My inmortal (Evanescence)
28. A song by an artist with a voice that you love
Eternal flame (Bangles)
29. A song that you remember from your childhood
Logical song (Supertramp)
30. A song that reminds you of yourself
Don't look back in anger (Oasis)
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30 noviembre, 2016
25 noviembre, 2016
Elige es con ge, también en museos del aceite
Esta vez la nueva adquisición nos llega desde el Museo del Aceite del Monasterio de Veruela (cerca de Vera de Moncayo, en Zaragoza).
No seré irónico ni sarcástico con ellos porque un error lo tiene cualquiera, y porque el museo estaba bastante bien, sobre todo el Museo del Vino que también había en el lugar (permitía oler, tocar, etc...). En este caso encontramos el error en una pantalla interactiva sobre el Aceite:
En cualquier caso, y pese a que compartamos esas raíces aceiteras, también para los de Aceites Sierra del Moncayo: elige es con ge.
No seré irónico ni sarcástico con ellos porque un error lo tiene cualquiera, y porque el museo estaba bastante bien, sobre todo el Museo del Vino que también había en el lugar (permitía oler, tocar, etc...). En este caso encontramos el error en una pantalla interactiva sobre el Aceite:

En cualquier caso, y pese a que compartamos esas raíces aceiteras, también para los de Aceites Sierra del Moncayo: elige es con ge.
17 noviembre, 2016
La red social de lo que no publicamos
Pensaba 2 minutos antes de empezar a escribir este post sobre qué pasaría si las personas no publicásemos en redes sociales las fotos en las que salimos perfectos, nuestros maravillosos viajes con sus entrañables anécdotas, los retratos de familia feliz sin problemas, los selfies que parecen retocados por Miguel Ángel Buonarrotti y encuadrados por el mismísimo Javier Aguirresarobe, sopesados y extra-cavilados discursos políticos que ni Churchill, o ingeniosos y ocurrentes aforismos que harían palidecer a Groucho Marx, Oscar Wilde y Woody Allen, todos verdes de envidia por nuestra elocuencia y virtuosismo lingüístico.
Qué pasaría si en vez de eso, publicáramos realmente lo que nos pasa por la cabeza en el momento, publicásemos justo lo que acabamos de hacer, justo lo que hemos estado haciendo las otras 23 horas y media aburridas del día, nuestras malas experiencias en viajes, nuestras fotos con gesto extraño, nuestros selfies con cara de pachón, nuestras frases sin sentido o nuestros pensamientos reprobables, qué.
Imaginando por un momento me imagino tantos de tantos y tantas y me entra la risa. Ojalá existiese una red social así, una red social en la que nosotros creemos que estamos publicando algo maravilloso y especial, y en la que luego a nuestros amigos se les muestra la realidad, no esa impostada y ficticia artificialidad, sino la realidad más pura y desnuda, nuestro propio yo, lo que hay detrás de toda esa fingida mueca, de esa ocurrencia copiada de a saber dónde, de esa publicación que todos querrían haber hecho.
Imagino a la selfie-adicta de morritos juntos que se cree la Naomi Campbell, que ha publicado 5 fotos casi iguales y cuyos palmeros aplauden a rabiar y la inunda de 'me gusta'. Imagino cómo se ha hecho 20 fotos hasta escoger las mejores, imagino cómo ha borrado incluso 5 en las que salía espantosa, fea como en realidad es, e imagino que esas sean las que realmente vean sus seguidores...
Imagino al futbolista objeto, anunciante de ropa interior, hiper-retocado por especialistas en maquillaje, con los nuevos boxer blancoinmaculados. Imagino que el sudor provocado por los focos manchó los calzoncillos y hubo de cambiárselos. Imagino cómo la foto en la que se veían amarillos y manchados fue tirada a la basura, y cómo tras publicar la buena, todos sus seguidores verían cómo parecía haberse orinado en ellos...
Imagino a la chica fitness que acaba de ser polifotografiada por su novio, y que ha escogido entre 30 la mejor todo para publicar en Instagram. Imagino que hemos cogido la peor de las 29, esa en la que parece desmejorada, desfigurada, desmaquillada, y en la que ni la más acomplejada de sus seguidoras querría parecerse a ella. Imagino cómo ufana publicaba la foto bonita, y como todas veían sólo la horrorosa...
Imagino al que acaba de escribir la frase política ingeniosa del día, a todos los que le comentan, le aplauden y le 'megustan'. Imagino que ha estado casi 10 minutos pensando y retocando lo que iba a decir, incluso tras copiarlo de otro... Imagino que habrá pensado cosas sin sentido, sin valor, sin gracia... Imagino que él piensa que ha publicado algo digno de un genio, pero por desgracia sus seguidores sólo verán ese balbuceo mental...
Imagino a la que publica la foto de la familia feliz, todos con vestido precioso de los domingos, las niñas con lacitos, el niño de primera comunión, todos sonrientes, impolutos, tocados por una luz divina, casi celestial, perfecta incidencia de los rayos solares dorando su nacarada piel. Imagino minutos antes, mientras desayunaban, con el niño de chocolate hasta arriba, la madre despeinada, el padre con barba de 5 días, una niña con carreras en la media y llorando a lágrima tendida. Imagino que ellos publican eso que fue un suspiro del día, de sus vidas, pues luego todo volvió al caos. Imagino cómo sus seguidores lo que reciben es un vídeo del caos, el "cómo se hizo".
Imagino a la que sale siempre con su perrito limpito y comidito, la imagino mientras publica esa maravilla que le ha llevado 1 hora conseguir. Imagino cómo sus amigos ven a su perro sucio y ladrando cabreado por la sesión de manicura a la que lo ha sometido.
Imagino de camino al adulador hipócrita que a todos ellos les comenta enjabonándolos, imagino que a él también se le volvieran del revés las publicaciones, y que de verdad pusiera lo que pensó, aunque sería curioso un "estás divina, qué guapa" ante una foto muy desfavorecedora, no, eso me hace más gracia, así que a los aduladores los mantendría, que sería gracioso ver el contraste.
En fin, imaginando imagino que imaginaréis que es difícil imaginarse la red social imaginaria que he imaginado antes de imaginar este artículo. Sí, sería harto difícil imaginarla, imagínense un mundo así... un mundo donde la imagen y los imaginativos imagineros no imaginan estar tan lejos los unos de los otros, donde justo lo que uno piensa y plasma es lo contrario de lo que los otros ven, donde la hipocresía sería inútil, donde todos seríamos más transparentes, donde nuestro postureo sería penalizado al máximo, donde no existirían esos pelotas mayúsculos que pueblan las listas de seguidores y "amigos redsocialeros".
Sí, quizá ya exista, o quizá aún no, pero creo que sería bastante sano, al menos por un día, que existiese esta red social, la red social de lo que no publicamos...

Qué pasaría si en vez de eso, publicáramos realmente lo que nos pasa por la cabeza en el momento, publicásemos justo lo que acabamos de hacer, justo lo que hemos estado haciendo las otras 23 horas y media aburridas del día, nuestras malas experiencias en viajes, nuestras fotos con gesto extraño, nuestros selfies con cara de pachón, nuestras frases sin sentido o nuestros pensamientos reprobables, qué.
Imaginando por un momento me imagino tantos de tantos y tantas y me entra la risa. Ojalá existiese una red social así, una red social en la que nosotros creemos que estamos publicando algo maravilloso y especial, y en la que luego a nuestros amigos se les muestra la realidad, no esa impostada y ficticia artificialidad, sino la realidad más pura y desnuda, nuestro propio yo, lo que hay detrás de toda esa fingida mueca, de esa ocurrencia copiada de a saber dónde, de esa publicación que todos querrían haber hecho.

Imagino a la selfie-adicta de morritos juntos que se cree la Naomi Campbell, que ha publicado 5 fotos casi iguales y cuyos palmeros aplauden a rabiar y la inunda de 'me gusta'. Imagino cómo se ha hecho 20 fotos hasta escoger las mejores, imagino cómo ha borrado incluso 5 en las que salía espantosa, fea como en realidad es, e imagino que esas sean las que realmente vean sus seguidores...
Imagino al futbolista objeto, anunciante de ropa interior, hiper-retocado por especialistas en maquillaje, con los nuevos boxer blancoinmaculados. Imagino que el sudor provocado por los focos manchó los calzoncillos y hubo de cambiárselos. Imagino cómo la foto en la que se veían amarillos y manchados fue tirada a la basura, y cómo tras publicar la buena, todos sus seguidores verían cómo parecía haberse orinado en ellos...

Imagino a la chica fitness que acaba de ser polifotografiada por su novio, y que ha escogido entre 30 la mejor todo para publicar en Instagram. Imagino que hemos cogido la peor de las 29, esa en la que parece desmejorada, desfigurada, desmaquillada, y en la que ni la más acomplejada de sus seguidoras querría parecerse a ella. Imagino cómo ufana publicaba la foto bonita, y como todas veían sólo la horrorosa...
Imagino al que acaba de escribir la frase política ingeniosa del día, a todos los que le comentan, le aplauden y le 'megustan'. Imagino que ha estado casi 10 minutos pensando y retocando lo que iba a decir, incluso tras copiarlo de otro... Imagino que habrá pensado cosas sin sentido, sin valor, sin gracia... Imagino que él piensa que ha publicado algo digno de un genio, pero por desgracia sus seguidores sólo verán ese balbuceo mental...
Imagino a la que publica la foto de la familia feliz, todos con vestido precioso de los domingos, las niñas con lacitos, el niño de primera comunión, todos sonrientes, impolutos, tocados por una luz divina, casi celestial, perfecta incidencia de los rayos solares dorando su nacarada piel. Imagino minutos antes, mientras desayunaban, con el niño de chocolate hasta arriba, la madre despeinada, el padre con barba de 5 días, una niña con carreras en la media y llorando a lágrima tendida. Imagino que ellos publican eso que fue un suspiro del día, de sus vidas, pues luego todo volvió al caos. Imagino cómo sus seguidores lo que reciben es un vídeo del caos, el "cómo se hizo".
Imagino a la que sale siempre con su perrito limpito y comidito, la imagino mientras publica esa maravilla que le ha llevado 1 hora conseguir. Imagino cómo sus amigos ven a su perro sucio y ladrando cabreado por la sesión de manicura a la que lo ha sometido.

Imagino de camino al adulador hipócrita que a todos ellos les comenta enjabonándolos, imagino que a él también se le volvieran del revés las publicaciones, y que de verdad pusiera lo que pensó, aunque sería curioso un "estás divina, qué guapa" ante una foto muy desfavorecedora, no, eso me hace más gracia, así que a los aduladores los mantendría, que sería gracioso ver el contraste.
En fin, imaginando imagino que imaginaréis que es difícil imaginarse la red social imaginaria que he imaginado antes de imaginar este artículo. Sí, sería harto difícil imaginarla, imagínense un mundo así... un mundo donde la imagen y los imaginativos imagineros no imaginan estar tan lejos los unos de los otros, donde justo lo que uno piensa y plasma es lo contrario de lo que los otros ven, donde la hipocresía sería inútil, donde todos seríamos más transparentes, donde nuestro postureo sería penalizado al máximo, donde no existirían esos pelotas mayúsculos que pueblan las listas de seguidores y "amigos redsocialeros".
Sí, quizá ya exista, o quizá aún no, pero creo que sería bastante sano, al menos por un día, que existiese esta red social, la red social de lo que no publicamos...
11 noviembre, 2016
Postales de una boda (4) -Vocabulario Granada
Y después de las palabras propias de Porcuna, les toca el turno a las de Granada, ciudad que también conserva en sus clases más populares sus antiguas palabras y chascarrillos, a pesar del gran número de extranjeros y de personas de otros lugares de España que la pueblan:















05 noviembre, 2016
Halloween se nos va de las manos
Que la frase "les das un dedo y se comen todo el brazo" tiene bastante de verdad, no voy yo ahora a descubrírselo a nadie. Cierto es que el ser humano es ávido por naturaleza, ansioso de más, incapaz de conformarse con poco, y que ante la mínima cesión acaba por querer más y más y más (véanse los gobiernos independentistas de comunidades autónomas españolas, por poner como muestra un botón).
Este parece ser el caso de la fiesta de Halloween, que no vamos a volver a debatir en este artículo sobre su necesidad o no, sobre la lógica de que una fiesta que sólo conocemos gracias a las películas y series globalizadoras americanas haya llegado con tantar fuerza a España, de forma que ya ha sustituido casi completamente a lo que se celebraba en nuestro país por estas fechas (día de Todos los Santos y Día de los difuntos), pese a que, reconozcámoslo, apenas es que se celebrara nada, más que rezar, ir a los cementerios a llevar flores, poner alguna vela por las noches y comer algún dulce típico, por lo que un poco de fiesta tampoco viene mal y es casi lógico que la gente acabe abrazando esta nueva festividad como si no hubiera un mañana.
No señores y señoras, Halloween, fiesta con origen moderno radicado en Irlanda y luego importada por los Estados Unidos, grandes importadores de todo lo habido y por haber (es lo que tiene existir hace sólo 300 años y haber genocidado de manera brutal a los que en esa tierra vivían), ha venido para quedarse, para sustituir nuestra propia tradición, para que la gente comience a pensar que el 31 de octubre es el día de los difuntos, pese a que realmente es el 2 (preguntad por la calle a gente menor de 35 a ver quién sabe qué día es el de los difuntos y veréis que ya no es el 2 de noviembre... pero para nada...). No, Halloween no es negociable, vosotros mismos habéis caído en la trampa y habéis disfrazado a vuestros hijos de fantoche o de fantasma, lo que sea... y ahora habéis creado una tradición, un monstruo hallowinesco...
¡Truco o trato!, y si no, te lanzamos huevos a la ventana o te pintamos el portero automático de rojo, o quién sabe qué... Esto se está desmadrando...
Esta semana, cuando llegó Halloween, a eso de las 5-6 de la tarde comenzaron a sonar explosiones en la calle, niños y adolescentes gritando, petardos, etc... Luego llegaron los golpes en mi edificio, perpetrados por una turba de púberes e impúberes enloquecidos al grito de truco o trato y de caramelos o te llenamos de pintura y huevo la puerta, después los golpes en la misma puerta, las llamadas al timbre de abajo y al de arriba, los lanzamientos de objetos y piedras... auténticamente peor que una guerra... Si mirabas por la ventana, igual: por la calle encapuchados con pasamontañas gritando y haciendo actos vandálicos, eso sí, todos menores de edad, claro... Sí, es Halloween y los niños se creen con derecho a todo, porque lo han visto en las películas...
Minutos después de la batalla, todo el patio y la calle parecían el día después de una romería, envoltorios tirados por el suelo, huevos estrellados, pintura por las paredes y en algunas placas, piruletas machacadas, serpentina, confeti y quién sabe qué potingues más, todos lanzados por las hordas de inconscientes adolescentes y sus acólitos de un dígito de edad. Sí, Halloween se nos ha ido de las manos, ellos creen que el día de Halloween todo vale, que hay total impunidad, y no debería ser así.
Leía también estos días algunas noticias sobre el tema (ejemplo de Granada), lo que me reafirma en que no fue sólo mi sensación, sino que poco a poco se ha instalado en nuestros jóvenes que ese día ellos son la ley, y no, no puede ser. Cornudos y apaleados: los padres y madres treinta-cuarentañeros-permisivo-traumatizados no sólo se han conformado con inculcar esta fiesta extranjera a sus hijos (la mayoría sin saber siquiera si la fiesta era española o no, incultura a tutiplén y a ultranza), sino que ahora encima permiten que sus hijos se conviertan en Billy el niño y los 40 ladrones a su antojo y como decía antes, con impunidad total... Mal, algo va muy mal... pero claro, no les vas a regañar a los niños, que pueden traumatizarse de por vida a pesar de tener 3 novias y sacarle 2 cabezas a sus padres. Para algunas cosas no son pequeños...
Sé que suena a cascarrabias, y es lo que pretendo, pero alguien tiene que pararles los pies a esos niños, y a esos padres, antes de que el juez Calatayud se los encuentre y ya sea demasiado tarde (al menos les obligaría a limpiar la mierda que han dejado).
En fin, es un día concreto en el que los vándalos aprovechan para su esparcimiento obligatorio, ya que si no explotarían. Halloween es una excusa, lo sé, como lo son los partidos de fútbol o las manifestaciones antisistema, pero por eso hay que pararles los pies, y pronto... No es de recibo encontrarse a la mañana siguiente un huevo estrellado en tu puerta, seguramente por un niñato de 15 años que luego te saluda cuando entras por el portal, sin saber siquiera que estuviste limpiando lo que él horas antes dejó.
No, si eso es la libertad, si eso deja tan pequeño al libertinaje, mejor vengan leyes restrictivas, porque nosotros los españolitos no estamos preparados para vivir en una sociedad libre y por eso nos merecemos el gobierno que nos merecemos...
Este parece ser el caso de la fiesta de Halloween, que no vamos a volver a debatir en este artículo sobre su necesidad o no, sobre la lógica de que una fiesta que sólo conocemos gracias a las películas y series globalizadoras americanas haya llegado con tantar fuerza a España, de forma que ya ha sustituido casi completamente a lo que se celebraba en nuestro país por estas fechas (día de Todos los Santos y Día de los difuntos), pese a que, reconozcámoslo, apenas es que se celebrara nada, más que rezar, ir a los cementerios a llevar flores, poner alguna vela por las noches y comer algún dulce típico, por lo que un poco de fiesta tampoco viene mal y es casi lógico que la gente acabe abrazando esta nueva festividad como si no hubiera un mañana.

No señores y señoras, Halloween, fiesta con origen moderno radicado en Irlanda y luego importada por los Estados Unidos, grandes importadores de todo lo habido y por haber (es lo que tiene existir hace sólo 300 años y haber genocidado de manera brutal a los que en esa tierra vivían), ha venido para quedarse, para sustituir nuestra propia tradición, para que la gente comience a pensar que el 31 de octubre es el día de los difuntos, pese a que realmente es el 2 (preguntad por la calle a gente menor de 35 a ver quién sabe qué día es el de los difuntos y veréis que ya no es el 2 de noviembre... pero para nada...). No, Halloween no es negociable, vosotros mismos habéis caído en la trampa y habéis disfrazado a vuestros hijos de fantoche o de fantasma, lo que sea... y ahora habéis creado una tradición, un monstruo hallowinesco...
¡Truco o trato!, y si no, te lanzamos huevos a la ventana o te pintamos el portero automático de rojo, o quién sabe qué... Esto se está desmadrando...
Esta semana, cuando llegó Halloween, a eso de las 5-6 de la tarde comenzaron a sonar explosiones en la calle, niños y adolescentes gritando, petardos, etc... Luego llegaron los golpes en mi edificio, perpetrados por una turba de púberes e impúberes enloquecidos al grito de truco o trato y de caramelos o te llenamos de pintura y huevo la puerta, después los golpes en la misma puerta, las llamadas al timbre de abajo y al de arriba, los lanzamientos de objetos y piedras... auténticamente peor que una guerra... Si mirabas por la ventana, igual: por la calle encapuchados con pasamontañas gritando y haciendo actos vandálicos, eso sí, todos menores de edad, claro... Sí, es Halloween y los niños se creen con derecho a todo, porque lo han visto en las películas...
Minutos después de la batalla, todo el patio y la calle parecían el día después de una romería, envoltorios tirados por el suelo, huevos estrellados, pintura por las paredes y en algunas placas, piruletas machacadas, serpentina, confeti y quién sabe qué potingues más, todos lanzados por las hordas de inconscientes adolescentes y sus acólitos de un dígito de edad. Sí, Halloween se nos ha ido de las manos, ellos creen que el día de Halloween todo vale, que hay total impunidad, y no debería ser así.

Leía también estos días algunas noticias sobre el tema (ejemplo de Granada), lo que me reafirma en que no fue sólo mi sensación, sino que poco a poco se ha instalado en nuestros jóvenes que ese día ellos son la ley, y no, no puede ser. Cornudos y apaleados: los padres y madres treinta-cuarentañeros-permisivo-traumatizados no sólo se han conformado con inculcar esta fiesta extranjera a sus hijos (la mayoría sin saber siquiera si la fiesta era española o no, incultura a tutiplén y a ultranza), sino que ahora encima permiten que sus hijos se conviertan en Billy el niño y los 40 ladrones a su antojo y como decía antes, con impunidad total... Mal, algo va muy mal... pero claro, no les vas a regañar a los niños, que pueden traumatizarse de por vida a pesar de tener 3 novias y sacarle 2 cabezas a sus padres. Para algunas cosas no son pequeños...
Sé que suena a cascarrabias, y es lo que pretendo, pero alguien tiene que pararles los pies a esos niños, y a esos padres, antes de que el juez Calatayud se los encuentre y ya sea demasiado tarde (al menos les obligaría a limpiar la mierda que han dejado).
En fin, es un día concreto en el que los vándalos aprovechan para su esparcimiento obligatorio, ya que si no explotarían. Halloween es una excusa, lo sé, como lo son los partidos de fútbol o las manifestaciones antisistema, pero por eso hay que pararles los pies, y pronto... No es de recibo encontrarse a la mañana siguiente un huevo estrellado en tu puerta, seguramente por un niñato de 15 años que luego te saluda cuando entras por el portal, sin saber siquiera que estuviste limpiando lo que él horas antes dejó.
No, si eso es la libertad, si eso deja tan pequeño al libertinaje, mejor vengan leyes restrictivas, porque nosotros los españolitos no estamos preparados para vivir en una sociedad libre y por eso nos merecemos el gobierno que nos merecemos...