Ay, dioses que prometen la misma tierra a distinta gente, dioses que son el mismo...

Mirando, mirando, veo cómo los israelitas han estado siempre bajo persecución, cómo han sido los mejores comerciantes, los mejores tratantes que han conseguido la prosperidad para sus familias, negocios, pueblos y ciudades, siendo pagados con la moneda del desprecio antisemita. Israelíes siempre en diáspora, siempre repartidos por el mundo y siempre cumpliendo los mismos estereotipos. Israelíes que podrían tener ya su estado propio en paz, pero lo que no puede ser, es imposible...
Mientras, mirando como los terroristas de Hamás se obcecan en atacar a Israel, mientras viendo cómo los terroristas del gobierno de Israel y todos los secuaces gobernantes mundiales, incluyendo España, claro... esos terroristas matan y diezman a la población palestina, y les bloquean el acceso a los más elementales servicios. Mientras Hamás los pone como escudos humanos que no amedrentan a Israel, que tiene muy claro lo del Ojo por Ojo y Diente por Diente, aunque en este caso sea Ojo por 10 Ojos y Diente por Dentadura completa... cuestión de cálculo, cuestión de escala, cuestión de medida.
¿Y tú, con quién vas? ¿Con los terroristas que lanzan misiles a una Israel que tiene un perfecto escudo antimisiles, o con los terroristas del gobierno de Israel, que a cambio de esos misiles están matando palestinos a miles?
Yo no tengo ni idea de con quién voy, yo voy con la paz, pero aquí hay un conflicto que resolver, conflicto eterno durante el tiempo, durante siglos y milenios.
Una posible y casi única solución es partir Israel en 2, un trozo más grande para Israel y otro para Palestina, partirla en 2 justo por Jerusalén, para que cada uno tuviese una parte, quién sabe... A los Palestinos les daría igual estar en Gaza o no, pero tendrían su parte de Jerusalén, y ya está, chicos, a otra cosa.

No sé con quién vas tú, ni con quién va él, ni ella, ni ellos... ése es quizá el mayor problema, sólo sé que las bombas siguen cayendo, y eso, ni tú, ni yo, ni nosotros, podremos perdonárnoslo.
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