Cuando se muere una persona, siempre se suele reparar en lo bueno que tuvo, en lo interesante que aportó al mundo, aunque luego se tratase de una mala persona, o un asesino. En este caso, la persona que se nos ha ido, tiene algo que es muy difícil de encontrar: fue el mejor en algo.

Sus textos contenían grandes dosis de humor inteligente, reparando siempre en la parte cómica de la cruda realidad diaria de los seres humanos. Retrató fielmente esas tragedias de la vida en la época franquista (y también post-franquista), pero desde un punto de vista que no se parece al de ningún otro. Cuando he leído alguna entrevista, siempre me ha dado la sensación de que era un hombre que sabía mucho de esto, muy preparado, muy culto, con las ideas muy claras, pero que sin embargo resultaba bastante modesto. Dijo cosas como que: "Escribo guiones porque me resulta más fácil que escribir novelas".
Azcona se nos fue con 81 años, es una pena que tipos como este no duren unos 20 años más, porque a saber cuántas grandes obras más nos habría dejado. Una pena, porque era el mejor.
Muy cierto, si existe un modelo de guionista Azcona es de los que lo definirían. Recuerdo haber visto una entrevista que le hicieron en "Versión española" que acompañaba a la película "El verdugo", en la que hacía ver que a pesar de que todos la hayan interpretado como una condena a la pena de muerte en realidad la película muestra lo que puede llevar a una persona a prestarse a hacer algo así, y esa es la clase de cosas que le hacían grande, el como definía los caminos que siguen sus personajes.
ResponderEliminarSí, es como un modelo, no sé, hay determinadas personas que desempeñan ciertas profesiones, que cuando las veo hablar, por ejemplo en una entrevista, pienso que si yo algún día tuviera esa profesión me gustaría hacerlo como ellas.
ResponderEliminarCon Azcona me pasa así, si yo hubiera sido guionista me hubiera gustado ser como él.