Si escribo esta entrada es porque he estado reflexionando, y se la debo a mi YO de hace 14 años. Es una pena que se me hayan ido de entre las manos estos casi 3 lustros sin darme cuenta, pero bueno, aquí estoy yo, y España vuelve a encontrarse con Italia en unos cuartos de final de una gran competición de fútbol. Por aquel entonces, corría el verano de 1994 y seguía mi primer Mundial de Fútbol. En cuartos de final, España queda eliminada en la prórroga ante Italia. Una imagen pasa a la historia: a cinco minutos para el final, el italiano Tassotti le rompe la nariz a Luis Enrique de un puñetazo dentro del área. El árbitro húngaro Sandor Puhl (no se me olvidará el nombre), luego premiado por su hazaña con pitar la final, no pita penalty y ante la imagen de Luis Enrique llorando y con la camiseta chorreando sangre, no hace nada. España queda eliminada por un robo mayúsculo, y sólo nos quedaba cabrearnos, pero un pensamiento recorría a todos los aficionados: "en el camino nos encontraremos".


La sed de venganza era clara. Esperábamos el ansiado cruce en el Mundial de 2002, cuando todavía jugaba Luis Enrique, pero Corea les robó el partido en octavos a los italianos y les eliminó. Después en cuartos también nos lo robó a nosotros (Al Ghandour es un nombre que tampoco se me olvidará...).

Actualización (22-06-08): ¡Siiiiiiiiiiiií!
Mira que se puso todo "como siempre", con un par de penalties no pitados a España, con un mejor juego nuestro, llegando a la tanda final como cada 22 de junio en cuartos para caer, pero... Esta vez sí. Es más, si pasamos a la final, no se va a celebrar mucho más que hoy...
Pero eso sí, recordando que esto es un simple Campeonato de Europa, no Mundial (en esos sí que no hay forma de pasar de cuartos), que en Europa ya llegamos una vez a la final (84) y otra ganamos (64). A ver si conseguimos la segunda Eurocopa, ¡Podemos!
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