13 octubre, 2008

El referéndum infinito

Los referendums (o referendos) son uno de los actos más hipócritas que existen actualmente en el mundo y en los sistemas políticos que rigen cada uno de sus pueblos.

Un referéndum es una consulta que el gobierno hace a los ciudadanos de su país sobre un asunto de vital importancia para ellos, o una decisión que dicho gobierno tenga que tomar. El resultado de la consulta puede ser vinculante o no (según en la decisión final se tome en cuenta el voto del pueblo o no).

Los referendums son la mayor de las hipocresías, el summum de la vergüenza democrática y la creencia de unos dirigentes en que su pueblo es completamente imbécil. No sirven para nada, porque siempre se va a acabar haciendo lo que el gobierno de turno quiera. Para muestra, una botonería entera:

Un posible ejemplo sería el de los tratados de adhesión a la Unión Europea o a la moneda única (Euro), o a la Constitución Europea, o simplemente un referéndum donde se vote la independencia de un territorio.

Uno de los casos más flagrantes es el de Dinamarca. Cuando llegó el momento de unirse al Tratado de Maastricht en 1992, el NO ganó con 51% de los votos, por tanto: "el pueblo danés no quería entrar en Maastricht". Aún así, los pesados gobernantes, hacen otro referéndum en 1993, y ya sí consiguen el 56% de votos para el SÍ. ¿Por qué cuando sale el NO se vuelve a hacer un segundo referéndum, y cuando sale el SÍ ya no se hace ninguno más? Eso es dictatorial.

En 2000, para la entrada de Dinamarca en el Euro se hace un referéndum. El NO vuelve a ganar con el 53%, por tanto: "el pueblo danés no quiere entrar en el Euro". Y lo más sangrante de esto, es que la participación fue de casi el 90%, así que está claro que el pueblo danés no quería. Los referendums continuarán una y otra vez hasta que Dinamarca esté en el Euro, si no, al tiempo... Eso sí, una vez esté Dinamarca dentro, NUNCA se hará uno para ver si dejan el Euro.

Otro caso crudo es el de Irlanda. En junio de 2008 se celebró allí un referéndum para ratificar el Tratado de Lisboa (Constitución Europea maquillada, ya que la anterior no fue aceptada por los europeos), y ganó el NO con el 53% de los votos. Lo que pasará después es evidente: se seguirán haciendo referendums hasta que los partidarios del NO bajen la guardia (como pasó en Dinamarca) y por fin gane el SÍ. De hecho, su primer ministro ya está pensando en celebrar otro pronto. Se ve claramente que los gobiernos se pasan estas consultas por donde les da la gana, y pasan de las decisiones del pueblo. Eso es una dictadura, recordemos.

Luego está el caso de votaciones como las de España por ejemplo, donde no vota ni el 50% de los ciudadanos, pero aun así se les llena la boca a los gobernantes si ha ganado el SÍ que ellos querían, cuando a lo mejor ha votado sólo un 30% de la gente... Eso no es dictadura, eso es patético, y es la muestra de lo malos gobernantes que son, que no son capaces de fomentar que el pueblo vaya a votar su bazofia de Constitución Europea.

Finalmente, a veces pienso en el caso de Cataluña o el País Vasco, y esos artificiales ideales independentistas creados por cuatro pirados e inculcados en las 2 últimas generaciones en la escuela. España JAMÁS debería permitir un referéndum de independencia para esas dos comunidades autónomas, porque seguramente saldría que NO. ¿Entonces? Pues es sencillo, si permitimos uno, entraríamos en un "referéndum infinito" o "bucle infinito de referendums". El gobierno de Cataluña o Euskadi no aceptaría el resultado y 3, 4, 5 ó 10 años después se haría otro referéndum... y así infinitamente hasta que saliese el SÍ (según mis cálculos, si se llevan lavando cerebros unos 15 años en la escuela, dentro de 30 años ya más de la mitad de la población tendrá lavado su cerebro independentista). ¿Y luego? ¿Por qué luego no se celebra más adelante un referéndum de adhesión a España? Claro que no... una vez que los políticos consiguen lo que quieren, ya no hay vuelta atrás. Muestra esta de un sistema político corrupto y antidemocrático, donde el pueblo no pinta nada. No estamos tan lejos de lo que pasa en Botswana o Gabón al fin y al cabo...

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