Buenos días hipocresía

Entre comillas lo que digo o lo que me dicen, y entre corchetes lo que realmente pienso o piensan para adentro:

7 y media de la mañana, me levanto: «Buenos días, gracias Dios mío por un día más» [no te pegaran una pedrá por crear los lunes...]. 

Lo primero que hago como siempre es dar los buenos días a mi mujer: «Hola cariño, buenos días, qué guapa estás» [si hicieran un concurso para el túnel del terror el primer puesto ya estaba dado...]. 

Pregunto a mi hijo si quiere ir al cole: «Claro Papá, tengo muchas ganas» [eso es una cárcel, estaría mejor jugando con mi Lego...]. 

Pregunto a la familia si quieren tostadas con aceite: «Claro, desayuno nutritivo y sano» [porquería insípida, donde se ponga buena bollería...].

Pongo la tele y sale Galería del coleccionista: «Colgante y pulsera exclusivos y a un precio excelente» [lo tienen ya miles de personas que podrían haber pagado menos en tiempo de rebajas...]

Cambio al telediario: «las víctimas de accidentes de patinete van en aumento» [no tenemos nada que decir y así alarmamos a la población con algo para que no piensen en los desfalcos del gobierno...]

Me voy al trabajo, saludo al llegar al portero: «Buenas Manolo, qué tal el día» [como se me ponga a hablar el pesado me tiro veinte minutos en la puerta haciendo el tonto mientras todos entran...]

Llego y saludo a mis compañeros de departamento: «Buenos días a todos» [menos a Perico y Juanico que a ver si los echan de una vez, por chupópteros y trepas...]

Asiento cuando el jefe me pide algo: «Claro, lo tendrás en unos minutos en tu mesa» [no te explotara como una carta bomba luego, negrero...]

Salgo a desayunar y me ponen la tostada: «Son 2,10 euros, que está subiendo todo» [a mí me cuesta lo mismo que antes pero aprovecho y te subo treinta céntimos por la cara por si acaso y con la excusa...]

Mi compañera: «Anda, qué rico eso» [qué mierda te has pedido, qué tostada más rara, qué poco gusto...]

Pido un favor: «Sí, claro, te lo miro a lo largo del día» [Con suerte te mueres esperando, pues no tengo yo cosas que hacer...]

Vuelvo a casa a mediodía y llego por el pan, lo pido y va la tendera a cogerme una barra: «Esta que está más tostadita» [las hemos quemado hoy, pero como no la venda bien, se nos quedan...]

Llego a casa y me caliento el tupper congelado, me manda un whatsapp la mujer preguntando si estaba buena la comida: «Sí, como siempre» [mucha agua, poca sal, recalentado, un delicatessen, oiga...]

Al salir me encuentro a la vecina de enfrente: «Buenas Loli» [mira Loli, si ahora mismo me dieran una escopeta y un tiro gratis, ya te digo a quién se lo daba, por pesada y cotilla...]

Me llego al banco un momento y me ofrecen un producto: «Es el que mejor se adapta a ti, la gestión experta invertiva» [me pagan comisión si vendo cinco y no hay manera, como no diga eso...]

Vuelvo al trabajo y me pregunta el director general qué tal todo: «Bien» [si no fueras el que me paga te ponía a caldo, espera un segundo que te vayas y verás, no hay para sueldos pero tenemos récord de ganancias...]

 

Me llaman de Vodafone para ofrecerme un teléfono: «Descuento del 50% y sin permanencia» [en realidad luego te metemos permanencia y nos inventamos que no se grabó la llamada y punto, te aguantas...]

Vuelvo a casa, cojo al niño y me lo llevo al balonmano, hablando con un padre le hago un cumplido: «Tu hijo ha mejorado mucho, se le nota la práctica» [antes tenía bastante con no hacerse pipí encima, ahora por lo menos no hay peligro, otra cosa es que pueda agarrar una bola, que eso lo dudo...].

De vuelta en la radio comentando el partido de ayer: «No fue mano, la tenía pegada al cuerpo» [que si hubiera sido al revés, del otro equipo, habría sido mano, tarjeta roja y 10 partidos de sanción...]

Mi hijo: «Sí, he hecho todos los deberes» [no he hecho nada de Cono ni de Ciudadanía, pero no creo que me pillen, siempre preguntan a Pablito...]

Vuelvo a casa, cenamos y nos ponemos a ver Netflix, digo a mi mujer: «Sí, cariño, podemos ver eso mismo que te gusta» [rollazo patatero de culebrón, yo me duermo en cuanto pasen cinco minutos...]

Para que el niño se duerma: «Si te vas a la cama ya, luego el sábado habrá un premio» [con la memoria que tiene, se le ha olvidado mañana, pero que se vaya ya, por Dios...].

Beso de buenas noches: «Sí, cariño, te quiero»  [porque la vecina del tercero no se divorcia y se pone a tiro, que si no...]

Llaman por teléfono, es mi cuñado: «No, no estábamos durmiendo, no te preocupes» [te voy a llamar a ti un día a las 7 de la mañana a ver si te hace gracia...]

Y así todo el día, todos los días, cantidad, multitud, turbamulta de mentirijillas piadosas, de cosas que dices pero piensas otras, a veces maquilladas, a veces lo contrario. ¿Qué pasaría si dijésemos justo lo que se nos pasa por la cabeza? Pues primero que acabaríamos solos, segundo que acabaríamos descansando de todo, aunque posiblemente con algo de remordimiento por haber dañado a alguien diciéndole algo que no deberíamos. Ojo, el resto de la gente también nos diría lo que piensan y nos haría polvo, seguramente en menos de un día.

Así que bienvenida, bienvenida: ¡buenos días, hipocresía!

Concursos de la tele: Atrápame si puedes

 Hace ya unos cuatro años que hablé del último concurso de la tele aquí: Boom. Precisamente era un momento en que los concursos estaban en la cresta de la ola, a todo tren, con una encarnizadísima lucha entre Pasapalabra y el propio Boom por la audiencia, cueste lo que cueste, y el advenimiento de los "concursantes-estado", que iban más allá de los concursantes profesionales, siendo unos concursantes que estaban prácticamente en nómina del programa, consiguiendo este siempre que se fueran manteniendo de un modo u otro, premiando así la identificación del público con ellos y por tanto la audiencia que generaban.

 Desde entonces, muchos de ellos han ido apareciendo y reapareciendo en diferentes concursos, creándose incluso uno en los que los propios concursantes ya no lo son y están en nómina como parte del concurso, en "La Noche de los Cazadores".

 Total, que tras llevarse los famosos "Lobos" el bote de Boom, la audiencia comenzó a bajar como era lógico, y entre ellos nosotros, que dejamos de verlo también, pues no lo veíamos sino por los propios concursantes-estado.

Hoy día lo que vemos es "Atrápame si puedes", en la autonómica Canal Sur, en un formato bastante extendido por las autonómicas españolas, y que en este caso presenta el (como diría mi padre) "caricato" Manolo Sarria, que le da mucha simpatía y buen rimo al concurso, pese a lo que algunos podrían presumir inicialmente, pero dadas sus tablas de cuarenta años en los escenarios (o más, yo qué sé), el resultado es estupendo.

 

En el concurso participan todas las semanas 5 personas, que tratan de llegar a ganar la edición de cada uno de los días (y si puede ser, llevarse el bote, que no es fácil).

Primero hay una prueba de preguntas de cultura general a cada uno, que van sumando puntos a un bote global, que será la puntuación que todos ellos llevarán individualmente a partir de la siguiente prueba.

Después de esta prueba, hay otra de preguntas de descarte en los que cada uno tiene varias respuestas posibles y tiene que adivinar cuál de ellas corresponde a cada una de las preguntas que le van haciendo. Aquí, cada uno ya sí suma a su puntuación individual.

Luego hay otra prueba en la que cada concursante tendrá que retar a otro a que responda a cuatro preguntas, de forma que los aciertos del otro le dan puntos (y le restan al retador) y los fallos le hacen perder puntos (y ganarlos al retador). Las puntuaciones son 10-20-30-40 de cada pregunta, y muchas de ellas consisten en continuar letras de canciones que también suenan. Así, después de esta prueba, el que tiene menos puntos de los cinco queda eliminado hasta otro día.

Después en la prueba por equipos, se hacen dos equipos de dos, y tienen que ir contestando preguntas con dos opciones. El equipo que llegue antes a 5 respuestas correctas, pasa a la final.

En la final, las dos personas tienen que ir contestando preguntas hasta que una llegue a 5, a la cúspide de una escalera, consiguiendo el pase al minuto final.

En el minuto final, el presentador va haciendo una rueda de 5 preguntas de 5 temas diferentes al concursante, que tiene que intentar acertar las cinco para llevarse el bote. Si falla, pasa a la siguiente, y así se van repitiendo teniendo varias oportunidades para cada una.

No sé si se graban varios programas el mismo día, pero sería lo lógico, como pasa con muchos otros concursos.

Entre medias del programa suelen parar de vez en cuando para ver los castings de algunos de los concursantes, cantando, contando chistes, bailando, recitando poesías, etc....  Lo que se busca, obviamente es gente divertida o que dé juego, que baile cuando suenen canciones o que simplemente no estén cohibidos ante la presión televisiva.

Respecto a la ronda del bote final (que roza ya los 100.000 euros), suelen ser preguntas de nivel medio, que uno de Los Lobos seguramente acabaría por resolver. La dificultad radica en que cada semana cambian los concursantes, y no siempre es fácil llegar a la final, por lo que aunque llegue alguien muy culto, a lo mejor en las 2-3 oportunidades que tenga no puede lograrlo. Normalmente hay 2 fáciles para el general de la población, otras 2 algo más complicadas y una un poco más difícil. Es habitual que podamos saber unas 3, a veces 4 y contadísimas veces las cinco, pero claro... ¿habrías llegado al minuto final ese día? Complicado...

Total, que dado que a las 10 de la noche toda la programación televisiva está en anuncios, Atrápame Si Puedes ha sabido inteligentemente captar la audiencia de esa hora, siendo fácil que los usuarios no acaben cambiando de canal (otros "megaprogramas" como el Hormiguero se tiran como veinte minutos insoportables de anuncias, por poner un ejemplo), y viendo de esta manera un programa entretenido, sin ínfulas de sabihondismo y de gente con ganas de divertirse y aprender cosillas sobre Andalucía, ya que las preguntas van casi siempre enfocadas a algo andaluz (como en otras comunidades pasa con sus programas).

Si no lo habéis visto nunca, os invito a echarle un ojo. A veces se hace un poco largo porque hay demasiadas pruebas y muchas canciones, pero sin duda entretiene, y para tenerlo de fondo mientras comes o haces otras cosas, mientras llega la parte final, merece mucho la pena.

Mis mejores entradas (y 50)

  --Post preferido del 1226 al 1250 (11-Jul-21 a 21-Nov-21)--  

Bienes Desaparecidos de Porcuna (cuatrilogía, de la que sólo los dos últimos entraron en este periodo):

1-Iglesias y Conventos

2- Ermitas y capillas

3- Íbero, romano y castillo 

4- Otros 

 

 -Este post iba sobre... todos los bienes que ha habido en Porcuna a lo largo de la historia y que han acabado desapareciendo y no llegando a nuestras manos para poder disfrutarlos hoy día, justo cuando más valor se le da al patrimonio y al legado. Lástima que en su tiempo no lo valoraron, no lo valoramos lo suficiente.

-La motivación para escribirlo fue... precisamente la reciente corriente de amor por la historia, arqueología y costumbres que hay en Porcuna, recuperando algunas de ellas e intentando que las que quedan no se pierdan. Hacer un repaso a todo lo que finalmente no nos ha llegado es de suma importancia para valorar lo poco o mucho que aún tenemos.

-Me he decidido por él, porque... en total es un conjunto de 4 artículos subdivididos en categorías, que es un amplio trabajo de documentación y catalogación. Obviamente hay mucha más información en libros y en la red, pero esta es mi contribución en forma de catálogo de rápida consulta. El sólo hecho de la investigación que conlleva este tipo de entradas, y más teniendo en cuenta que son cuatro, merece la pena como una de las mejores entradas.

Lo que aprendimos y ya no es, desaprender

Si aprender ya es una tarea complicada que necesita de mucha metodología, de muchos años, de mucho repetir, de bastante refrescar, de un poquito de aplicación al mundo real, de otro poquito de humor o anécdota que fija mejor el conocimiento y por supuesto de ganas, y hasta de un buen profesor, profesora, maestro o maestra, todo enrollado y con un lacito de ahínco bien puesto, ¿qué me decís de desaprender?

Desaprender es una tarea todavía más difícil, pues una vez fijados determinados conocimientos en nuestra "capa de cebollas" mental, sobre todo en nuestra infancia (en las primeras capas), es muy complicado acceder a ellos y borrarlos del todo.

Ejemplos tenemos muchos y muy variados, por citar algunos:

-Ese anciano al que ya le hemos dicho varias veces que el aceite de oliva y los huevos no son malos, sigue insistiendo en que son malos y sólo se comen una vez por semana, porque así lo aprendió.

-El de 50 años que sigue llamando "Checoslovaquia" a cierta zona de Europa

-El de 40 años que ya no recuerda a priori si cierto actor de los años 80 está vivo o muerto

-El periodista que sigue añadiendo un "en la escala de Richter" cuando da la magnitud de un fuerte terremoto.

-El de 30 años que siempre piensa que la moneda de Brasil es el Cruzeiro porque lo aprendió así, a pesar de que incluso recuerda que desde 1994 es el Real, pero siempre le sale primero la otra.

-El de 20 años que cuando dice "mi pueblo" aún se da cuenta que se refiere a aquel en que vivía hasta los 12 años.

Y pensándolo, creo que es muy cierto. Cuando era pequeño sabía perfectamente quiénes estaban vivos y quiénes estaban muertos de los personajes que aprendía. Es decir: Dalí estaba vivo por poco tiempo y Picasso muerto, Camilo José Cela estaba vivo y Vicente Aleixandre  muerto, Charles de Gaulle estaba muerto y Miterrand vivo, Fernando Martín estaba muerto y Chicho Sibilio vivo, Clark Gable muerto y Audrey Hepburn viva y así sucesivamente. Poco a poco, con el paso de los años, muchísimas de las personas que consideraba vivas han ido muriendo, por lo que poco a poco he tenido que actualizar esa información. Por lógica, los que ya eran muy mayores los habré de dar por muertos, produciéndose seguro en algún caso el típico "ah, ¿pero X estaba todavía vivo?". 

Total, que como veía que les pasaba a veces a los mayores, ahora la duda me surge a mí, pero no sólo con mayores, sino con la cantidad de gente joven que va falleciendo y que cuesta situar: Avicii, Alex de OT, Amy Winehouse, entre tantos otros.

Luego están los países que te aprendes y sus capitales, que cuando cambian es endiabladamente difícil recordar dicho cambio. Me ocurre con los continuos cambios de capital de Kazajistán, pero también cuando debo acordarme de nuevas capitales como la de Sudán del Sur u otros cambios puntuales que van ocurriendo. A veces basta con un "no me importa, que pongan lo que les dé la gana", pero al final te vas quedando obsoleto, y cualquier niño de 6 años que se aprende la nueva capital de Kazajistán te deja así obsoleto.

 

A esto sumaremos las monedas, que van y vienen, al planeta Plutón que deja de serlo, vuelve y otra vez deja de serlo, a los cargos públicos, presidentes, consejeros, reyes, que van cambiando salvo la de Inglaterra, y en muchos casos demasiado a menudo para siquiera guardar el dato en la cabeza.

Pero no es sólo eso, hay más. En el año 2000 me sabía perfectamente los lugares de celebración de todas las olimpiadas de Verano y Mundiales de Fútbol, incluso las últimas olimpiadas de Invierno. Hoy me cuesta bastante recordar las últimas, acordándome perfectamente de todo el listado anterior, y así con tantas otras cosas, como saber perfectamente ganadores de campeonatos de liga, europa de varios deportes, que en la última década apenas sabría citar, ganadores de tours de Francia y cosas así. De hecho, toda esta información sí que es inamovible, no son "cargos", sino hechos que van sucediendo, y que igualmente por el proceso mental que tenemos, poco a poco nos van pareciendo menos importantes y sencillamente no almacenamos ya con tanto interés en nuestras cebollas..

Y luego está el paso del tiempo, que va ennegreciendo y maltrechando la cebolla, perdiendo de vez en cuando nombres que dejamos de recordar, lugares que no sabemos nombrar pese a tener en la punta de la lengua, y personas a las que no podemos siquiera situar en nuestra vida, cuándo, dónde o por qué.

En fin, desde aquí rompo una lanza en favor de todos los que no son buenos "desaprendedores", porque es una tarea ardua y a veces imposible cuando un conocimiento está tan fijado. No os riáis de ellos simplemente porque sigan pensando algo que quedó superado en los 80, o porque no sepan si el Papa Emérito Ratzinger sigue vivo o el duque de Edimburgo menos de lo mismo... es simplemente el paso del tiempo y nuestras estructuras mentales, a veces tan robustas que no nos permiten la flexibilidad que a veces necesitamos, pero quizá sea mejor esa robustez, para tener algo a lo que agarrarnos cuando nada parece ser inamovible en nuestra vida, salvo que el propio sol existe, salvo que existimos, salvo que algún día ni el sol pueda llamarse así. 

Hasta entonces, 8 planetas tiene nuestro sistema solar, tres provincias Aragón, la capital de Nigeria es Abuja, la fosa de las Marianas es muy profunda, el Sol sale por el Este y se pone por el Oeste y los váteres australianos giran de una manera muy extraña, aprendéoslo todo y no bajéis la guardia, que cualquier día os toca desaprender.

Echando gasolina a precio de oro

El lunes o así tengo que echar gasóil. Tengo mucho miedo, el depósito está casi lleno, son casi 60 litros. Nunca me ha costado más de 80 euros, que es una burrada, pero según la gasolinera, hay riesgo de que supere los 100 euros...

Teniendo en cuenta que todas las gasolineras tienen un descuento de 20 céntimos el litro, que paga el gobierno pero que estamos finalmente pagando también los ciudadanos, básicamente, si supera el 1,70 euros el litro, me va a salir por más de 100 euros la broma...

Para empezar, me he descargado una app para ver las gasolineras más baratas, y veo que la más barata me saldría a 1,75 euros, y la más cara a 1,97 euros. A eso habría que restarle los 20 céntimos de marras.

 Y poco a poco, nos vamos acostumbrando, nos acostumbramos a que las cosas valgan un 20% más, y todos tan contentos, la gasolina a 1,50 es un precio maravilloso, aunque la pagáramos a 1 euro hace 2 años. La luz es brutal pagarla a 80€ aunque la pagáramos a 40€ hace un par de años, pues podía ser peor...

El pan, ay el pan... pagábamos a 65 céntimos hace cinco años y ahora vale 80 céntimos, un 25% más casi, y sumando, siempre sumando...

Esto es como lo de si pasaría algo si el presidente del gobierno fuera por ahí matando niños... la oposición se quejaría un poco, pero tampoco mucho, los aliados del gobierno lo intentaría tapar y los del partido le quitarían importancia. La opinión pública se quejaría un poco, y algún intrépido intentaría hacer un programa de investigación que acabaría por ser silenciado... No pasaría absolutamente nada, no arderían las calles, todos seguiríamos con nuestra vida como si nada.

¿Pasaría algo si ahora mismo la gasolina pasase a costar 4 euros? Pues seguramente tampoco, incluyendo eso que gobierna la izquierda, que suele ser más dueña de la calle que la derecha, esa derecha a la que tampoco le viene mal que los pobres apenas puedan pagar, para tenerlos aún más atenazados si cabe, ellos a los que sí les sobra el dinero y lo gastan en yates y coches de lujo, no en comer. No pasaría nada, paganinis pagando, como siempre, y luego el 31 de diciembre dándose golpes en el pecho de haber maximizado beneficios en sus eléctricas, petroleras y bancos, bombo y platillo en los telediarios, ante lo que no sé si alegrarme o no, pues a mí qué más me da si Endesa, Repsol y Bankia ganan pasta, si no voy a ver yo un duro ni va a beneficiarme seguramente en nada... Por mí como si imitan al famoso Lagarto de Jaén, nada más que decir, señoría... me voy, que tengo el coche en la reserva.