30 septiembre, 2022

Mis peores entradas (13)

Continuando la tradición...


--Peores post, del 1201 al 1300 (Marzo-2021 a Septiembre-2022)

 Época de gran cambio para mí, en un momento histórico en el que "arreglamos" el problema de la grave pandemia con la llegada de las vacunas y ahora parece que casi ni existe la enfermedad que para siempre convivirá con nosotros.

Comencé parte de este periodo con más tiempo para escribir, aunque luego lo empleé en escribir lo que vine en llamar "mi libro", y ahora, una vez terminado o dejado en suspenso, vuelvo a tener levemente tiempo, cosa que creo que se ha notado en las últimas semanas.

En su momento tuve tiempo para escribir bastantes artículos de los largos y trabajados, pero también hubo licencias para rellenar, como aquella vez que estaba aburrido y me puse a añadir nuevos blogs a mi lista de enlaces, o aquella en que fui a echar gasolina y os lo conté.

Por supuesto, hablé también de mi libro, varias veces, qué pesado, contando cómo iba; e incluso saqué conclusiones de ese poco tiempo tenido, volviendo a contar algo demasiado rutinario, como que había publicado 5 posts en enero, cosa obvia que se ve a simple vista. También contando una chorrada rutinaria, os comenté que había creado una nueva etiqueta para "lo mejor", que aún apenas he utilizado ni me he parado a rellenar en los antiguos.

Si pudiera borrar sólo uno: Borraría el de los cinco post en enero, que claramente se notaba que era para rellenar un poquito aprovechando que comentaba que tenía precisamente pocos artículos ese mes, no aportando mucho más que eso, la propia intrascendencia.

Si pudiera salvar sólo uno: Salvaría el de añadir nuevos blogs, que es algo que siempre es curioso, anima al ver que siguen existiendo blogueros y da un poco de vida social. El hecho de explicarlo es un abrirse a los demás que creo interesante.

26 septiembre, 2022

¿Y tú, a qué edad te diste cuenta de que no podrías cambiar el mundo?

 Como algunos de los más antiguos lectores sabréis, uno de mis objetivos vitales hace ya un par de décadas era cambiar el mundo; no cambiar mi mundo ni el mundo de cuatro o cinco de alrededor, sino cambiar el mundo entero, en general, del planeta Tierra y que le den a los forasteros del espacio exterior.

De hecho, conspiré de alguna manera en formas para ello, siendo una de las más curiosas y recordadas la de intentar entrar en los medios audiovisuales para manipular a la gente con el objetivo de cambiar el mundo para bien (y quisiera aquí remarcar lo novedoso de mi idea, ya que casi en el 100% de las ocasiones, los medios de comunicación están montados para manipular a sus espectadores/lectores/oyentes/loquesea para tener un pensamiento único alineado con la línea editorial de una determinada corriente de pensamiento, ideología, religión --vale equipo de fútbol también, claro--, mito, secta o lo que sea, pero siempre con un objetivo claro que busca el beneficio de unos en detrimento de otros), buscando el bien común y ningún beneficio particular en absoluto.

Tras intentar luchar esta última guerra, me di cuenta de lo dificíl que es mover o cambiar tantas cosas: ideas ancladas hace décadas, personas apoltronadas en un puesto que nunca merecieron pero que se creen merecedores de todo, instituciones antediluvianas sin capacidad de cambio alguna, privilegiados que dan hasta la última gota de sangre por mantener sus privilegios y poder legárselos a una siguiente generación a la que le importa un pimiento quién se los da (los mandan a penar a residencias) y que conspiran para conseguir más y más de ese pastel, oligarquías que literalmente matan para perpetuarse, personas egoístas que primero se salvan ellos y luego ya se verá, etc, etc... Así, me empecé a dar cuenta de que uno solo no puede cambiar el mundo, ni Franco, Tito, Stalin o Napoleón podían, porque todo es una evolución o devenir de las circunstancias y los tiempos dentro de los cuales nosotros estamos metidos en un determinado momento, pero que tuvieron lugar antes y seguirán después, hagamos lo que hagamos.

¿Y entonces, no vamos a poder dejar de ser hijos de nuestro pasado para llegar a ser los padres de nuestro futuro? Pues sí, personalmente podemos cambiar el futuro de los que nos siguen, de los nuestros, y de cuatro o cinco de más para allá, pero ya está, pinceladas, retoques y mejoras puntuales dentro del barco en el que vamos, pero nunca pudiendo cambiar el rumbo, que para eso sólo el propio barco tiene potestad.


 

¿Resignación entonces? ¿Es que promulgo la inacción total y dejarnos llevar por el hedonismo más placentero? Pues sí, ni más ni menos son cuatro días los que estamos en el barco, así que démonos al disfrute, siempre pensando en que las siguientes generaciones han de poder disfrutarlo también (aunque sólo sea por nuestro honor, para que no nos señalen como los que desbarataron la nave)

Ahora, sólo siento algo de impotencia, pero llegando más o menos (ojalá ) a la mitad de mi vida creo que ya he hecho demasiados intentos insuficientes para hacer ni cosquillas en el rumbo del barco. Me retiro a mis aposentos pero con un ojo aún puesto en el timón, por si en algún momento a los 'goblins' (llamo así a determinados personajes que manejan los hilos) se les ocurre despistarse y me lo prestan involuntariamente... Alguien algún día cambiará el rumbo, quizá a centímetros del precipicio, ojalá lo hagan, ojalá el propio barco/planeta Tierra sea capaz por sí mismo de hacerlo, y con el viraje radical quizá nos tire a todos nosotros al agua y adiós muy buenas. 

Lo veremos, lo contaremos...

22 septiembre, 2022

Corriendo al refugio de la lectura

 Decían de un sabio que un día, tan pobre y mísero estaba, que sólo se sustent... ah no, creo que no iba por ahí la cosa y se me ha ido encarrilando el carril por aquel hilo de la bobina que hilara aquel Calderón de la Barca, pido perdón por ello y me voy a otra cosa:

Total, que dicen y si no dicen digo yo, que a veces cuando la cosa está mal, cuando no hay más ganas de continuar, cuando todo es gris y sólo quieres echarte a dormir, ahí tienes, esperándote en la estantería, unos variopintos refugios de pasta de diferente grosor, de portadas coloridas o descoloridas, de páginas nuevas con olor a recién sacado del horno, u hojas con sabor a librería de viejo, a solera, a esa cualidad de rancio que con un simple gesto olfativo nos hace soñar, revivir tiempos vividos hace mucho releyendo esas viejas letras, quizá de autores que hace mucho dejaron este mundo; reviviendo justo esa época en que lo leímos, aquellos días recostados en un sillón, tumbados en la cama, sentados en la playa o incluso de pie en el metro o el autobús; a veces con pantalón corto de colegial, otras con bebés llorando por ahí, otros peinando canas e incluso arrugados ya como pasas, pero siempre con afán de descubrir esos nuevos mundos, de avivar la mente, de salir de cualquier letargo, de revivir esas vidas plasmadas en esos párrafos, o de hacer nuestras esas aventuras cuando a lo mejor nos falta aventura.


 

Llevaba yo un tiempo así, que no quería ir a ver más pelis de Marvel, ni la última chorrada de guión facilón y digestión rápida del normalmente "adormidero" e insulso Netflix (un día hablamos del poco sentido que tiene estar esperando un año a que hagan una nueva temporada de una serie y vérsela en un solo atracón de 6 horas seguidas, para apenas poder digerirlo y olvidarlo completamente en una semana, así es imposible asimilar nada, y así nos va); tampoco quería yo meterme ahora a perder el tiempo en videojuegos, en música ligera, bailes de salón, partidos de pádel o simplemente mirando por la ventana...

En fin, que, ¿por qué no refugiarme en la lectura? Ya me ocurrió algo parecido entre 2003 y 2004, cuando en cierta época iba leyendo libros a pares o a tríos, siendo cuando me metí entre pecho y espalda algunos como La Tempestad, El Retrato de Dorian Gray o La Insoportable Levedad del Ser, por citar tres al azar, y por citar uno más, de vergonzoso reconocimiento, también me leí por entonces el Código da Vinci, para discutir con conocimiento de causa frente a un 'hooligan' o 'tifossi' de ese tipo de literatura. 

Recuerdo con cariño esa época, en la que me leía libros escuchando a la vez algún disco, que ahora han quedado vinculados para siempre (me acuerdo de la música al hablar del libro y del libro al escuchar la música). Solía siempre juntar una lectura más pesada, densa o complicada, junto a otra más ligera, para compensar un poco, no sé: si te vas a leer el Ulises de Joyce, pues a la misma vez te lees el Alquimista de Coelho; o si te vas a leer Cien Años de Soledad, pues compensas con el Principito, a saber cuán o cuál gusto tengáis cada uno, ninguna lectura tiene que ser mala de por sí, porque sirve para ejercitar la mente igualmente, pero sí las intenciones del que lo escribió, a veces manipuladoras (con más lecturas aprende uno a evitar ser manipulado, ya sea por nacionalismos o fanatismos.

Pues bien, echando un ojo a mi biblioteca, como decía, no encontré nada que claramente me apeteciese llevarme a la boca en este momento, teniendo aún cosas por leer por primera vez, y otras que sé que merece la pena releer. Así, pensé dirigirme a la biblioteca más cercana a buscar algo que llevarme a la boca, o a los ojos y sus interconexiones con el cerebro. 


 

Pensé primero en hacer un homenaje al desaparecido Javier Marías (nieto de una paisana mía de Porcuna con familia de 7 siglos en el pueblo), pero vi que tenían todos sus libros en una especie de "altar homenaje", por lo que no quise romper el momento llevándome uno de ellos, quizá el de sus artículos en El País o el Berta Isla. Al final, echando un ojo a los títulos recientes, estuve tentado por la terna formada por Sidi, de Reverte; Volver a Dónde, de mi paisano Muñoz Molina; y La Sombra de Cyrano, del granadino José Luis Aguilera (que precisamente comparte apellido con la abuela del citado Marías).

Finalmente, me decidí por este último, que tengo en depósito hasta el 5 de octubre. Las buenas críticas que aparecen en el lomo fueron claves, hablando incluso de thriller candidato a ser base de guión de película, suena bien, quizá os cuente o quizá no. Intenté anoche comenzarlo, pero me di cuenta rápido de que las 40 primeras páginas son demasiado densas literariamente hablando, buenas, se nota, pero a las 11 de la noche y a día de hoy con mucha falta de práctica, no soy capaz de asimilarlas como debiera, por lo que preferí pasarme directamente al tercer capítulo.

Reconozco que casi lo dejo, pero finalmente leí la explicación de cómo estaba estructurado y le di una nueva oportunidad releyendo ya sólo a partir de ahí, cuando se hacía más "blando", y en esas estoy, lo dicho, entretenido, avivado y esperanzado en que todo salga bien, divertido y estimulado, que es el objetivo, y deseando saber cómo sigue. Quién sabe si cuando acabe continuaré por otro y por otro, pues tiempo hay poco y las ocurrencias de Netflix y demás entretenimientos vanos están ahí pululando sonrientes sabiendo que caeremos, pero lo que sí es cierto es que lo vamos a intentar.

18 septiembre, 2022

Cuando tu madre es famosa

Cuando tu madre es famosa, la gente la saluda por la calle

Cuando tu madre es famosa, todos se giran al verla

Cuando tu madre es famosa, vas de la mano de una celebridad

Cuando tu madre es famosa, su muerte es de todos, no sólo tuya

 

Quién tuviera una madre no famosa, para disfrutar tú solo de ella

Quién tuviera una madre no famosa, para gozar de ese anonimato

Quién tuviera una madre no famosa, para no ser blanco de las miradas

Cuando tu madre no es famosa, su muerte es tuya y de nadie más

 

Es raro, cuando tu madre es famosa, eres un privilegiado por tenerla

Es raro, cuando tu madre es famosa, no es tuya al cien por cien

Es raro, cuando tu madre es famosa, todos saben quién es tu madre

Es raro, cuando tu madre es famosa, se va pero sigue existiendo para todos


Famosa como nadie era la madre de Carlos III, pero también se tuvo que ir

De pequeño era blanco de todas las miradas, su madre que resplandecía

De mayor también lo era, su madre que seguía resplandeciendo

De anciano tuvo y retuvo, aunque su madre ya sólo lo esperaba arriba


Cuando tu madre es famosa, sientes que es algo más que madre

Cuando tu madre es famosa, es como si fuera la madre de todos

Cuando tu madre es famosa, una sonrisilla orgullosa te asoma

Cuanto tu madre es famosa, lo sigue siendo pese a su pérdida


Quién tuviera una madre no famosa, para sentir cómo se siente

Quién tuviera una madre no famosa, para no compartirla con nadie

Quién tuviera una madre no famosa, para que nadie te la toque

Quién tuviera una madre no famosa, para sorprender a los demás


Es el sino de los que tenemos una madre famosa, de Carlos III, Felipe VI o Jesucristo, y de tantos otros, sólo nos queda intentar estar a la altura. Cuando tu madre es famosa, luce más por famosa que por madre, es así, y no hay por qué sentirse traicionado o egoísta. Madres que son de todos, simplemente. A lo mejor un día todos hacemos famosas a nuestras madres, a ver cómo se sienten.

13 septiembre, 2022

No ser tan negativos, construir, no criticar

Miras los últimos 10 tuits que has hecho en Twitter: 8 negativos criticando algo, uno con una chorrada y otro más bien positivo. 

Recuerdas las 5 últimas conversaciones de bar: 5 criticando algo, al gobierno, al VAR, a la selección española de baloncesto, al ayuntamiento y a los vecinos

Miras los últimos 10 posts de tu blog: 5 criticando algo, 3 digamos "asépticos" y 2 con chorradas.

Alguien se levanta, entra a tu departamento, se cruza contigo en la escalera o el ascensor, esperando en el banco o la frutería: comienza la conversación y crítica, crítica y crítica... pones la tele y todos criticando, la radio igual, un foro, el Instagram o el Facebook, crítica y crítica... negatividad, malos karmas, pésimas vibraciones.

Y es que al final los "goblins" es lo que quieren: que seamos pesimistas, conformistas, que nos resignemos al pataleo continuo para desestresarnos un poco, quejarnos en las redes, en el bar y poco más, quejarnos amargamente pero sin consecuencias, quejas de fogueo que no van a ninguna parte, de desfogue que no sirve para soltar el lastre que llevamos, y nos lo guardamos hasta explotar, mientras los "goblins" siguen su camino sin ni siquiera llevarse un rasguño.

No, en esta entrada no pretendo que salgamos todos a manifestarnos y quemar las calles como locos, que eso ya deberíamos haberlo hecho hace tiempo. No.

Aquí reivindico el ser positivos, el construir, o simplemente no estar todos y cada uno de nuestros minutos pensando en criticar algo, en mejorar cosas, en buscar los tres pies o el traspiés al gato, siendo negativos, siendo cenizos y no teniendo nunca una mirada hacia lo que sí funciona, hacia lo que nos da bienestar, hacia lo que nos gusta cómo está o jamás querríamos cambiar.


 

Reivindico desde aquí el forzarnos a ser positivos, a publicar cosas positivas al menos en un 50%, y dejar lo negativo para el resto. Sería una buena medicina, una buena terapia: "uy, llevo ya 5 comentarios negativos hoy y son sólo las seis de la tarde, me callo ya, o mejor, me pongo a alabar lo alabable, a decir lo bueno que hay, lo que tendría que llevarse las cinco estrellas".

Un hecho comprobado es que cuando algo malo nos pasa somos más proclives a contarlo que si es al revés. Por ejemplo, en las redes sociales, por cada experiencia negativa que criticamos, solemos necesitar 10 experiencias positivas para alabar al menos una, eso significa que nos guardamos para nosotros gran parte de lo bueno que nos pasa. ¿No deberíamos hacer al revés para ser más felices?

¿Qué me decís de alguien que por cada 10 experiencias positivas se dedica a hablar bien de al menos 5 de ellas, aunque siga criticando la negativa?  Bien, en sus redes encontraríamos una enorme positividad, buen rollo, incluso "buenismo" podríamos decir. ¿Qué me decís, en cambio, de alguien que incluso es incapaz de decir ninguna buena? Pues, en sus redes encontraríamos una gran agresividad, negatividad, mal rollo, estando llenas de una toxicidad brutal.

Así, os recomiendo este pequeño cambio en vuestra vida, poco a poco. Si nunca dejáis un buen comentario de algo, hacedlo. Si en vuestro Tripadvisor siempre habláis de los malos bares, hablad de los buenos, vuestra vida será algo más positiva. No se trata de obviar lo malo y pensar que todo es bueno, así no es la realidad, pero se trata de reflejarla tal y como es, con un cristal de realidad, no con un cristal que sólo muestra lo malo (en cierta manera estamos sesgando lo que sentimos, como cuando en un telediario sólo salen noticias negativas, haciendo parecer que el mundo camina hacia la destrucción, pudiendo haber mostrado también otras positivas que lo compensaran).

Haced la prueba y me contáis: de vez en cuando aunque esté hipercabreado, me guardo un comentario malo para mí, y de vez en cuando, aunque nunca se me hubiera ocurrido, dejo uno bueno sobre algo que me gusta (en el bar, las redes, los foros, el ascensor): positivo llama a positivo, es una tendencia, una inercia que podemos crear nosotros mismos...

08 septiembre, 2022

Mis mejores entradas (y 52)

 --Post preferido del 1276 al 1300 (30-Abr-22 a 03-Sep-22)--  

 

Memoria histórica en las calles de Porcuna, una Guerra muy viva

 

 -Este post iba sobre... las calles de Porcuna que aún llevan nombres de personas relacionadas con el bando ganador de la Guerra Civil, hecho que dada la existencia de la Ley de Memoria Histórica no tiene mucho sentido (creamos o no que deben seguir los nombres o eliminarse, la ley es la ley).

-La motivación para escribirlo fue... que al escribir mi libro me di cuenta de que había muchos más nombres de calles dedicadas a personas en los años 30 y 40 del siglo pasado de los que pensaba. La mayoría a gente de derechas que fue asesinada por el otro bando (justo lo que la Ley no quiere), aparte de la cruz de los caídos, etc... Mi idea era hacer un inventario así rápido pero efectivo, aséptico, sin más.

-Me he decidido por él, porque... como suele pasar, los artículos que más trabajo llevan son los que al final son mejores. En este caso no fue para tanto, pero sí que en una época en la que no he tenido demasiado tiempo para escribir, es de los que más periodo de investigación me ha llevado.

03 septiembre, 2022

Si es que son muy listos

Si es que sube el precio de la gasolina a límites inauditos y sólo se les ocurre poner un descuento de 20 céntimos, que hace que los que la venden se forren porque la pueden subir tranquilamente otros 20 céntimos más (total, hay descuento). Y así llevamos ya varios meses con los precios rozando los 2 euros y sin que estén bajando como preveían.

Y es que se les ocurre poner un tope al precio del gas para que baje la electricidad, y lo que pasa es que la electricidad no baja nada y las compañías ahora te cobran un 40% más por ese ajuste del precio del gas, vamos, una ganga que estamos todos pagando ya en nuestras facturas religiosamente. Sí, el que pagara 200€ hoy paga casi 300€, ¡gran trabajo!

Y se les ocurre hacerse amigos de Marruecos justo ahora que dependemos tanto del gas de Argelia, prácticamente dejando a los saharauis a merced del marroquí para vendernos por un puñado de policías controlando las vallas de Ceuta y Melilla, ya lo pagaremos...

Y sube la inflación y no se les ocurre más que subir más las pensiones y los sueldos de los funcionarios, que los pagamos todos los demás, para que eso haga subir aún más los precios, y los pobreticos que trabajan en empresa privada, viven de subvenciones o no tienen ingresos, se quedan poco a poco en la pobreza más absoluta porque cada vez el pan vale más. Mejor que siga subiendo el pan y nosotros subimos los sueldos, así hasta infinito, hasta que usemos un trillón de euros para ir al mercado.

Y es que esos son los problemas que tienen que solucionar los políticos, más allá de primero enriquecerse ellos, cosa que ya han hecho. ¿Por qué no entretenerse resolviendo nuestros problemas y no pensando sólo en el rédito electoral dando minucias a las grandes minorías?

Tendemos hacia una crisis brutal y al mando hay cuatro charlatanes y palabreros, charlatanas e indocumentadas que apenas dan más que para balbucear cuatro medidas sin pensar si serán útiles o saber explicarlas medianamente; no digo ya el ser capaces de responder a una duda, pregunta o al más mínimo análisis de párvulos, que entonces: ¡no hay más preguntas! Si es que no toman una medida a derechas... que sí, que son izquierda, pero es que ni a izquierdas tampoco.

Y así nos va, mientras todo se hunde alrededor, vemos al vecino con las barbas peladas y no somos ni para pensar en remojar las nuestras, todo bien, yo a hacerme fotitos intentando parecer que pinto algo, y ríase la gente. Mientras tanto, la oposición frotándose las manos para su futura victoria sin dar ni una sola solución. Y mientras tanto, los socios de gobierno viéndolas venir, cuando hace tiempo que debían haber roto la coalición y convocar elecciones, pero no, la poltrona engancha, y cuatro medidas inconsistentes son suficientes para engañar a sus votantes pareciendo que sí que ha servido para algo el gobierno a dos. Vean las cifras y lloren, porque esas cuatro medidas no valen habernos vendido a todos los españoles al mejor postor.

En fin, hoy es un pataleo por el pataleo, sin más, un pataleo por ver las facturas subir y subir, y la nómina estable y estancada, los que la tenemos, que otros que cobran 0€ ven cómo el pan valía 65 céntimos y ahora casi 90... eso valdrá para los adinerados adulterados de los sindicatos, que sólo amenazan con huelgas para ganar lo que ellos llaman "mejoras en las condiciones", pero que quiere decir "pasta, más pasta" (dicho con cara de cerdito), pero para el ciudadano de a pie, que quiere vivir tranquilo y dentro de unas condiciones por encima de lo infrahumano, la situación se hace cada vez más insostenible, y si no: pidan una botella de aceite de girasol, de agua o de leche, y preparen la VISA...