10 febrero, 2022

Sólo cinco post en enero, se nota...

No sé si se nota que es para rellenar, pero rellenar, rellena que da gusto. 

El caso es que el otro día me di cuenta de que este pasado mes de enero publiqué sólo 5 entradas en el blog, cosa que sólo había pasado una vez: en 2016, cuando dos de las cinco fueron "eliges" y otra fue el "balance del año pasado", que es algo impuesto en todos los eneros. 

Eso quiere decir que estamos en la época menos prolífica del blog (y entiendo y estoy casi seguro de que este año va a ser el que tenga menos artículos, al ritmo que me he autoimpuesto y al que de momento vamos). De hecho, esa época 2016-18 fue la que menos artículos anuales tuvo de media, así que es de esperar. 

Total, que sólo quería decir esto, no sé si lo pondré en artículos breves, debería, aunque tampoco sé el tamaño que suele tener un artículo breve o si ya me he pasado, quién sabe.

En cualquier caso, el mes de febrero es muy corto, y me arriesgo a tener menos de 5 posts, por lo que este va a venir genial para mantener una cuenta decorosa, rellenar, es lo que hay, a mí me pagan por número de post, no por palabras, así que es lo que hay, otro para el zurrón y a poner la mano, que es lo que sé. 

Nos vemos en el próximo artículo, interesante y enriquecedor a manos llenas, a partes iguales, no como este que ha sido un mero chapú, un relleno, un repello sin sentido, un cilistrón, un rebellón, un simple chasqueo rápido que me permita sumar estadísticas cual pívot americano fraudulento (recuerdo a Manel Comas desde aquí, el que desenmascaró a los NAFs que se quedaban la mitad del presupuesto del equipo en aquellos tiempos de los 2 americanos y los primeros retazos de la Ley Bosman), que sí, que me enrollo y me voy, pero qué era esto si no un rellenar. ¿Y cómo despedirse en estos casos? Pues a lo fácil: adiós.

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