31 enero, 2020

Huída hacia adelante, el progreso

2020 ya, y todo en nuestra sociedad da la sensación de huída hacia adelante, de seguir buscando la evolución, el crecimiento a toda cosa que a todos nos da endorfinas y nos hace creer dioses, grandiosos gestores, exitosas generaciones o juiciosas promociones, todas dignas de merecer pasar a la posteridad por nuestra extraordinaria manera de manejar el mundo, todas dignas de pasar a la posteridad como las que no supieron parar el tren que iba a toda velocidad por una vía que no continuaba mucho más allá, cientos de metros más allá.

Es normal que en siglos pasados el ser humano se emocionase con el progreso, con los avances, que se volviera loco pensando en todo lo que estaba mejorando y quedaba por mejorar, cayese quien cayese, arrasáramos lo que arrasáramos. Pero hoy no, hoy sabemos mucho más y somos tan ilustrados que creemos que todo el conocimiento está en internet, y lo está, y a la vez somos tan tontos de no saber utilizarlo, porque el conocimiento actual, que se duplica año tras año, es un arma demasiado grande en manos de simples seres humanos, que son exactamente lo mismo que hace 10.000 años atrás, pero abrumados por toda esta nube de conocimiento que no nos deja pensar, que es inmanejable para gente que sólo vive unas decenas de años.

Y así, huímos hacia adelante en el primer mundo mientras el tercero y el cuarto se nos mueren, mientras piden ayuda y emigran hacia el nuestro recibiendo la patada después. Y mientras gente que no lo merece es inmensamente rica, otros simplemente sobreviven, en un mundo totalmente desigual con el que es difícil acabar. ¿Para cuando una cura para la ambición humana? ¿Para cuándo un gestor que no repita machaconamente el credo del "crecimiento"? ¿Para cuándo un portavoz que se congratule de que este año tenemos un "crecimiento cero"?  Ni subo ni bajo, sigo perfectamente instalado en mi bienestar, en mi normalidad, sea cual sea.



Sí, nos volvemos locos corriendo como pollos sin cabeza mientras dejamos olvidado lo importante, quizá pensando que nos quedan unos pocos años de vida, 90 ó 100 como mucho, y así seguimos sin pensar en los que vengan detrás, quizá porque sabemos que al final no estaremos ahí y dará igual, quizá porque sabemos que el fin está cerca y ya no merece la pena nuestro esfuerzo por ser ya inútil, quizá porque maricón el último y el último que apague la luz.

Y nos lanzamos como locos ya sea a una espiral de progreso o a una de ecología y veganismo, ya sea fabricando más y más armas, ya sea plantando más y más soja para alimentar a monstruosas vacas que luego nos comemos, ya sea llenando todo lugar soleado de placas solares y comiendo nada más que cosas de proximidad, ya sea educando a nuestros niños con métodos revolucionarios al modo "Un mundo feliz", nos lanzamos como locos hacia donde nos envían los que de verdad mandan, porque como siempre, a ellos eso les beneficia, a ellos siempre todo les beneficia, salvo el verdadero reparto de los recursos y los beneficios de los medios de producción, de la tierra, lo de siempre.

¿Para cuándo un impuesto del 90% a los que ganen más de 1000 millones, del 80% a los que ganen más de 100 millones, del 70% a los que ganen más de 10 millones y del 60 para los que ganen más de 1 millón? 
Así se repartiría de verdad la riqueza generada, y seguiríamos con un 50% para los de 100.000, y a partir de ahí, bajando de 20.000 en 20.000, (40% - 80mil, 30% - 60mil, 20% - 40mil, 10%-20mil), de forma que todo el que gane menos de 20.000 quede exento de pagar impuestos.

Ideas son que lo cambiarían todo, pero los que de verdad mandan no quieren, y los que se las dan de socialistas o luchadores por las clases medias y bajas no quieren porque ellos también se han institucionalizado y ganan tanto o más que aquellos ricos a los que odiaban.

Y así, peleándonos entre nosotros por tonterías, seguimos a la deriva, haciendo más o menos lo mismo que antes, viendo nuestros telediarios, el tiempo, la telebasura, y ahora atontándonos con los móviles, porque ya ni siquiera leemos, y preocupándonos por sacar tiempo para hacer deporte para alargar la vida un par de insignificantes años más viviendo en una residencia triste lejos de los nuestros, mientras que todo ese tiempo de entrenamiento podríamos haberlo pasado en la juventud con nuestros hijos. Paradojas de la vida en la que nos han metido, en la que nos convence de todo lo que ellos quieran, como paganinis pagafantas que somos y donde estamos metidos todos hasta el que les habla.

Huímos hacia adelante, manteniendo exactamente nuestro nivel de vida capitalista hasta el último día, justo el día anterior al crack que ya conocemos con exactitud, todos seguiremos como si nada nuestra vida, porque, ¿y si nunca nos morimos, y si nunca se va todo al garete? Y así, yendo siempre hacia adelante, siempre creciendo, siempre pensando en más, y más y más, caiga quien caiga, hasta que un día el tren llegue al final de la vía, y nos peguemos el guarrazo padre...

27 enero, 2020

Mis peores entradas (3)

Y la tercera aquí sigue...

--Peores post, del 201 al 300 (Septiembre-2008 a Noviembre-2009)

 En esta época me cuesta encontrar grandes errores, como no me costó en las dos anteriores. Sí que veo muchísimos pequeños y breves posts quejándome de los políticos, pero no puedo decir que sean malos, porque llevaba razón.

El primero que veo es sobre cómo vender la misma noticia durante 3 meses, en época del fichaje de CR7 por el Madrid, que ya suena pesado porque luego ha seguido durante años. Luego está el de Marta Domínguez, que luego era una mentira, lo que no quita para que ganase a muchas dopadas por entonces.

A partir de ahí, no sabría decir, hay alguno más sobre deporte, del que al final acabo arrepintiéndome por ser demasiado específico en el tiempo y perder pronto su actualidad. Lo interesante es que apenas he encontrado nada que eliminar y eso muestra la buena época productora que fue aquella.


Si pudiera borrar sólo uno: de los dos, borraría el de Cristiano Ronaldo, por repetitivo con otros y ya digo, por demasiado específico

Si pudiera salvar sólo uno: por tanto salvaría el de Marta Domínguez, que ahora no tendría sentido, pero que entonces lo tenía todo, sólo que el tiempo cura las heridas y da y quita razones.

22 enero, 2020

España vaciada herida de muerte

No somos demasiado conscientes, pero mi generación, la de los millenials (los verdaderos, los nacidos en los 80, aunque ahora se llame así a los adolescentes) es la última que va a recordar cómo era la España profunda, cómo eran los pueblos, cómo eran las profesiones artesanas perdidas, cómo se vertebraba esa península antes de que todos nos fuésemos a vivir a un puñado de ciudades que concentran el 80% de nuestra población.

La muerte de todo eso, de la España vaciada (o mejor: "La España abandonada"), es uno de los mayores atentados cometidos contra nuestra identidad, contra nuestro propio país, cuando sólo nos interesa salvar Cataluña, cuando al mismo tiempo es España la que se muere, la España rural que hubo siempre, cambiada de por vida por una España urbana que todo lo uniforma y lo despoja de su autenticidad.

Hoy en día ya muchos de esos pueblos de la España abandonada están en grave peligro de muerte, y es sólo cuestión de esperar a que la ley de vida se dicte, a que se supere la esperanza de vida, y hasta que el más longevo de sus "nacidos antes de la guerra" cierre por última vez los ojos. En algunos casos hablamos de pueblos con 2-3 habitantes, ya mayores de 80, que podemos dar por desaparecidos sin duda alguna, mientras que en muchos otros casos hablamos de pueblos con 100 ó 200 habitantes, donde ya no queda nadie menor de 60 que viva habitualmente en ellos, por lo que como millenials, efectivamente vamos a ver su cierre.



En mis viajes por esas provincias heridas de muerte (el top 15 son: Zamora, Cuenca, Orense, Ávila, Teruel, León, Palencia, Ciudad Real, Segovia, Lugo, Asturias, Jaén, Burgos, Cáceres y Castellón, que aparecen en este mapa interactivo que las señala en rojo de peligro) he podido visitar muchos de esos pueblos maltratados, algunos con menos de 50 habitantes, y muchos con excelentes monumentos, ya sean iglesias, castillos, fuentes, esculturas, con magníficos parajes naturales cerca, ya sean lagos, montañas, campos de lavanda, con enorme cultura, ya sea por la historia, ya sea por la gastronomía, ya sea por las fiestas que una vez al año aún los llenan, y con excelentes personas, pocas, muy pocas personas, encargadas ya maquiavélicamente de esa tarea macabra de apagar la luz y echar el cierre al pueblo, cuando el último de ellos expire.

Con ellos se perderá tanto... una manera de entender la vida, unas historias de lo que fue el pueblo, unas recetas "de la abuela" ya sean para comer o para remedios caseros, la sabiduría popular que no está en los libros, las palabras propias que ya no se escucharán jamás, profesiones que tan populares fueron y que ahora sólo existen en el diccionario y las novelas antiguas... Algunos intentan recuperar lo que pueden antes de que sea demasiado tarde (este artículo de viaje me parece interesante, recuperándolos mediante fotografías).

Recuerdo ahora, como decía de mis viajes, aquel paseo por Caracena (Soria), con rollo, iglesia, ermita y castillo, con mucho encanto y con apenas una docena de habitantes ya, donde sólo nos cruzamos con una señora mayor que iba a la puerta de la iglesia a coger cobertura. También es digna de recordar Mogarraz (Salamanca), de apenas 200 y pico almas, con aquellas caras de sus antiguos habitantes pintadas en las paredes. Algunos aún entre nosotros, y muchos un testigo de algo digno de preservarse de alguna manera. Otros como Medinaceli, Atienza o Pedraza, con mucha historia y peligro de muerte ya, cuando no hablamos de otros definitivamente vacíos como los de este artículo, muchos de todas esas provincias olvidadas. Sin ir más lejos, ya hablé de los de la provincia de Jaén, una de las más vaciadas, con muchos pueblos en peligro de muerte, e incluso algunos de sus "grandes pueblos" de toda la vida perdiendo población como locos, en una espiral que también los amenaza.



Es triste pensarlo: llenas de vida en los años 40 y 50, que empezaron a perder brutalmente habitantes por la falta de oportunidades y la emigración forzosa a las ciudades, donde generaciones enteras comenzaron a irse, y donde empezaron a no nacer niños de determinadas edades. Así, fue bajando la población, y primero fue el centro de salud que no llegó, luego los guardias civiles compartidos con otro pueblo, luego los cursos de la escuela que empezaron a fusionarse, después el párroco compartido con otros 3 pueblos, la farmacia cerrada, la desaparición del penúltimo cajero automático, el médico, los viejos artesanos y también definitivamente la escuela. Con todo eso empezaron a fundirse a negro muchos de nuestros pueblos, aún vivos porque aquellos que no se fueron aún no han muerto, muchos nacieron antes de la guerra (lo que supone ser mínimo octogenario ya), y aguantaron porque supieron sobrevivir y se enraizaron tanto que todos fueron uno, pero no podemos olvidar que ley de vida es.

Intentamos pensar cómo salvarlos de la quema, pero desde nuestro capitalismo urbanita sólo se nos ocurren más y más inventos que sólo son posibles desde nuestro punto de vista. Lo de dar casa y 20.000 euros a una familia que se establezca aquí con al menos 2 niños sólo es pan para hoy (y sólo para algunos), porque probablemente esos 2 niños abandonen el pueblo apenas tengan que estudiar y sus padres seguramente tengan que hacerlo con ellos. Lo de irse 10 parejas a un pueblo en plan comuna hipie también está bien, pero pasará exactamente lo mismo, y si al final al menos se quedna 5 de sus hijos a vivir, a la larga igualmente el fin llegará.  ¿Quizá montar empresas turísticas, casas rurales, senderismo, hacer jabones? Sí, no deja de ser un negocio que está bien que se ponga en marcha, pero de ahí sólo va a comer un puñado de gente, que tendrá que pedir por internet, que tendrá que desplazarse lejos al médico, etc, etc... nuevamente soluciones sin futuro.

En muchos casos estamos hablando ya de "muerte cerebral", son pueblos de menos de 500 habitantes donde el 50% es mayor de 65 años, y donde en ciertas edades ya no hay ni un sólo niño. Ya es imposible atraer suficiente gente como para salvarlos más allá de un par de empresas turísticas que mantengan eso como aldea dedicada al ocio; ya no tiene marcha atrás al no haber niños, y si tienes pocos, tampoco, porque se irán.

Pero voy más allá: ¿qué pasa con muchos pueblos que ahora tienen 2000-3000 habitantes y donde hay 800-1000 personas de más de 65 pero sólo 150 de menos de 15?, pues si obviamente hacemos cuentas y sumamos la probable emigración a la ciudad, tenemos que en 30 años serán ya menos de 1000, es decir, también en vías de extinción.



Una de las medidas estrella podría ser la itinerancia de servicios básicos, cosas que a uno le hacen pensar en dejar el pueblo, la falta de medios. No tiene sentido que no haya una farmacia o un cajero automático, o incluso superfluidades como un cine. Todo eso se puede llevar a cabo con un camión que venga al menos una vez en semana, pero también haría falta la presencia de la administración, que online permitiría no tener que desplazarse. ¿Problemas? Pues seguiría habiendo muchos, sobre todo una vez cubiertas las necesidades básicas estaría la falta de variedad en el ocio, y por supuesto lo lejos que quedaría la civilización: los pueblos que se quedan incomunicados por la nieve tendrían poco futuro, los pueblos a más de 2 horas de la capital, igual, pero al menos habría que salvar al resto si es posible.

Por supuesto, tenemos que poder ir a comprar (tiene que haber dónde), tenemos que poder llevar al niño al pediatra (mínimo tiene que pasar uno 2-3 veces en semana), tenemos que tener consultorio médico al menos 4 días a la semana, tenemos que tener internet en condiciones y tenemos que tener por supuesto un bar, lugar de encuentro, algo obligatorio. Los niños han de poder asistir a la escuela, de algún modo. Quizá no todos los días desplazarse al pueblo "grande" cercano, sino que incluso algún día puedan quedarse en el suyo y hacerlo "online", sería una manera de evitar tantos desplazamientos, pero igualmente, el transporte no deberían hacerlo los padres, sino que sería gratuito y puesto por el gobierno autonómico...

En fin, son medidas, ya inútiles para muchos de ellos que no tienen niños ni juventud para tenerlos. Sólo son cadáveres andantes que comenzaron a morirse tras la posguerra y con el nuevo sistema económico de ¿progreso? que a España llegó, y que luego simplemente hemos acabado matando entre todos. Para muchos ya no hay solución, ¿estamos dispuestos a luchar por el resto, o vamos comprando una vivienda a precio desorbitado en los suburbios de Madrid, Valencia, Málaga, Sevilla, Barcelona, etc...?  A tiempo estamos.

16 enero, 2020

Desmontando la mentira de las subidas de pensiones

No hacemos más que evitar hablar del tema, más que plantar eufemismos, más que preconizar un "todo se arreglará sólo", mientras nuestro sistema actual de pensiones no aguanta el más mínimo análisis. Hay que cambiarlo ya, sí o sí, y para empezar algo muy importante, que es la tremenda injusticia de la subida porcentual de las mismas.

Os voy a plantear un escenario en el que podríamos ahorrar cada año 500 millones de euros (puede que más), lo que ahora mismo supone la cuarta parte de la hucha de las pensiones, que ya es decir. Otra cosa es que a alguien le interese perder votos por esto, que es lo único...

Brevemente y siendo claros, algunas cifras previas:

-La pensión media de jubilación actualmente en España es de unos 1150 euros.
-Hay unos 9 millones de pensionistas, cifra que va a subir muchísimo en el futuro.
-El 60% de los pensionistas cobra menos de 1000 euros.
-Casi un 15% cobra más de 2000 euros.
-La subida de las pensiones se va a hacer siempre con el IPC.
-Con un mínimo de conocimiento de números, se observa que si subimos la pensión en porcentaje usando el IPC, cada año, la pensión de los que más cobran subirá más que la de los que cobran menos (injusticia brutal que debería estar incendiando las calles ahora mismo, pero que da igual a todo el mundo porque somos anuméricos)
-En la hucha de las pensiones quedan actualmente unos 2000 millones de euros.



Bien, basándonos en la desigualdad ya comentada que beneficia a los más ricos y perjudica a los más pobres, planteo un sistema para evitar esto, que además nos ahorraría miles de millones de esta hucha.

Antes de empezar, entendamos que los números que pongo son aproximados, de ejemplo podríamos decir. Y no han de servir para invalidar el sistema por no ser exacto ahora mismo, sino para pensar que realmente podría ser muy interesante implantarlo.


Si subimos todas las pensiones en porcentaje, dentro de 10 años, las pensiones habrán subido más o menos un 10%. (por ejemplo, los que cobran 700 al mes ahora ganarían unos 770, y los que cobran 2000, ahora ganarían 2200; sí, le damos 130 euros más al que más cobra y nadie dice nada).

¿Qué pasaría si ajustáramos este desigual sistema para que las pensiones siempre suban lo mismo para todos?

Sería tan fácil como poner un índice de referencia, como podría ser el salario mínimo interprofesional. Cada año y usando como referencia el salario mínimo, se calcularía la subida de pensiones. Así, si el salario mínimo es de 900 euros y el IPC sube un 1%, el año que viene TODOS los pensionistas ganarían 9 euros más (en vez de 7 euros para los de 700 y por ejemplo 24 euros para los de 2400 euros).



Además, como decimos, esta subida hecha con el salario mínimo haría que las pensiones más altas subieran mucho menos que ahora. Por ejemplo, ese 15% de pensionistas que cobra más de 2000 euros, en vez de subir a 2020€, se quedaría en 2009€, con el ahorro anual de 11 euros al mes, por 14 pagas y por un millón y medio de pensionistas. Total, un ahorro de 231 millones al año sólo por ese 15% de pensionistas (que probablemente sea superior teniendo en cuenta que hay gente que cobra 2500 al mes de pensión y que pronto estos de 2000 serán más del 15% que hablamos).

A eso, habría que sumar el ahorro que se produciría en un 25% de pensionistas (los que cobran más de 1000 y menos de 2000), que si plantamos la media en unos 1400 euros, ganarían 9 euros más al mes en vez de 14 como hasta ahora. Las cuentas pues igual: 5 euros ahorrados x 14 meses x 2,25 millones de personas. Total, un ahorro de 157 millones al año ahorrados por ese otro 25% de pensionistas.

Respecto al restante 60%, parte de ellos ya cobran más del salario mínimo, así que estos compensarían al resto que sí que cobrarían con el nuevo sistema más o casi lo mismo que hasta ahora, por lo que el ahorro anual total podría rozar los 500 millones de euros, es decir, la cuarta parte de la hucha actual.

Entiendo que los técnicos del ministerio habrán ya hecho antes estas cuentas, pero como ellos son los que van a cobrar estas pensiones altas, les importa un carajo. Entiendo también que los ancianos que se manifiestan a favor de la subida de pensiones aplicando el IPC no entienden demasiado del tema, porque si lo hicieran mandarían al carajo a esos que ganan 2500 y que ganarían 3 veces más en esa subida porcentual. Entiendo que a nadie le interesa, y como eso veo, simplemente lanzo la botella al mar, como siempre, a claras sabiendas de que cuando me jubile dentro de algo más de 30 años, pensión no tendré, y muchos de vosotros tampoco, porque mientras, todos estos: técnicos y pensionistas actuales de alta prestación, se lo funden tan campantes sin acordarse de los demás, faltaría más.

10 enero, 2020

Fin de década, los años 10

Hoy aparezco por aquí brevemente, sólo para comentar un hecho curioso en este caso, y es que el post de "fin de década" como primera década del siglo XXI lo hice en enero de 2011, ya que la primera década del siglo acabó el 31 de diciembre de 2010, pero si dividimos las épocas como se suelen hacer la cultura popular al modo: "los años 20", "los años 80", etc., los años "10" del siglo XXI son los que van desde el 1 de enero de 2010 al 31 de diciembre de 2019. Por tanto, 2010 estaría a la vez en "los años 10" del siglo XXI y en "la primera década" del siglo XXI. Cosas del año cero...

Como podréis adivinar: sí, el año 2000 está a la vez en el siglo XX, y en los "años 00" del siglo XXI, otra genial paradoja causada por la concurrencia a la vez del lenguaje, la costumbre, la historia y las matemáticas, que no siempre se llevan bien (más de uno implosionará al leer esto, pues incluso hay una liga de "intransigentes" en redes sociales que no son capaces de ver los matices que existen cuando no hay verdad absoluta, y sostienen que el año 2000 forma parte de los "años 90" sin bajarse del burro o reconocer que podría haber otros modos de verlo, así que cuidado si se los encuentran).

Total, que la semana pasada se nos fueron los "años 10", y por fin estamos en "los felices años 20", que en el siglo pasado así lo fueron, y seguramente y por qué no, lo serán, y buen momento es para recordar lo bueno o lo interesante que dejamos atrás cada uno de esos años comenzados por "201..." lo que sea.



Por mi parte, y dado que ya hice el resumen en 2011, esta vez podría mantener el criterio y volver a hacerlo en 2021 (ya acabada la segunda década del siglo) o quizá, quién sabe, cambie el criterio y haga el resumen ya, en 2020, acabada ya la década de "los 10" (o decenio, que es más preciso y enfada menos a los intransigentes del pensamiento único). En cualquier caso, dos criterios válidos y no excluyentes hay (salvo anumerismo, analfabetismo o incultura), según tengamos en cuenta una u otra cosa. Para ellos: sigan peleándose. Para el resto: ¡Felices años 20!

05 enero, 2020

15 temas bomba para discutir (13- Mascotas)

Hoy le llega el turno al tema número 13, mal número si no crece, pero siendo hoy día distinto de martes o de viernes (para anglosajones), no hay problema en dar a luz un post situado en ese lugar. El turno es el de las mascotas, esos bichos con los que compartimos nuestra vida.

Desde siempre hemos sido muy de mascotas, muy de domesticar animales salvajes, que poco a poco han ido haciéndose parte de nuestras vidas, dándonos, ya sea simplemente cucamonas, yendo a por nuestro frisbee, alimentándonos de huevos y leche, ayudándonos a pastorear o divirtiéndonos con sus cantos y silbidos.

Ojo, también habría un poco que aclarar a qué nos referimos por "mascota", pero en este caso hablaremos tanto de los típicos animales domésticos que viven con nosotros dentro de la casa, y los animales domesticados que por razones de tamaño, tipo de vida o higiene, viven al lado, ya sea en cobertizos, cuadras, pocilgas, etc... Incluso poco a poco, cualquier animal por salvaje que sea es susceptible de ser domesticado (o al menos de tenerse en casa). De hecho, los antiguos esclavos, pese a ser hombres, no serían más que mascotas de sus dueños, por desgracia, pero es así.



Es un hecho que a muchos no les gustan las mascotas, por lo que en un mundo que tiende a cuidar cada vez mejor a los animales, entramos en confrontación entre los que ven absurdo tanto trato a 'simples bichos' y los que los aman incluso más que a los propios humanos.

En cualquier caso, no habría mejor manera de definirlos como 'amigos', pese a que algunos a veces no los traten como tales y acaben maltratándolos impunemente.

Echemos un vistazo a los puntos principales a valorar:


1-Cuál es exactamente la discusión: La discusión es un poco ese "mascotas sí - mascotas no", y depende muchísimo de la naturaleza de cada uno, por lo que a unos les parecerá inimaginable la vida sin ellas, y a otros les dará exactamente igual, pero incluso a otros les parecerán muy molestas (ladridos del perro del vecino, gatos que se te suben a los zapatos y los estropean, canarios que molestan de noche, etc...

Al final es importante la conciencia ecológica o naturalista de cada uno, por lo que los "verdes" suelen ser más dados a tener mascotas que los "no verdes".


2-Posturas posibles:  Por un lado tenemos los favorables, que tienen por supuesto mascota, y que cuando pueden consiguen aún más. Estos son los que luego por supuesto hablan de ellas sin parar y los consideran uno más de la familia. Por supuesto para ellos las mascotas son innegociables y son compañeros y amigos fieles por lo que no podrían vivir sin ellas.

Por otro tenemos los desfavorables, pues es sabido que las mascotas tienen muchos 'contras' (aunque algunos son incluso menos chungos que el tener hijos). Por un lado está el tema de la muerte de la mascota, que suele ser un drama familiar, a menudo infantil, que suele hasta dejar secuelas y que muchos quieren ahorrar a sus hijos. Luego está el de su cuidado, ya sea sacándolos a pasear, ya sea teniendo que llevarlos al veterinario, ya sea lavándolos, adecentando su jaula, terrario, acuario, casita, etc...

Aparte, algunos piensan que poco a poco estamos dando a los animales más derechos, y al final se da la paradoja de que un perro del primer mundo llega a tener más derechos y calidad de vida que un ser humano del tercer mundo, ¡hasta dónde vamos a parar!

De ahí a maltratar animales, hay un trecho.



3-Matices posibles:  No diría que haya un matiz, aunque quizá el tipo de animal es importante, pues no es lo mismo un Fox Terrier que un cerdo vietnamita o una cobaya, para bien o para mal.

Además, depende mucho del dueño, pues no es lo mismo un Doberman en manos de un nazi que un salchicha en manos de una señora normal de Murcia, si es que no es normal ver nazis en Murcia, a saber, hace 10 años que no voy por esa bonita ciudad.

Para mí, el matiz sería que la discusión no es lo mismo si hablamos de una mascota en la alta sociedad o en los bajos fondos, pues el cuidado no es el mismo, llegando posiblemente a hablarse de maltrato en algún caso. Para tener una mascota mal cuidada, no la tengas.


4-Historia: La historia de las mascotas viene desde la edad de piedra, cuando los seres humanos comienzan a hacerse sedentarios y tratan habitualmente con animales fáciles de domesticar, como perros, cabras y ovejas, ya sean como animales de compañía unos y como fuente de alimentación o abrigo otros.

Se dice que los egipcios fueron quienes domesticaron por primera vez a los gatos, y bueno, por supuesto tenemos que hablar del caballo como animal doméstico, medio de locomoción y máquina de guerra... ¿Lo podríamos llamar mascota?  Supongo que sí, porque está domesticado y vive con nosotros (o al lado en la cuadra). Las más típicas en las casas, una vez pasó la vida de los pueblos a las ciudades, fueron los perros y los gatos; pero con la disminución de tamaño del hogar que ello conllevó, comenzaron a surgir enjaulados como pájaros, peces o cobayas, haciéndose muy comunes.

En la actualidad hay muchos locos por ahí que tienen serpientes, ranas venenosas, mapaches, jabalíes y bichos así. Se les podría llamar mascotas, lo son, pero rizan el rizo en cuanto a su domesticamiento...


5-Frases míticas: "El perro es el mejor amigo del hombre","cuanto más conozco a los hombres, más quiero a mi perro". "Mientras más gatos, más ratones". "El ojo del amo, engorda al caballo". "A caballo regalado, no le mires el diente", etc...

Y en cuanto a aforismos:

"Si tener alma significa ser capaz de sentir amor, lealtad y gratitud, los animales son mejores que muchos humanos " (James Herriot)
"Los perros nunca me muerden, solo los humanos" (Marilyn Monroe)
"Los animales son mis amigos y yo no me como a mis amigos" (George B. Shaw)


6-Mi experiencia: Aquí sí es verdad que prácticamente me tendría que callar, porque mi única mascota es un peluche de Navidad llamado Renia, aunque también es cierto que al menos vivo encima de una clínica veterinaria.

En mi familia siempre hubo algún perro, pero antes de yo nacer, ya fuera Lobi o Pitilillo. Sólo recuerdo tener un par de canarios de pequeño, que volaron, una tortuga que no estaba enjaulada y se escapó, y 6 peces que tuvimos en la piscina y cambiábamos en el verano a otra más pequeña, que murieron asfixiados. Bagaje pobre...

Luego, desde siempre disfruté de las mascotas de los demás, ya fuera Silvia, perra de mi concuñada, Luci y Canela, perras de mis vecinos, Baloo o Laida, perros de Santi o Richard Lipili, cobaya de mi familia política. Además, siempre tuvimos gatos más o menos domesticados pero nunca de nuestra entera propiedad, revoloteando por el chalet, entre ellos el más famoso siempre fue Supergato.

Total, que se entiende que si ahora no tenemos es porque no somos mascoteros, no pasa nada, no hemos matado a nadie por ello. No tiene sentido para mí tener un perro para hacerte la vida imposible saliendo a pasearlo a las tantas de la madrugada, ni amargar los demás con ladridos, ni tener todo perdido de baba ni los sillones manchados permanentemente (igual para gatos). Eso sí, obviamente la parte buena que ello tiene, compensa, pero insisto en que si se le tiene, hay que tratarlo bien, y no siendo algo seguro, prefiero dejarlo como está.  En cuanto a una cobaya, pez o canario, no tendría problema alguno, la verdad, pero serían más "de perfil bajo" en cuanto a inteligencia o interacción posible.


7-Resultado habitual: En este caso no creo que haya demasiada rivalidad, pero los no mascoteros a veces se quejan mucho de que los mascoteros reivindican muchísimos derechos, ya sea meter la mascota en un restaurante, en un autobús, hospitales, playas, etc... Y los mascoteros piden lo contrario.

Más allá de ahí, cada uno en su casa hace lo que quiera mientras no molestemos a los demás, ahí se zanja todo.


8-Qué dicen los imparciales: Aquí tendríamos que preguntar a alguien sin mascotas pero que respete a los que las tienen, o viceversa. En este caso me he reservado esta parte, la dejo desierta, porque al final uno u otro lado serían parciales hacia su zona, simplemente es cuestión de respeto como decía antes: cada uno en su casa sin molestar a los demás, a partir de ahí tú decides.



9-Qué dice este blog: La verdad es que he rebuscado tanto por "animales", como por "perros" y "gatos", y no he visto demasiado del tema. Supongo que es algo que suele ser bastante interesante y debería aportar más sobre ello en el blog (pese a tener un apartado naturaleza y hablar de mis linces).

Lo único que he podido sacar en claro es cuando hablamos del ratoncito de Susanita, y de eso ya hace mucho.

10- Otros: Simplemente recordar la cantidad de programas de televisión sobre mascotas que ha habido, ya sea el Waku Waku (de Chicho) que dio a conocer a Nuria Roca en los 90, el +Cotas actual de Televisión Española, el programa de adiestramiento canino de Cesar Millán (El Encantador de Perros), el nacional Malas Pulgas, el Pelopicopata o el Mascoteros de Onda Cero. Todo un mundo, toda una industria, toda una economía en torno a las mascotas, que cada vez cobran más importancia.

Como anécdota, esta pasada Navidad recuerdo la noticia de las cestas de Navidad para animales que vendía una empresa andaluza. Estaban arrasando con cestas entre 10 y 30 euros, con productos para los animales. ¿Nos estamos volviendo todos locos, o es que realmente la satisfacción que nos da el animal es mejor y más duradera que nuestros propios amigos o familia? Ahí lo dejo.

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Otras entradas de la serie "15 temas bomba para discutir":
0- Introducción
1- Fútbol
2- Matrimonio
3- Cigarrillo
4- Homosexualidad
5- Amistad hombre-mujer
6- Cirugía estética
7- Manipulación genética
8- Pena de muerte
9- Aborto
10- Igualdad de Género
11- En qué gastar el dinero
12- Tecnología
13- Mascotas
14- Religión
15- Política