27 diciembre, 2022

La que fue mi habitación

 Sentado estoy leyendo una novela de aventuras, medio tumbado, podría decirse, apoyada la espalda en un peluche que está colocado encima de una manta que a su vez descansa sobre la almohada de una cama.

Algo me es familiar en todo esto, pero no sabría decir qué, si la cama, si la distribución de la habitación o si yo mismo soy el que me produzco dicha familiaridad.

Hace unos minutos que me encontré a gusto conmigo mismo y el universo y miré de pronto hacia uno de los anaqueles buscando un libro que llevarme al cerebro, y ahí estaba: un libro de prodigiosas aventuras de la editorial Planeta, nuevecito no, porque en su tiempo formó parte de la biblioteca de un col-legi (colegio) catalá. Ahí estaba, reluciente y brillante, ya con cierto olor a viejo, diciendo "léeme", y ahí que lo cogí y me tumbé.

Estaba yo paladeando las aventuras prodigiosas acaecidas en el mediodía francés, cuando caí en la cuenta de que esta y no otra, era mi habitación, la habitación en la que crecí, en la que tuve mis primeros sueños y pesadillas, pero no recordaba nada de nada, ni la distribución, ni el armario, que ahora era blanco impoluto, ni la mesa de noche, que también lo era, ni ese estante que jamás estuvo ahí...

No recordaba que la cama se moviera tanto, ni que tuviera debajo un segundo colchón, supuestamente para las visitas, tampoco había un escritorio de estudio, y por supuesto la silla no estaba ahí. No digo más, la lámpara no es la que era y los interruptores de la luz parecían haberse modernizado...

Y seguía buscando hasta dar con las cortinas nuevas, el riel y las ventanas de recién puesto PVC con aislante maravilloso, y seguía mirando sin encontrar nada, incluso viendo la presencia de un aire acondicionado que nunca estuvo ahí, de un sinfonier que jamás existió, de dos figuras en donde hubo cuadros y de la simple nada donde hubo una alcayata...

Y sin embargo, tenía claramente la idea de que estaba en mi habitación, genuinamente y sin lugar alguno a dudas, lo era, aunque en ella no había ni una sola cosa que hubiera permanecido igual, y yo tampoco, claro... No podría incluso ni contar las paredes, por ser de otro color, y como mucho el suelo, el techo, el rodapié y la puerta podrían asemejarse algo...


 

Sin duda: era mi habitación, aunque mi habitación hubiera cambiado totalmente, del todo, como también yo sigo siendo yo aunque no quede prácticamente ni una sola célula en mí de las que hace 40 años existían, y sin embargo, yo soy yo, sí, sin lugar ninguno a dudas.

Y pienso que algún día mi habitación dejará de ser mía, porque será de otro, y sin embargo, igualmente e incluso así, será mi habitación.

Y pienso en qué pasará dentro de un siglo, cuando no exista ni el edificio, y aún así, seguirá siendo mi habitación.

Qué pasará cuando la especie humana ya no sea siquiera un recuerdo, cuando el planeta no exista, cuando incluso el Universo no se parezca en nada a lo que es, y aún así, y a pesar de todo ese exagerado giro: seguirá siendo mi habitación.

Porque nunca dejaremos de ser, porque si alguna vez existimos, ya para siempre habremos dejado huella, porque es, fue y será, porque nosotros también lo fuimos, lo somos y lo seremos. Esto es un simple canto a la existencia, a la que no necesita confirmaciones en plan filosofía de Descartes, un existir porque sí, ¡qué si no...! Incluso tú que me lees y tu habitación existís lo creas o no, y así termino recordando nostálgico aquella, que fue mi habitación...

22 diciembre, 2022

Apellidos de Porcuna (2)

 Hoy continúo con esta segunda entrega de las entradas sobre los apellidos de Porcuna. En este caso vamos con 5 apellidos que tampoco han sido nunca muy comunes, aunque algunos con una dilatada historia en el pueblo:


LEAL 

Apellido que llevan unas 40.000 personas en España, siendo su origen antroponímico una valiosa cualidad de la persona. 

Lo vemos por primera vez en Porcuna en 1671, con un nacimiento de una hija de Luis Leal y María Peláez, sin continuar. 

Llega con más fuerza en 1735, tras la boda de Simón Gómez Leal, de Valenzuela (Córdoba), y Francisca Bellido Corpas, de los que llegará a casarse algún nieto llevando todavía el apellido (por haberse heredado aún al modo antiguo de coger ambos apellidos paternos).

Precisamente, este Simón Leal aparece en el Catastro de Ensenada de 1752 como única persona que lleva el apellido en el pueblo, figurando como Alcalde de la Santa Hermandad. 

Volvemos a verlo a partir de 1882, cuando nacen varios hijos de Nicolás Díaz y María Ángeles Leal, de Montoro (Córdoba). Años después veremos casarse a varios de ellos y a otros que habían nacido aún en Montoro. Todo ello lo extenderá bastante la primera mitad del siglo XX, pero desapareciendo rápido al haberse heredado por vía materna. 

Ya en la segunda mitad de siglo XX y primera del XXI llegará desde Madrid o Ávila, pero sin continuación. 

 

PANCORBO

Apellido que llevan actualmente unas 2900 personas en España, siendo la mitad de ellas nacidas en la provincia de Jaén. Su origen sería toponímico, procedente de una localidad de Burgos. 

Lo vemos por primera vez en Porcuna en 1729, cuando se casan Juan Pancorbo Moya, de Jaén, e Isabel Torres, sin que veamos continuación en la descendencia. 

En 1740 veremos el matrimonio de Gregorio Pancorbo López con Jerónima de Arjona, casándose él de nuevo en 1745 con Rosa María Maderero. Precisamente Gregorio Pancorbo aparece en el Catastro de Ensenada de 1752 como Oficial segundo de contaduría de la Mesa Maestral, con un sueldo de 1311 reales.

De ambos matrimonios tendrá amplia descendencia, llegando a casarse hasta 8 de sus nietos en Porcuna entre 1785 y 1814, hijos de Luis Benito Pancorbo Arjona (que fue escribano del Ayuntamiento) y Ana María Bellido Hueso. De ellos solo un varón: Felipe Pancorbo, casado con Benita Ocaña, y hasta 7 mujeres, que lógicamente tendrán una descendencia que acabará por perderlo. 

En la siguiente generación ya solo aparece el matrimonio de un nieto de Luis Benito Pancorbo que lo lleve como primer apellido, de otro hijo que se había casado fuera de Porcuna: Gregorio Pancorbo. Se trata de Juan Pancorbo Montes, casado en 1856 con Ana Solís Pancorbo, sin que veamos continuación en esta rama familiar. 

El apellido llegará en el siglo XX desde lugares como Escañuela o Torredelcampo (Jaén), también sin continuar. 

En los libros antiguos lo vamos a ver también como “Pancorvo”. 

 

PARRÓN 

Apellido poco común que llevan algo menos de 3000 personas en la actualidad. 

Llega a Porcuna por primera vez en 1744, cuando se casan Francisco Parrón Palomo, de Lopera (Jaén), y Teodora Bellido Garrote. Precisamente él es la única persona que lleva el apellido en 1752, cuando se elabora el Catastro de Ensenada, apareciendo con el trabajo de jornalero. 

Décadas después se casarán cuatro de sus hijos varones, lo que expandirá enormemente el apellido en las décadas siguientes. A pesar de ello, a mediados del siglo XIX empieza a ser heredado mayoritariamente por vía materna, lo que acabará por ser su perdición. 

Así, el último matrimonio en el que el marido lo lleva como primer apellido es en 1870, de Eduardo Parrón Anera (tataranieto de Francisco Parrón) y María Jerónima Torres Caballero. 

Finalmente desaparecerá del todo a mediados del siglo XX cuando fallece la última persona que lo llevaba, ya como segundo apellido, tras más de 300 años de existencia 

 

RAMOS

Apellido que llevan actualmente unas 295.000 personas en España. Su origen no está claro, pero podría estar relacionado con alguna festividad religiosa. 

En Porcuna lo vemos puntualmente en dos ocasiones en el siglo XVI, con hijos de Juana Ramos y Pedro Gutiérrez en 1566; y de Domingo Ramos y María Ramírez en 1568. 

Curiosamente, en 1595 aparece la boda de un hombre llamado Domingo Ramos, quizá relacionado con el anterior. 

A lo largo de las primeras décadas del siglo XVII lo encontramos en algunos bautismos de hijos de María y Juan Ramos, pero sin continuidad. 

Es a partir de 1662 cuando llegan las ramas actuales a Porcuna, ya que nacen varios hijos de Alonso Ramos Fernández y Catalina Quero León, dos de los cuales se casan en Porcuna, extendiendo el apellido hasta nuestros días, cuando aún hay personas que lo llevan en primer lugar. 

En el Catastro de Ensenada en 1752 aparecían ya los jornaleros Cristóbal, Benito y Vicente de Ramos, la viuda de Benito Ramos, el sacristán mayor Bartolomé de Ramos y Luciana de Ramos. 

El apellido no ha llegado a ser nunca muy frecuente, siendo habitual que solo haya estado presente en una o dos familias en cada generación, pero a pesar de eso ha conseguido sobrevivir casi 400 años ya. 

Un nombrajo habitual derivado del propio apellido es el de “Ramicos”. 

 

SEGURA 

Apellido que llevan actualmente unas 77.000 personas, siendo su origen claramente toponímico, en uno de los lugares que se llaman así, por ejemplo en Jaén, Guipúzcoa o incluso en Murcia. 

Lo vemos ya en el siglo XVI, cuando en 1579 nace un hijo de Catalina Segura y Lorenzo Carvajal. También, a partir de 1581 nacen una docena de hijos de Mariana Segura y el regidor Pedro Hurtado Banegas, sin que haya podido continuar en ningún caso.

No volveremos a ver el apellido hasta el siglo XX, cuando llega en varias ocasiones procedente de Almería, Navas de San Juan (Jaén) y Jaén capital, de donde proceden los que hoy existen en Porcuna, aunque la mayoría heredándose por vía materna, por lo que no está garantizada su continuidad futura. 

 

Continuará...

18 diciembre, 2022

Post invitado (1): hoy escribe la ChatGPT

 Como muchos sabréis, la ChatGPT es una ...  Bueno, mirad, dado que hoy en día existen herramientas como esta, es absurdo que los humanos sigamos perdiendo el tiempo escribiendo, escribiendo entradas en el blog, escribiendo libros, escribiendo en exámenes, escribiendo cartas, escribiendo noticias o escribiendo tonterías, dado que podemos pedírselo a estas tecnologías. 

Por eso, va a ser ella la que se autopresente en este post invitado de hoy, primero de la historia en mi blog, con todos ustedes, la chatGPT:

"La inteligencia artificial Assistant de OpenAI es una novedad tecnológica futurista que está revolucionando la forma en que las personas obtienen información y resuelven problemas. Assistant es una inteligencia artificial entrenada por OpenAI, una organización líder en el campo de la inteligencia artificial.

Assistant es capaz de responder preguntas y proporcionar información sobre una amplia gama de temas, desde tecnología y ciencia hasta historia y geografía. También es capaz de ayudar a las personas a resolver problemas y tomar decisiones, haciendo uso de su capacidad para analizar y procesar grandes cantidades de datos.

Lo que distingue a Assistant de otras inteligencias artificiales es su capacidad para aprender y adaptarse a nuevas situaciones y contextos. A medida que se le expone a más información y se le hacen más preguntas, Assistant mejora su conocimiento y habilidades, lo que le permite proporcionar respuestas más precisas y útiles.

Además, Assistant también es capaz de comunicarse de forma natural y fluida, lo que le permite interactuar con las personas de manera más eficiente y efectiva. Esto hace que Assistant sea una herramienta valiosa tanto para el usuario individual como para las empresas que buscan obtener información y resolver problemas de manera rápida y precisa".

 

Bueno, pues no ha estado mal, claramente se ve un futuro oscuro para los creadores de contenido, porque esta "chica" escribe ya mejor que Rajoy, aunque es verdad que podría ser que todo haya sido copiado previamente por si le hacen una pregunta. Por si acaso, hagámosle un par de preguntas de control:

 PREGUNTA 1

 

CONCLUSIÓN: Ha discurrido bien, y aunque me parece que se me mueren los marinos, me habla de una dieta rica en vitamina C que sería la solución menos mala

 

PREGUNTA 2

CONCLUSIÓN: Cagada gorda, malentendido y confusión total, aparte del desconocimiento de una de las tapas más ricas de toda España. El problema es que no puede usar internet por lo que sólo se vale de la información que se le ha introducido previamente. Cuando pueda acceder a internet supongo que será mucho más fiable.


Finalmente le voy a pedir que me haga los deberes a ver qué tal, y ahí os dejo por hoy, parece que tengo los deberes hechos sin esfuerzo, más tiempo para jugar, ¡guay!...


13 diciembre, 2022

Las peores empresas del año 2022

Si cualquier gaceta o revistilla que se precie tiene a bien redactar una lista anual de las mejores y peores empresas, por qué iba a ser yo menos. Además, es algo que no había hecho hasta ahora en esta humilde bitácora, por lo que por una vez vamos a innovar, que es infinitivo.

En este caso, lógicamente no me voy a basar en una serie de encuestas realizadas a los usuarios de la OCU ni nada de eso, qué mejor que mi propia experiencia, que como usuario medio ya de por sí es significativa. 

Como veréis, la lista no varía mucho de lo habitual, empresas que se aprovechan de nosotros, que se creen por encima del bien y del mal, que tienen total respaldo gubernamental y político para aprovecharse de nosotros y beneficiarse económicamente del Estado, haciendo todo tipo de maniobras que rozan y superan por mucho lo ético y que en cualquier país mínimamente democrático o que piense en sus ciudadanos estaría claramente censurado y penalizado, pero esto es España, así que ajo y agua que se suele decir.

Vamos sin más con mis nominaciones y premios de este año 2022 a las peores empresas:


**Premio al cinismo más absoluto, premio a la "impunidad total": 

 


Empresa de telefonía líder en España que hace y deshace a su gusto. Suele tener precios desorbitados que maquilla con supuestos grandes descuentos. Su atención al cliente es regular, siendo frecuente recibir un trato borde e incluso prepotente. Es habitual que cometan errores a su favor en facturas, permanencias no deseadas o subidas de precio que luego es difícil solucionar. Aparte, normalmente "pierden" las grabaciones de llamadas que les suelen perjudicar.

Antes de otorgar este premio me quedo con un par de frases míticas que me han dicho en Atención al Cliente este mes pasado:

-"Los comerciales de Vodafone a veces mienten para conseguir vender más".

-"El departamento de fidelización son los todopoderosos de verdad, aunque en todas las llamadas a atención al cliente (incluso hablando con supervisores) no te hayamos podido hacer una oferta mejor, cuando pidas la portabilidad, ellos te llamarán y sí te harán una buena oferta".

El caso que me ocupa es fácil de explicar. Me llaman a finales de octubre para bajarme el precio manteniéndome los servicios, acepto, firmo el contrato y días después averiguo que todo era mentira, me habían subido el precio un 50% y dado de alta servicios que no quería. La solución que me dan es pagar religiosamente ese 50% durante un año o darme ya de baja de la compañía antes de que se acumule mucha permanencia (la permanencia es mayor conforme más tiempo lleve con el nuevo contrato). Mienten diciendo que no tienen la grabación de la llamada de la comercial y me echan toda la culpa a mí.

Aparte, y como curiosidad positiva, les daría un premio a la multiculturalidad: estas han sido las últimas 6 personas que me atendieron antes de decidir darme de baja definitiva tras 20 años: Luz Ángela, Lesly, Dayanara, Dosorioi, Lady y Yeimi, todas seguramente cobrando una miseria en su país hispanoamericano en un Call Center precario que a Vodafone le ahorra cientos de millones.

Resultado para Vodafone: Tenía un cliente fidelizado por más de dos décadas, con contrato para 10 meses más, al que sin necesidad llama para ofrecerle mejoras luego inexistentes que fuerzan su baja definitiva de la compañía. Gran maniobra.

Resultado Personal: Por fin me he dado de Baja de Vodafone. Felicidad Total.


**Premio a la desgana más absoluta, "premio a la impotencia surrealista"

 


Concretamente su división de productos alimenticios para bebé; Nestlé Bebé. Su buena imagen se debe al tipo de clientes a los que va dirigida, a la publicidad y sobre todo a la longevidad de la empresa.

Hace un año ya que me apareció por primera vez en su web un error cuando entraba a mi usuario. Les escribí por mail varias veces y también hablamos por teléfono, y desde entonces, más o menos una vez al mes se lo comunico por Twitter y siempre dicen lo mismo: "tenemos un error técnico en la página web, estamos trabajando en ello".

Dado que no nos podemos meter, no podemos descargar los descuentos y por tanto en este año no hemos comprado ni un solo producto de Nestlé Bebé. Es imposible que en un año lleven trabajando en ello, habrían podido programar 5 webs nuevas distintas y funcionarían todas. Básicamente no han hecho nada ni han querido, y ya ni contestan en Twitter a mis plegarias.

Resultado para Nestlé Bebé: Han perdido las ventas de todo un año y las que les quedan, porque aún no hay nada solucionado

Resultado Personal: Hemos comprado productos de otras compañías de la competencia, más baratos y de calidad similar.


*Premio a la empresa más desbordada, "premio a no damos de sí"

 


Empresa comercializadora de electricidad, que se dedica básicamente a facturarnos la energía que consumimos y que nos proporciona la distribuidora (que suele tener un nombre "de toda la vida" como Sevillana o Fenosa).

Este verano recibimos una oferta en un stand en Carrefour por el cual si nos hacíamos de Iberdrola nos daban una tarjeta con 50€ de descuento para el propio Carrefour. La tarjeta nos la daban y se cargaría en unos 20 días con el dinero.

Tras mes y pico empezamos a llamar y escribir por whatsapp, Twitter, la responsable comercial de Iberdrola y nos van contestando que están en ello, que nos lo reclaman y que no es darle a un botón, pero ahí seguimos a día de hoy (ya os contaré, por tanto, en una actualización), tras más de tres meses. El caso es que ya hemos hablado con casi 10 personas distintas que siempre dicen que lo reclaman...

Resultado para Iberdrola: En comparación con las comercializadoras anteriores, el servicio de atención al cliente es malo, incluso pareciéndose al de Endesa o Vodafone, que ya es grave.

Resultado Personal: No pasa nada, pues no es un fallo en suministro o facturación que son los más importantes, pero teniendo en cuenta la inflación, 50€ en septiembre ya son 49€ y bajando... así que poco a poco le perdemos valor adquisitivo si es que nos los dan.

 

*Premio a la indisciplina interna, premio "Recursos Humanos sin recursos"

 

Empresa de autobuses líder en España, que desde su reducto del Norte ha ido haciéndose con el mercado en pocos años, tanto interurbanos como urbanos.

Aquí es algo muy sencillo: los autobuses urbanos hacen mucho ruido pegando acelerones calentando el motor en la primera parada de la línea, en la salida, digamos (ellos lo llaman la "cabecera"). Eso está prohibido terminantemente, por lo que esos acelerones han de hacerlos antes de llegar a la parada.

Ante nuestras quejas, ALSA dice que efectivamente eso está prohibido y que van a avisar a los conductores para que dejen de hacerlo. Hemos vuelto a escribir unas 10 veces porque siguen reincidiendo y la respuesta siempre es la misma, que han avisado a los conductores y les sancionarán si siguen haciéndolo, pero ha pasado un año.

Una de dos: o en realidad mienten y no están diciendo nada a los conductores, o dos, los conductores pasan de la empresa, de momento me inclino por la uno.

Resultado para ALSA: Algún día iremos a la OCU a quejarnos, pero para ellos no tiene consecuencias porque son un servicio público que hemos de usar sí o sí y no hay alternativa.

Resultado Personal: Cabreo total porque el problema y la molestia persiste y no hacen nada y encima no hay recurso al pataleo.

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Bueno, dentro de esto también aprovecho para premiar a las mejores empresas del año, por su buen trato y su buen hacer diferente al de estas otras:

-Telefónicas: Simyo y Lowi, por no molestar nunca salvo para reconocer errores y compensarlos, y tener siempre a alguien con ganas y capaz de solucionar los problemas.

-Eléctrica: Pepeenergy, por su honestidad y transparencia reconociendo que no podían ofrecer nada mejor.

-Comercio: Amazon, por su rapidez, buena atención y resolución de problemas, dando una lección a Vodafone devolviendo lo cobrado por error, luego dicen...


Actualizacion (19/12/2022): Acabo de probar a entrar en la web de Nestlé Bebé, que hacía un par de meses que no probaba, y ¡he podido entrar!, parece que han hecho una mejorar/actualización y ya está arreglado el problema. No han tardado mucho, sólo entre 10 y 12 meses. No, si será verdad que llevaban trabajando en una actualización de la web...

Actualizacion (24/12/2022): Tras tocar la puerta de Iberdrola a través de Twitter, Whatsapp y teléfono, decidí tocar también la de los comerciales que captan nuevos clientes en Carrefour, y aún no echo las palomas al vuelo, pero ha conseguido proporcionarnos una especie de tarjeta regalo online "general", no específica para Carrefour, también con 50€. Cuando la canjee os digo si todo ha acabado o continúa, pero curiosamente lo habría arreglado alguien externo... Es lo que tiene tener ganas de cumplir tu trabajo y resolver problemas que has causado tú, al cliente.

09 diciembre, 2022

Elige es con ge, para alquiler de bicis

Esta colección de "eliges" que tengo es una maravilla porque no tienes que salir a buscarlos, ellos vienen hacia ti. Simplemente hay que estar alerta porque en cualquier momento aparecerán y tendrás que ser rápido y captarlos.

Esta vez me lo encontré literalmente aparcado en la puerta de una biblioteca, irónico lugar para ver de nuevo ese elige escrito con jota al que tanto partido le he sacado estos años. 

Lo encontramos en un letrero de esta compañía de alquiler de patines eléctricos que hace no mucho se afincó en Granada y que de momento parece que está teniendo buen resultado.


También para patinetes eléctricos: elige es con ge.

05 diciembre, 2022

De fascistas va la cosa

Yo soy fascista.

Parece mi comentario cuando me levanto en una fría sala dentro de un círculo hecho por personas sentadas que están en mi misma situación, una reunión de fascistas anónimos en la que el primer paso al llegar siempre es reconocer que se tiene un problema. ¿Cuándo pasó esto? ¿Cuándo tantos nos convertimos en fascistas sin saberlo? Nos acompañan en la fría sala muchos que antaño fueron comunistas convencidos, radicales de izquierdas, ahora condenados por la llegada de una nueva generación intransigente de puros de izquierdas que sólo creen en una verdad absoluta, fuera de la cual sólo existe el fascismo. Ante eso, los demás no podemos más que cambiar, ¿qué íbamos a hacer si no?

Yo soy fascista porque no creo que las personas seamos iguales, ni lo que llaman razas, ni por fuerza física o capacidad intelectual, ni entre hombres y mujeres, ni ricos y pobres, viejos y jóvenes, andaluces o aragoneses. No creo que seamos iguales y nunca lo seremos, pero sí creo en la igualdad de trato y en aprovechar esas cualidades distintas de cada uno de nosotros para enriquecer nuestro edificio, que como mínimo es lo que nos llevaría a una sociedad mejor.

Soy fascista porque creo que las leyes deberían amparar a todos, no sólo a unos frente a otros, que no debería haber discriminación positiva sino libertad, democracia y justicia para todos que no la hicieran necesaria, y que los que se excusan en la existencia de problemas sociales que jamás intentan resolver, sólo quieren mantener su chiringuito a toda costa.

Soy fascista porque creo que nos va mejor juntos, no separados, y creo que el voto de cualquier ciudadano de "provincias" debería valer parecido al de un independentista: parecido, que no igual.

Soy fascista porque creo que la inmigración debería estar controlada de algún modo, siendo la mejor manera de hacerlo el desarrollo local, la cooperación y la justicia, el respeto a otras culturas y dejar de esquilmar a los países del "tercer mundo" con nuestros préstamos y deuda imposible de pagar, quizá así no estarían desesperados por venir. ¿Quién querría ir a vivir a otro lugar si en el suyo se vive bien? (algunos, pero ya los menos).


 

Soy fascista porque el mundo me ha hecho así, pero a mí y a tantos otros nos habríais sorprendido votando a la izquierda, son trapos sucios de nuestro pasado, ahora ya no pasará, porque la izquierda ya no está en el lugar que solía, ahora somos todos como mínimo de centro-derecha.

Soy fascista porque creo que las personas han de ser consecuentes con sus actos, y responsables de los mismos, aunque el Estado está para salvarnos en culo a veces, pero no para que vivamos exclusivamente chupando de su bote.

Soy fascista porque creo que la propiedad privada está para respetarla, y a la misma vez los derechos a vivienda, a comer y vestirse han de ser inalienables.

Soy fascista porque amo a la lengua castellana por lo que es, fue y será, y creo que no hay que pervertirla con leyes para cambiarla, pues es un ente vivo que nadie debería controlar sino el hablante. Las palabras no son el problema, sino la mala intención de los que las usan y la falta de entendimiento de los que las malinterpretan a gusto de un totalitarismo.

Soy fascista porque creo que no se debe pagar impuestos varias veces por lo mismo, y que el ajuste verdaderamente importante sería que todos pagásemos el mismo porcentaje de impuestos.

Soy fascista porque veo que algunos están despilfarrando el poco dinero que tenemos en la compra de votos de funcionarios, sindicatos o jubilados, mientras nuestros hijos jamás se jubilarán o tendrán una pensión digna. La solidaridad entre generaciones es nula, y entre los que tienen trabajo fijo de por vida y los que no, también.

Soy fascista porque me llamáis así, porque me decís que lo soy, porque detesto las paridades impuestas, porque creo en la meritocracia y no en muchas cuotas subvencionadas (aunque sí creo que hay que beneficiar a los que de verdad tienen difícil el acceso por cualquier motivo), porque censuro vuestros chiringuitos montados para generar más puestos de trabajo públicos que son menos necesarios que en educación o sanidad (para los que el mantenimiento del chiringuito no deja dinero suficiente).

Soy fascista por el mero hecho de resaltar lo que no me gusta del pensamiento único actual, porque retrato a los que se visten de plurales para mostrarse brutalmente cerriles y partidistas si se les examina mínimamente. Porque no creo en los linchamientos en redes sociales. Lo soy porque creo que las causas sociales son de todos, y nunca deberían apropiárselas unos pocos para hacer política o servirse de ellas.

Soy fascista porque creo en la tradición, en lo que somos, de dónde venimos, en la historia de uno de los países con más historia, en la herencia tan impresionante que recibimos, que estamos obligados a mantener en vez de la leyenda negra que algunos intentan promover, y a la vez siendo capaz de aceptar que no todas las tradiciones son dignas de mantener, y que en todas las historias hay borrones. Añadiría aquí que creo e las instituciones y símbolos que nos representan a todos, la historia que tienen por detrás, y creo que son de todos y nadie debería apropiárselos, y para modificarlos está el parlamento.

Soy fascista porque veo vuestros continuos errores, vuestro tráfico de influencias, vuestra prevaricación, vuestro cohecho, en toda la cara como el de los anteriores gobiernos, y pese a que me lo llaméis por mostrar a las claras lo que hace mal una gente mal llamada de izquierdas, soy fascista y lo seguiré siendo si es que no callarme lo es.


 

Y así, todos y cada uno de los que no votamos a Podemos y sus circunstancias, al PSOE y a algunos partidos independentistas (tampoco a VOX, Ciudadanos o al PP, claro, en general porquería también, pero vestida del otro lado) somos fascistas por tener dos ojos, dos orejas y una nariz para oler, oír y ver todo lo que hacéis mal a nuestro alrededor y contarlo con la boca, sintiendo en la piel el dolor de ser llamados así, comparándonos con el horror.

Eso les pasa a muchos hoy en día en España, gente que va de frente, que no esquiva tu mirada, como decía la canción, gente con la conciencia tranquila, que no es de unos colores pase lo que pase, que vota al que cree que lo hará mejor. ¿Quién hace eso todavía hoy en día? (diría que siguen siendo la mayoría de la población, pero ahí anda). Evidentemente, y sin duda, sí, lo somos: un puñado de fascistas.

30 noviembre, 2022

Cecilia Bohl de Faber, el Caballero

Para hoy tenía preparada una entrada sobre Cecilia Böhl de Faber, escritora del siglo XIX conocida como "Fernán Caballero", pseudónimo masculino que adoptó para conseguir que su mensaje llegara más fácilmente, ya que las mujeres eran aún muy discriminadas y se les daba mucha menos relevancia.

Hablaba de las mujeres en la escritura española, de Sor Juana Inés de la Cruz y Santa Teresa de Jesús, como los escasos nombres que nos han llegado de siglos anteriores, y algunas que luego ya sí fueron conocidas y recordadas, en su siglo, en el pasado XX y por supuesto en el nuestro, donde muchas son famosísimas (aunque aún sin llegar al nivel de los hombres, así que pasos faltan).

Hablaba de nombres rimbombantes y fáciles de recordar, apodos que van junto a ellos, como el de Manfred von Richthoffen, Juan Antonio San Epifanio, Edson Arantes do Nascimento, Karol Wojtyla o Leopoldo Alas, entre muchos otros, que siempre vienen bien para parecer culto al conocerlos.

Hablaba de esa época de Cecilia y de la tipología de sus trabajos, de cómo el movimiento franquista la ensalzó, de cómo después acabaría un poco en el olvido por ello, aunque sólo por ese hecho de ser mujer ahora debería ser muy recordada en la cultura del siglo XXI.


 

Hablaba de varias cosas, y se me ocurrió retocar algo un buen día hasta que Blogger me borró todo el post. No tengo ganas de volver a escribirlo, y ya no sería igual. Simplemente he dado unas pinceladas de lo que recordaba, como homenaje a ese señor que era señora, una de esas pioneras del feminismo (aunque al final no lo fue tanto, ya que lo que llegó a ser fue precisamente por "ser" hombre).

También recordaba cómo fue mi madre la primera que me habló de ella en los años 80 del siglo pasado, y así, recordando recordando he evitado que desapareciera para siempre, al menos en vez de publicándolo como artículo en sí, haciéndolo en recuerdo del artículo perdido...

25 noviembre, 2022

Gracias por todo, longeva lincesa Aura

 Hace pocos días aparecía en los medios la triste noticia de la muerte de la lincesa Aura en el centro de cría en cautividad de El Acebuche, en Doñana, a los 20 años de edad, y tras haber dado a luz a 14 cachorros (y seguirle más de 900 descendientes a lo largo de 5 generaciones).

Ya os hablé de Aura hace nada menos que casi 16 años, cuando tuvo varias crías con Garfio y os decía que los linces ibéricos seguían sobreviviendo pese a todo, y esos tres lustros después podemos decir que la grave situación se ha comenzado a revertir, por lo que se ha pasado de una extinción casi segura a estar en vías de extinción. Importante es dar a conocer que ya sí hay remedio para los linces, y ya con eso todos los programas de salvación para la especie llevados a cabo en los últimos 25 años están justificados.


 

Esta muerte se une a la de Saliega, que más o menos era de la quinta de Aura, y de la que os hablé hace 3 años cuando falleció, ambas abuelas y bisabuelas históricas de la mayoría de linces existentes actualmente en España.

Cuando es ley de vida y no se puede hacer mucho, no podemos más que estar contentos con lo vivido. Descanse en paz, lincesa Aura. Desde aquí nuestro homenaje a ella y a otras muchas.


¡Seguid luchando, linces y lincesas!

22 noviembre, 2022

Feliz cumpleaños a mí

Un poco recordando esa canción de "feliz cumpleaños a mí", y teniendo en cuenta que en 16 años de bitácora nunca me había felicitado a mí mismo, por qué no, quién sabe si algún cumpleaños será el último.

¡Feliz cumpleaños a mí!

Espero que aún no hayas llegado a la mitad de la vida, aunque ya has superado la mitad de tu esperanza de vida al nacer. Con suerte disfrutar de muchos años más en plenitud, en salud, sin achaques importantes, quizá de no muchos más en plenas facultades físicas pero sí mentales si puede ser, pero lotería es, quién sabe.

Firmo ahora los 90 años a los que muchos ya suelen llegar en aceptable estado, aunque luego la despedida esté a menos de un lustro, eso haría que me quedara más de la mitad, quién sabe.

Que cumplas muchos más: feliz cumpleaños a mí.

 


 

18 noviembre, 2022

El Mundial de la vergüenza

Hoy vengo un poco en son de "artículo de opinión", aunque nunca seré tan duro como debería ser, me extenderé tanto como la ocasión merecería, ni servirá de nada, como tantas cosas que escribimos ahí al aire sin hacer lo que deberíamos hacer para arreglarlo, que sería seguramente quemar las calles y asaltar el parlamento, quién sabe.

Esta semana empieza el Mundial de Fútbol. ¡Bien, eso es que estamos ya en mayo o junio!, ¡pues no, ahora empieza el frío, pues estamos en noviembre y te queda medio año para ese calorcito que anticipabas al comenzar el párrafo! Hay un Mundial en Catar, ese país en el que suelen correr más de cincuenta grados de termómetro en los meses habituales en los que se suelen celebrar los mundiales, así que se cambiaron las fechas y a correr...

Esto de disputar un Mundial en un país en el que los derechos humanos valen menos que en "Occidente" es un arma de doble filo, y a la vez una gran representación de la doble moral del capitalismo: si da pasta, estos son mis principios, y si lo contrario a mí también da pasta, estos también son mis principios. 


 

El caso es que nadie se ha rasgado ninguna vestidura ni se la ha cogido con papel de fumar como debería. Las mujeres han callado y los defensores de la libertad, las banderitas, los lacitos de colores o incluso la ecología y como digo los derechos humanos, han otorgado, ya sea con miles de muertos mediante en la construcción de los estadios, como con las normas puestas a las féminas, a los deportistas que van a venir o incluso a sus propios conciudadanos. Normas impensables pero que vamos a ver en unos días, mirando hacia otro lado, claro, como sólo sabemos hacer los que estamos tranquilamente sentados en un sillón en democracia, mientras escribimos en un PC o smartphone último modelo cosas que no solucionan nada más que nuestra propia conciencia de al menos habernos manifestado aunque sólo sea verbalmente, criticando semejante pantomima.

Total, que como Mundial que es, hay que verlo a ver si gana España y todo eso, pero siempre siendo conscientes de dónde venimos y hacia dónde vamos, de que nos hemos vendido por un puñado de petrodólares, y de que la única solución sería el boicot más indiferente posible, incluso retirarse alguna que otra selección con principios, algunos jugadores activistas de los de verdad e incluso patrocinadores de esos que no son hipócritas del todo (aunque poderoso es don Dinero).

Como experimento sociológico y deportivo (lo del Mundial en noviembre es algo inédito) no tiene parangón, pero no sé si tanta parafernalia lo merece, si vender nuestra alma al diablo (que ya la tenía de eventos anteriores, en cualquier caso) no nos causará la más defenestrante de las locuras más adelante, en una deriva hacia la destrucción. Quién sabe, sólo son 22 tíos detrás de una pelota, qué daño puede hacer eso a nadie...

14 noviembre, 2022

Sin cinismo no hay capitalismo

La verdad es que el título parece más una consigna anticapitalista que otra cosa, pero guarda un trasfondo que voy a explicar a continuación, y que también podría resumirse en un "sin cinismo no hay beneficio" o en un "los que vencen son los que más mienten".

Todo viene a colación del famoso escándalo generado en la red social Twitter los últimos tiempos, que intento resumir en varios puntos:

1- El multimillonario Elon Musk compra Twitter, quizá la red social con más prestigio a nivel mundial (digamos que las Instagram o Tiktok son vistas más para diversión de la chavalería, y Facebook es para que la gente difunda bulos y memes de forma cansina, Twitter se ve como más seria, pese a que siempre hay mucho ruido en todas, claro).

2- Aunque no tiene que ver con el tema de hoy, empieza a despedir a muchos empleados y a cambiar su "línea editorial". 

3-Pocos días después, Twitter elimina la forma clásica de obtener la marca que indicaba que una cuenta estaba verificada (este era uno de los grandes pilares de Twitter, ya que el hecho de ver esa señal azul en una cuenta indicaba que el personaje o la empresa era real y por tanto podíamos confiar sin duda en la veracidad de su tuit). Twitter tenía un departamento completo dedicado este chequeo de cuentas, por lo que esta confianza le daba a la red gran parte de ese prestigio que he comentado.

4-Twitter establece a cambio un pago de 8 euros al mes para quien quiera tener esa marca azul, que pasa de ser el final de un laborioso proceso de verificación y confianza a una simple transacción económica. Muy capitalista todo: pagar por conseguir que los demás te crean.

5- Como basta pagar para parecer una cuenta real de persona o empresa, algunas personas empiezan a hacerse cuentas que parecen reales y suplantan las de ciertas empresas o instituciones para tuitear haciéndose pasar por ellas (los otros usuarios, al ver la marca azul que conocen de toda la vida, no dudan de la veracidad de los tuits, por lo que se creen todo y actúan en consecuencia). Esto provoca chocantes resultados, incluyendo pérdidas de miles de dólares.




En conclusión, tenemos una especie de "compra de la confianza". Simplemente por un módico precio de 8 euros podemos conseguir que los demás crean todo lo que decimos, hecho que suena a distopía de Black Mirror, pero que ha llegado a ser realidad estos últimos días.

Así, se han dado varios casos alucinantes de "Robin Hood" que se dedican a tuitear en nombre de empresas, siempre haciendo parecer que van a dejar de hacer alguna de sus habituales prácticas "cínicas capitalistas", o "usureras", y que va van a pensar más en la gente...

Automáticamente, las acciones de esas empresas se desploman.

¿Por qué si las empresas tuitean que van a empezar a portarse bien, sus acciones caen a plomo? ¿Es que lo que las bolsas quieren es empresas malhechoras? Pues obviamente sí: a los mentirosos les va a ir mejor y haciendo el bien y siendo buena gente no te vas a hacer millonario tan fácilmente...

Me parece un bofetón de realidad impresionante para los que pudieran tener alguna duda de lo que el capitalismo nos trae, de cómo está construido el mundo actual y de que obviamente las empresas venderían a su abuela (y evidentemente a nosotros) por un puñado de dólares.

El caso más flagrante ha sido el de la farmacéutica Eli Lilly, que vende insulina a precio de oro en EEUU. El tuit decía que a partir de ahora sería gratuita y como la cuenta estaba verificada al tener la señal azul (aunque lógicamente no era la real), la gente lo creyó, las acciones bajaron un montón (claro, ya la empresa dejaría de ser tan rentable si no se forra a costa de los diabéticos americanos, que pagan casi 20 veces más que los españoles) y perdieron millones de dólares.


 

Otro curioso es el de Nestlé, que tuiteó algo así como "robamos tu agua y te la vendemos luego embotellada", auténtica acción de "Robin Hood" la de los que lo consiguieron tuitear, ya que es una verdad dolorosa pero cierta.

Otra es el de la empresa de defensa Lockheed Martin, que anunció que dejaba de vender armas a ciertos países y también bajó en bolsa.

Y aparte de todos ellos, muchos más de risa, como los de Donald Trump reconociendo que Obama fue el mejor, la Pepsi reconociendo que la CocaCola es mejor o la marcha de Lebron James de los Lakers (que tampoco extrañaría a nadie).

Finalmente, tras sólo dos días, Twitter eliminó ya esa opción de pagar para tener la marca azul (creando una nueva marca con el texto "Oficial" a las que tenían esa antigua marca azul conseguida en base a su proceso de verificación habitual). No sabemos cómo evolucionará la cosa, si será el final de Twitter (seguramente denunciado por alguna de esas compañías), comprada por un multimillonario y embrutecida y prostituida en menos de un es, pero sí que nos ha proporcionado un inverosímil experimento sobre nuestra sociedad actual. Capitalismo sin cinismo, un imposible diría yo... 

Quizá otro día lo tuiteemos, siempre que exista Twitter aún, claro. Si no, ya comprará cualquier otro juguete el Elon Musk, para eso es esa pasta cínica, claro que sí.

09 noviembre, 2022

Apellidos de Porcuna (1)

Hoy abro lo que podría llamarse "un melón", con el comienzo de una serie de entradas que podría acabar hoy mismo sólo con la primera, que podría continuar unas poquitas más, o incluso con cientas de ellas. 

No me quiero extender demasiado en la introducción, pero bueno: apellidos en España ha habido a lo largo de la historia cientos de miles, algunos surgidos en época íbera o romana incluso, como hecho diferenciador entre personas llamadas exactamente igual. Luego llegó la época cristiana, en la que desaparecieron los anteriores y empezaron a germinar los que actualmente tenemos: uno y dos, hecho bastante raro en un planeta patriarcal en el que se suele heredar sólo el apellido paterno. 

En Porcuna la evolución fue obviamente parecida: apareciendo los "apellidos castellanos" a partir de mediados del siglo XIII, cuando fue su conquista, y habiendo documentados desde entonces más de 3000 distintos (seguramente sean muchos más, ya que los datos anteriores a 1560 son escasos).

En esta serie voy a repasar la historia de muchos de nuestros apellidos, algunos relevantes bien por haber sido frecuentes a lo largo de los siglos, por haber generado bastante documentación (pleitos de hidalguía, testamentos, cargos, nobleza, procesos judiciales, etc.), o por ser interesantes por algún motivo (curiosidades históricas, conexión con otros apellidos, antigüedad, etc).

No me quiero extender más en la introducción, así que haré las aclaraciones pertinentes sobre la marcha. Vamos con los 5 primeros ejemplos, que todos estarían en el grupo de los no muy comunes en la historia de Porcuna:

 

AGUADO

Apellido bastante común en España con unas 41.000 personas actualmente, siendo más habitual en las regiones del Norte. Su origen no está claro, y podría venir del mote de un caballero de la época de Fernando III el Santo, llamado Fortún Sáez.

Aparece en Porcuna en 1669 con el nacimiento del último hijo de Pedro León y Jerónima Aguado. Otra de las hijas, que debió nacer antes de la llegada del matrimonio a Porcuna, fue Polonia Aguado, que se casó en 1680 con Bernardo Montilla Hurtado, habiendo descendientes actualmente en el pueblo (entre los que me encuentro), pero ya con otros apellidos distintos al haberse heredado por vía materna.

Puntualmente, por esa época a caballo entre los siglos XVII y XVIII, lo encontramos en un par de matrimonios procedente de Andújar (Jaén) y Lopera (Jaén). 

No reaparece hasta el XX, procedente de Higuera de Calatrava (Jaén), aunque vuelve a perderse rápido.

 

ARMIJO 

Este es el caso de un apellido que tuvo cierta importancia en el pasado pero que ya no se encuentra en el pueblo. Es poco frecuente actualmente, con 2300 personas que lo llevan en España, de las que casi 1 de cada 3 nació en la provincia de Jaén. 

Aparece puntualmente en la década de 1580 con varios nacimientos de hijos de Pedro Ruiz Armijo y Ana Gutiérrez, sin que volvamos a verlo en casi dos siglos. 

En 1741 vuelve a resurgir con el matrimonio entre Pablo Aguilera Salcedo y Manuela Antonia Armijo Zea, ambos de lo que podríamos llamar “clase social alta”. Tras la muerte del marido, ella volvió a casarse en 1756 con Francisco Valenzuela, gobernador de la villa de Almodóvar del Campo. 

Del primer matrimonio llegan a casarse hasta tres hijos y dos hijas en Porcuna, que llevarán los apellidos “Aguilera y Armijo”, y que irán entroncando con otras familias nobles como los Orive de los Ríos, los Cuenca, Ruiz de Quero o incluso con otros Armijo de la propia familia (no olvidemos que la consanguinidad solía ser habitual en la época entre los nobles). 

Algunos de sus hijos entablaron pleito de hidalguía en la Real Chancillería, como Antonio de Armijo y Zea en 1771 y Juan Francisco Aguilera en 1796. También se casan en Porcuna algunos nietos como Cristino Aguilera Ruiz de Quero en 1842 con María Soledad Armijo Serrano. 

Los últimos matrimonios que aparecen en Porcuna son de dos hijos de este: Eduardo y Antonio Aguilera y Armijo, con dos hermanas: Josefa y María Dolores Ruibérriz de Torres Garrido-Espiga (hecho también frecuente en las clases altas el de casarse hermanos con hermanas, y también el de tener apellidos kilométricos y muy compuestos); y también su hija Antonia Aguilera Armijo, casada en 1863 con Juan Aguilera y Coca, perdiéndose a partir de ahí el apellido. 

Van a tener relación con la vida religiosa del pueblo, siendo los “Aguilera y Armijo” patronos de la capilla de los Aguilera en la Iglesia de Santa María, en concreto: Fernando, Juan y José. Y también apareciendo Antonio María de Armijo como hermano de la Cofradía de la Soledad en 1779. 

Ya no volveremos a ver el apellido en primer lugar hasta nuestros días.


BERZOSA 

Apellido poco común que llevan unas 4500 personas en España actualmente, siendo Jaén la provincia que más tiene, con el 18% del total. Su muy probable origen es toponímico, en la villa de Berzosa de Lozoya (Madrid).

En cuanto a las ramas actuales, su llegada a Porcuna es muy reciente, aunque lo vemos por primera vez con el matrimonio de Luis Bellido Salas y Agustina Ollero Berzosa, de Marmolejo (Jaén), en 1848, llegando a casarse también alguno de sus hijos, ya sin heredar el apellido, claro. 

Volverá a aparecer a finales del siglo XX con un matrimonio cuyo marido procedía de Úbeda (Jaén), y del que actualmente ya encontramos nietos que lo llevan. 


BURGUEÑO 

Apellido que llevan hoy día algo menos de 4000 personas en España, indicando la procedencia del que lo lleva, en la ciudad de Burgos. 

En 1532 aparece como testigo en una ordenanza municipal: Francisco Burgueño.

Entre 1563 y 1574, bautizan hijos Juan Burgueño y Bartolomé García Burgueño, alguno de los cuales también aparece casándose años después con el apellido. También encontramos como padrinos de bautismos a Alonso y Antón Ruiz Burgueño, o a Martín López Burgueño. 

En el Archivo de Indias aparece en 1581 un testamento de Antón Burgueño, siendo uno de sus herederos Bartolomé Gutiérrez Burgueño (posiblemente el anteriormente comentado, aunque con otro patronímico delante). Hay que explicar que hasta bien entrado el siglo XVIII era habitual que las personas utilizaran un patronímico entre el nombre y su apellido familiar (por ejemplo: Gutiérrez Burgueño, Ruiz Vallejo o López Carpintero), que podía ir cambiando entre hermanos y de padres a hijos, lo que dificulta mucho las búsquedas genealógicas.

En cualquier caso, al heredarse solo el patronímico o ir por vía materna, se perderá a lo largo del XVII. 


GLAMÓN 

Apellido de origen francés no existente actualmente en España. No sabemos con certeza de qué apellido procede, quizá sea Glameau o algo similar. 

Llega a Porcuna en 1775 con el matrimonio de Francisco Lucas Glamón Rosier, nacido en Murcia y vecino de Andújar (Jaén), y María Ignacia González. Los padres del marido eran Joan Baptiste Glamon y Gilberta Rosier, procedentes de Agen (Francia). No encontramos descendencia en Porcuna de este matrimonio. 

Francisco Glamón se vuelve a casar en 1796 con Benita Ojeda Martos, con la que sí tendrá descendencia que llegará hasta la actualidad, aunque con otros apellidos como Ramírez, Pérez o Millán. Al heredarlo solo sus hijas, el apellido acabará desapareciendo de Porcuna con el fallecimiento de la última de sus nietas, ya a primeros de siglo XX, pero como muchos otros apellidos hoy desconocidos, dejando una gran huella genética en muchos de los que ahora viven en el pueblo (sin ir más lejos, en el que les escribe). 

Como curiosidad, la última vez que aparece en los libros parroquiales es en 1906 en la boda de Manuel Vicente Barrera Glamón (nieto de Francisco Lucas Glamón) y Josefa Casado, “in articulo mortis” del marido, que contaba ya con 84 años y falleció semanas después.

 

Continuará...

05 noviembre, 2022

Elige es con ge, también para súper superbaratos

 Este me lo encontré por casualidad en todo lo alto de una nave industrial dedicada a una famosa cadena de supermercados Cash, la Chisma, donde se pueden adquirir a veces verdaderas gangas.

Lo malo debe ser que hay que recortar en algún lado, en este caso en ortografía, suele ser habitual en muchos establecimientos de ofertas, echemos un ojo al punto 3 que nos permite elegir el día de la entrega (pues también tienen pedidos online):

En fin, sin más dilación lo dicho, también para supermercados baratos: elige es con ge

31 octubre, 2022

Sensaciones placenteras

 A todos nos pasa de vez en cuando (menos de lo deseable, que tampoco sería el 100% de nuestro tiempo, porque entonces nos acostumbraríamos y no seríamos capaces de valorarlo): de pronto algo hace que nos encontremos exagerada y raramente bien, ya sea un sabor, un olor, un sonido, una perturbación en el ambiente, una brisa de aire, un buen presentimiento que nos es familiar, una visión, etc., que nos hacen estar a gusto al 100% y pensar que ojalá dure para siempre.

Este tipo de sensaciones suelen estar relacionadas con conceptos como la tranquilidad y la relajación, pero también con la nostalgia o con aquellas que nos hacen recordar la infancia, y por supuesto las que nos hacen conectar con lo más profundo de nuestro ser animal irracional.

Ayer tenía yo una de esas, cuando la temperatura era perfecta, una de esas conjunciones de humedad, viento y grados celsius que se suele dar sólo en determinados días de octubre en los que la temperatura ya empieza a ser fresca pero permitiendo aún que uno esté en pantalón corto en casa (en marzo no pasa porque venimos del frío y lo que nos agrada es sentir la calidez, por lo que sería al revés). Así, abrimos las ventanas y entra esa brisa refrescante que para nada es molesta, y los sonidos son ligeros y nada estridentes, y la quietud del ambiente denota que todos y cada uno de los seres están también embriagados por condiciones ambientales tan perfectas. 


 

Se escucha de fondo una niña jugando a las construcciones, lanzando ininteligibles mensajes mientras se explica qué va montando y desmontando, lanzando al aire o simplemente observando, a la vez que les habla a esas piezas. También se oye la radiofórmula, con canciones repetitivas y sin alma que hasta suenan bien en una situación así, tan suaves, tan reconfortantes, haciendo compañía, dando vida, cumpliendo su papel como un elemento más de toda esa sensación placentera que me recorre, y pienso: ojalá quedarme ahí para siempre, con el frescor fragante del patio, escuchando a la niña y a su radiofórmula cuando practica esa primera psicomotricidad haciendo sus torres piececitas, y creyendo entonces que el mundo es un gran lugar para vivir, un lugar seguro, un lugar donde el tiempo está completamente detenido para siempre, donde somos y seremos los mismos, donde jamás yo envejeceré, ni los míos, y la misma niña será para siempre niña, encerrada en un tiempo que nunca le permitirá crecer ni llegar a ser la persona que le toque ser.

Y así, como siempre dentro de este tipo de momentos, pienso que en algún momento va a terminar, y aunque no quiero tocar nada, casi ni respirar o pestañear, poco a poco veo que se va, y empiezan a sonar anuncios, y la niña se va con su música a otra parte, y mis quehaceres diarios me llaman y me sacan por fin del trance. Me la guardo en la memoria para otra vez, aunque al día siguiente la plasmaré para siempre (para "mi siempre") en la internet. Ya se fue el momento, mi sensación placentera del día. Hoy volveré a buscarla a la misma hora, y seguro que no volverá a ser lo mismo, otras llegarán, siempre sin avisar...

27 octubre, 2022

El Porcuna en Tercera División RFEF (Año 4x02)

Vamos con el inicio de la cuarta temporada del Porcuna en Tercera, que no es más que la confirmación de que el sueño efímero comienza a ser duradero.

La temporada comenzó con una gran victoria en casa 2-1 ante el At.Malagueño, seguida de una derrota 2-0 ante el Almería "B" que sosegó los ánimos. Luego llegó el trámite del 3-0 ante el Huracán Melilla, que tiene pinta de ser 3 puntos seguros para todos, y el empate 1-1 en Huétor Tájar ante un equipo que siempre suele estar por encima de sus posibilidades.

Después llegó el histórico triunfo por 2-0 en casa ante el Real Jaén, al que volvía a dejar por debajo en la clasificación y le creaba de nuevo dudas tras un buen comienzo. El equipo se situaba en 4º lugar y en puestos de playoffs por primera vez esta temporada, y los mantenía a pesar de perder 1-0 en Marbella. Finalmente, llegó la primera derrota en casa de la temporada, en un decepcionante 0-2 ante un grande en puestos de descenso como el Motril.

El equipo ha comenzado compitiendo con bastante fuerza, como el año pasado, y si todo sigue así no debería tener problemas para salvar la categoría. Los playoffs son una quimera, pero un objetivo factible sería superar la puntuación del año pasado, lo que daría una tranquilidad enorme. 

En cuanto a los goleadores, en cabeza va Manu Sarmiento con 3, seguido de Álvaro García y Ezequiel con 2, y Paco Quiles con 1.




En cuanto al grupo en general: los favoritos se han ido situando más o menos en los primeros lugares, donde sorprende un recién ascendido y arrollador Armilla, y destacan por su solidez El Palo y el Marbella. El resto forman un grueso aún amplio en el que es difícil atisbar el futuro, y por abajo sólo queda claro que descenderá el Melilla y otros tres (serán más si hay varios descensos desde Segunda División RFEF y no hay a cambio ascensos, hecho muy probable, ya que por ejemplo hoy día están en zona de descenso el Recreativo Granada, el Vélez y el Poli Ejido). 

De momento, parece que el Maracena no despega, hecho esperable por tener la plantilla planificada para una división inferior, aunque aún están a tiempo. Tampoco acaba de despegar el recién ascendido Málaga City. Sorprende ver el desastroso inicio del Motril, que lo normal sería que acabara luchando por el ascenso.

 

22 octubre, 2022

El inglés en las bibliotecas, asignatura pendiente

No vengo hoy en son de queja, simplemente a modo de constatación de una realidad, sin más, y teniendo en cuenta que ha sido mi primer acercamiento a dicha realidad.

El caso es que hace unos días, con la idea de practicar el inglés y también intentar paladear de otra forma la literatura en lengua inglesa (que en mi caso, siempre va a ser más gratificante con la traducción en castellano, ya que mi nivel no llega al C1 y perdería muchos matices y tiempo buscando palabras clave para entender el contexto), se me ocurrió la idea de sacar algún libro escrito en inglés de la biblioteca,

Con dicha idea entré esta semana a mi recién estrenada biblioteca de cabecera en la capital granadina, pensando yo que tendría una estantería propia en alguna esquina apartada, con decenas de títulos quién sabe si de Faulkner, de Wilde, de Heaney, de Capote, de Woolf o de aquella mujer oculta bajo un nombre ambiguo para nosotros como el de Pearl S. Buck (que sí, que era una tía), por decir algunos; yo qué sé, todo según el criterio de los bibliotecarios que también podría andar por los Tolkien, Stephen King o la archimillonaria Rowling, a saber.

Total, a la pregunta de si tenían libros en inglés, me repreguntan que si de adultos o de niños, y dije que casi daba igual, que literatura era, pero me contestaron que sólo había uno de adultos y estaba prestado, y que los de niños sí eran más y estaban en la sala infantil, claro...

Si quería títulos adultos en inglés, debía ir a la biblioteca del Albayzin, mucho más cercano a la zona guiri, al Centro de Lenguas Modernas o a los turistas que rodean la colina roja de la Alhambra, que oye: ¡bien!, porque incluso existe un servicio de préstamo interbibliotecario que permite que se envíe el libro a la biblioteca que tú quieras para que te lo puedan prestar allí, vamos, impecable.

Como decía al principio, no vengo en son de crítica alguna, pero sí me parece curioso que hoy día el inglés sea sólo para los niños, esos que ahora aprenden sus asignaturas en centros trilingües (bueno, desaprenden las asignaturas a la vez que aprenden el idioma, que probablemente les sea mucho más útil que las otras, así que olé ahí, bienvenido sea). Y mientras tanto, los padres no somos capaces de enhebrar más de dos frases completamente coherentes sin atascarnos un poco, sin pensar y repensar y rascarnos la cabeza exhalando un vacilante "hummm" mientras nos sale lo que queríamos decir.

Es sólo la herencia de un pasado en el que incluso el francés era el idioma aprendido y el inglés no pintaba nada, y quizá nosotros somos aún herederos de esa generación para la que el inglés sonaba a alien y cualquier palabra venida de la pérfida Albion o los amigos norteamericanos sonaba a la vez a chino (quizá pensando que algún día serían esos chinos los que nos dominarían por completo).


 

Total, que si no hay libros es porque nadie los pide, aunque ojo: el único ejemplar sí está prestado, eso es digno de valorar por los que deciden qué libros habrá en el catálogo, pero no soy bibliotecario pese a haber estudiado dos años en dicha facultad (y uno de Máster, además), así que dejaremos a los profesionales ese tipo de decisiones.

En cualquier caso, este suceso me evoca un mundo tenebroso en el que sólo existe un libro en una biblioteca y está prestado (y a saber la temática de la que hablamos). Qué espeluznante guionista no habría encontrado un comienzo tan brutal para su último trabajo: un final apocalíptico para una sociedad en la que todo el conocimiento escrito ha quedado reducido a tan poco y la gente se mata por conseguir el libro a préstamo, claro (aunque quién sabe si en ese futuro no habrá una tecnología tan brutal que permita que TODO el conocimiento humano habido y por haber esté al alcance de la mano leyendo un sólo libro, ahí sí me reconfortaría de por vida).

Yo abogo desde aquí por la apertura de miras u horizontes, sin volvernos locos, pero creo que al menos un ramillete de 10 ó 15 libros en inglés sería un comienzo aceptable para esta biblioteca de barrio, una simple pincelada que no costaría demasiado esfuerzo y que tampoco sería desastrosa si nadie finalmente los leyera. Y sí, para esto también están las sugerencias en la propia institución, todo se andará... Quizá otro día pregunte incluso por el susodicho libro y os lo cuente en una actualización aquí debajo, el tiempo dirá.

17 octubre, 2022

La plena vigencia de nuestros comentarios pasados

Comenté por aquí hace no mucho tiempo que estaba tentado a leerme algo de Javier Marías un poco como homenaje, dentro de mi reciente vuelta-refugio a la lectura. Así, hace unos días me puse a rememorar sus viejos artículos en la columna de El País, allá por 2001, recopilados en el libro "Harán de mí un criminal". Los devoré prácticamente en un par de horas (saltándome cuidadosamente algunos que no me engancharon desde el comienzo o cuya temática no me inspiraba), y sobre todo me hicieron ver que prácticamente todos y cada uno de ellos tenían una plena vigencia actual, pareciendo que prácticamente estaban hablando de nosotros mismos, de nuestro mundo de hoy en día, ese del que se despidió Javier hace pocas semanas.

Increíblemente, en muchos casos bastaba con cambiar simples nombres y apellidos para tener un reflejo pleno de la realidad que vivimos (e incluso a veces ni siquiera: hay personajes capaces de reinventarse una y otra vez para permanecer, perpetuarse y prácticamente hacerse un cortijo de por vida en la cresta de la opinión pública). Ejemplos ochocientos mil: ya sea hablando "de columna a columna" con su congéner Pérez Reverte (del que justo ahora me estoy leyendo el "Sidi"), comentando cosas de su Real Madrid, de política local o nacional, de lenguaje sexista, de religión, de mala gente o gente molesta con la que se cruzaba, o de la censura sufrida cada vez que hablaba o criticaba una gran empresa (pagadores de su propio "El País", que obviamente le hicieron renunciar del todo a su columna, por amor propio).


Todo ello hizo que lo fuera ingiriendo con una facilidad pasmosa, viendo reflejado mi mundo ahí, mi mundo actual en ese mundo de hace dos décadas, pareciendo que todo fuera un truco, pues he de insistir en que la plena vigencia de ese mundo que pintaba Marías, que simplemente retrataba con maestría, casi da miedo: 

Un país en el que los políticos son de una incompetencia pasmosa, en el que todos y cada uno de nosotros competimos para ser más piratas y beneficiarnos más del otro sin que este se entere o del propio Estado ante cualquier fallo que les pueda conceder. Un país en el que no hacemos más que repetirnos en forma de farsa una y otra vez, teatrillo en el que los personajes son invariables y los actores van cambiando de generación en generación, pero manteniendo el método y los ademanes heredados de la anterior.

En ese país estamos, rodeados de incultura sin ganas de tenerla, de unos medios de comunicación incapaces de comunicar y demasiado dados a la censura, de una intelectualidad demasiado elevada y alejada de la realidad, de una clase de personas coherentes hastiada por los tejemanejes de los gobernantes. 

Un país en el que la religión sigue siendo un pilar inamovible en nuestro día a día, en el que sigue marcando la agenda como antaño, en el que los ahora llamados "lobbys" empiezan a campar a sus anchas como bandas latinas, sin que nadie se atreva siquiera a toserles por miedo a ser defenestrado y aniquilado del todo, un país en el que las modas arrasan con cualquier cosa que huela a "viejo", que no sea como mínimo "millenial", ya sean personas, trabajos, monumentos, canciones, libros, artilugios, nombres propios o cualesquiera que sean los entes sobre los que vierten su odio, un país políticamente correcto que no respeta sus propias raíces, que ni siquiera quiere tener raíces, que abraza las raíces de los demás como modas a las que acogerse sin seso ni tino alguno.

Ese era nuestro mundo, nuestro país, nuestra ciudad, y nuestro propio rellano personal hace dos décadas, pero no dudo que si pudiéramos artículos de 1980, pasaría exactamente igual (ojo, poder podemos, aunque no sean del mismo Marías, pero sí de otros, y vuelve a dar miedo, quizá otro día hablemos de esto, pero es que incluso leyendo obras de época griega o romana es difícil no vernos reflejados, pues gente somos...), y aunque seguramente ya sólo encontraríamos nombres de fallecidos, los intuiríamos incluso en sus propios nietos, aún gobernando como restos de esas oligarquías inquebrantables. 


 

Es un hecho: nos repetimos una y otra vez, con errores que vamos depurando cada vez más, haciendo cada vez más perfectos, porque si algo tenemos es que no aprendemos de ellos ni aunque la propia vida nos vaya en el aprendizaje, ni aunque venga de familia el tropezar con la misma piedra, que quizá no es más que una simple tradición nacional o familiar, caerse y volver a caerse en el mismo sitio, con unos años de diferencia.

Y así, leyendo y leyendo a un Marías recién estrenada la cincuentena, lo veo escribiendo hoy una nueva columna semanal, rejuvenecido y revivido, como si no hubiera pasado absolutamente nada, como si no hubiéramos pasado nosotros mismos y estuviera yo aún terminando la adolescencia, y quizá entonces sí que tuviera el escritor la suficiente vida por delante para acabar dando con sus huesos en el Nobel que le fue esquivo por no llegar a anciano. Y pienso optimista: ojalá dentro de veinte años, las columnas sigan plenamente vigentes, que me quede como estoy...


11 octubre, 2022

Para toda la vida, una mentira piadosa

Uno de los mayores engaños/desengaños de mi vida fue descubrir el verdadero significado de la expresión "para toda la vida", como gran mentira piadosa de nuestra existencia breve y casi insignificante --bueno, no: insignificante del todo si la observamos desde la distancia suficiente--.

No recuerdo cuándo fue la primera vez que la escuché, pero sería similar a alguna de estas:

-Tuvo una caída y se quedó cojo para toda la vida

-Esa reparación ya te va a durar para toda la vida

-Esa amistad ya es para toda la vida

-Una vez que lo aprendes ya es para toda la vida


En mi caso, dado que el acento en el que aprendí el castellano era el andaluz, lo escuché siempre como "pa tó la vida", lo que no sé si con motivo me da más impresión de hecho definitivo y rotundo cuando lo oigo.

Total, que cuando alguien me decía eso las primeras veces, yo lo entendí como un "para siempre", pero también lo entendí como un "para toda la vida de esa persona", un "para toda la vida de las personas que estamos hablando" y a la vez como un "para toda la vida y existencia del Universo", lo que en mi cabeza infantil seguía significando invariablemente un "para siempre", un "a perpetuidad", un "infinito para jamás y los jamases".

Así, era muy duro pensar en una cojera para toda la vida, pero también gratificante pensar que no volvería a tener que arreglar aquello, que jamás iba a perder esa amistad, o que ya lo aprendido era un conocimiento que jamás olvidaría y jamás debería reaprender.

Pero no... el cojo un buen día murió y dejó de ser cojo, la reparación volvió a romperse treinta años después, la amistad se rompió al llegar la cincuentena, y el señor alemán que hace que las cosas se nos olviden al llegar a mayores, hizo que aquello que aprendí tuviera que volver a aprenderlo, una y otra vez...

¿Para toda la vida? ¿Para toda la vida, de quién? 

Ahora es desgarrador pensar que tantos y tantos que dijeron la expresión ya no existen, y quizá debieron decir: "para toda tu vida", o "para toda la vida que me queda y continuando con la que te quede a ti, que eres más joven y supuestamente vivirás cuando yo no esté", y seguro que nunca queriendo decir un "para siempre jamás".

Pero vamos, en cualquier caso a cualquier persona que se le ocurra la frase, le importará un bledo lo que haya más allá de la vida del que escucha, o de la propia si es más joven que su interlocutor. Es un: "para siempre mientras vivamos los que escuchamos, y luego ya no hay consecuencias ni implicaciones para nosotros".


 

Luego están los "para toda la vida" en tiempo geológico, en plan: "el volcán ha hecho emerger una isla para toda la vida" o "el incendio ha destruido una montaña que no volveremos a ver igual en toda la vida". Son cosas que van a trascender a muchas generaciones de seres vivos, salvo árboles milenarios y tortugas centenarísimas, así que ese "para toda la vida" sí parece lo más cercano a aquel que de pequeño a mí me pareció ser, o me gustó pensar que sería así.

Ahora, cercanos a la muerte, mucho más que ayer, podemos pensar en ese "para toda la vida" como en un simple contrato de garantía de uno de nuestros cacharros electrónicos, que están garantizados para toda la vida útil, que a veces son incluso un par de años. Un móvil para toda la vida, tres o cuatro años; una lavadora para toda la vida de diez años;  un colchón para toda una vida de 15 años; o un coche para toda una vida de 25 años; caducos, años que parecen durar y pasan en un suspiro, y ahí te ves comprando otro móvil, otra lavadora, colchón o coche, y cogiéndole cariño a otras personas, cuando el resto, como se sabía, no duraron una vida.

A mí, mientras, me sigue sacudiendo la mentira desde entonces: no era para toda la vida, y así se lo haré saber a los que me dejaron cuando me los encuentre, mentiras piadosas para hacerme creer en la eternidad, en la estabilidad absoluta del statu quo, en una vida nada cambiante ante la que es fácil hacerse y conocer y reconocer cada rincón, zona confortable y de 'confort' que se llama ahora, y que entonces me hacía sentirme cómodo en mi lugar, en mi casa, en mi "para siempre". Y hoy, ya sé que todo era una patraña, una ilusión desdibujada: no existe el "para toda la vida", existe el "hoy", el "ahora", porque quizá mañana, ya no exista siquiera ese todo, esa vida.

06 octubre, 2022

Reencuentros

Qué es la vida sino un continuo reencuentro, no sólo si nos ponemos filosóficos entendiéndolo como un reencontrarnos a nosotros mismos cada día, como un continuo ejercicio de autoconocimiento para crecer y evitar perder el contacto con nuestro 'yo' que nos habla desde tan adentro. 

No, la vida es también un continuo reencuentro por el hecho de cada amanecer en el que volvemos a disfrutar del regalo de existir (cuando esa existencia es digna, libre y deseada, claro), y en el que volvemos a reencontrarnos con tantas cosas y personas, lugares comunes, los sitios de siempre, las costumbres y ritos diarios, los objetos y los seres humanos que amamos, la naturaleza con sus vegetales y animales, y todo lo que nuestro planeta-hogar nos da, sean pedruscos incluso, sean bichos inmundos o hasta los males que nuestros congéneres nos causan, sean el humo y la contaminación en general, el ruido y hasta los pisotones mañaneros en el metro, que sarna con gusto no pica, y el mero hecho de vivir la merece.

El hecho de reencontrarse nos permite sobre todo volver a disfrutar de algo, de alguien, y nos invita a comparar, a compararlos, a compararnos, y ver si hay cierta evolución o si todo sigue igual (sin menospreciar en absoluto a quien detesta el cambio y tampoco a los que necesitan siempre estar en continuo movimiento). El mero reencuentro permite un análisis, pues se trata de una nueva oportunidad de estar con ese alguien, con ese algo, quizá cuando ya pensabas que nunca iba a llegar, cuando lo dabas por perdido para siempre.

Reencuentros que son para no volver a perdernos nunca, reencuentros que duran una semana y se pierden para siempre, reencuentros de minutos y una nueva separación de décadas, reencuentros en lugares indeseados, reencuentros de amigos que ahora son enemigos, reencuentros de personas que ahora son sólo unos extraños pero que antaño eran inseparables, reencuentros esquivados, reencuentros perseguidos durante meses, reencuentros desagradables, reencuentros inolvidables.

Las personas evolucionamos poco a poco, desde pequeños, sin darnos cuenta, cambiando poco a poco, mudando la piel, las células y podría decirse que hasta las neuronas que van aprendiendo y desaprendiendo y evolucionando por tanto. Nosotros no nos damos cuenta de semejantes y pequeños cambios, pero si nos reencontráramos con nuestro yo de hace 20 años alucinaríamos, pues sería una persona completamente distinta, muy aconsejable por nuestra parte, sin casi conocimientos de la vida (son 20 años perdidos), sin experiencias acumuladas, con tanto por descubrir. Uno piensa que no ha cambiado nada, que no ha cambiado en nada, pero lo piensa porque cuando estás dentro no notas el cambio, la única manera es que un observador externo nos lo haga ver: un reencuentro.



 

Así, te encuentras de nuevo a gente, tras un año, tras diez años, veinte, cuarenta... y algunos no parecen haber cambiado demasiado y los reconoces perfectamente detras del traje que llevan puesto y del traje que les ha puesto la vida en la piel (no digo ya cuando ha pasado tanto y los años se notan, que entonces ya parecemos otros sólo por parecer nuestros padres o abuelos); a otros ni los atisbas, ni los conoces ya, pareciendo personas completamente extrañas y que no parecen ser siquiera familiares de las que conocías. 

Y podríamos pensar en este punto que es negativo haber cambiado tanto, no ser uno mismo, no ser reconocible, y ahí es cuestión de gustos. A mí me gusta pensar que sigo siendo el mismo, y me aterra en cierta manera ver a los otros cambiar tanto que acaben por desvanecerse quienes eran y a quienes quería, idolatraba o simplemente tenía cariño, desaparecidos para siempre por culpa del cambio, y cuyo reencuentro duele en lo más profundo. ¿Es malo cambiar, por tanto? No, simplemente estamos hechos de cambio y por el cambio dejaremos de existir, ni más ni menos.

Entonces, podríamos pensar también que cambiar es malo, que lo ideal sea permanecer estables, casi diría que inertes, inasequibles al cambio, siempre reconocibles en todo momento aunque sea dentro de siglos... Son opiniones, son percepciones, yo prefiero el término medio de cambiar un poquito, si puede ser cerrando cadenas antiguas de errores, aprendiendo cosas nuevas y desechando antiguas erróneas creencias. Eso no quiere decir que sepamos desaprender y solo aprender cosas buenas, a los hechos de ser humanos que todos somos, me remito.

Es curioso, no obstante, encontrarte gente que nunca ibas a volver a ver. Gente que casi ni te hablaba hace una década y que hoy pretenden parecer amigos de toda la vida, gente que ha cambiado completamente como ves, pero que quieren hacer parecer que el cambiaste fuiste tú. Cambiamos todos, ni más ni menos.


 

Luego está el caso del amigo de la infancia que vuelves a ver una o dos décadas después, cuando el tiempo parece no haber pasado, detenido en décadas impúberes, y sólo parece avisarnos del cambio el hecho de que los juegos ahora no pueden tener lugar en ciertas localizaciones, por culpa del aumento de tamaño de los jugadores; por lo demás, niños y niñas eran y son, y seguramente serán, pese a que los sucesivos reencuentros pretendan cambiarlo.

De todas formas, y pese a lo que haya dicho, malo o bueno, de los reencuentros, os aconsejo no evitarlos, pues son aprendizaje también, son experiencia, son aventura incluso (casi diría que sólo los evites en caso de acoso o maltrato pasado, que al final son muchos casos, claro), una oportunidad de analizar, de recordar, de añorar, de valorar lo conseguido desde entonces, un parar para recoger algo de beneficios y seguir cotizando... sigáis siendo los mismos o hayáis cambiado a unos seres irreconocibles para la madre que os parió, reencontraros cada día si podéis, porque algún día echaréis de menos todos y cada uno de esos reencuentros.

30 septiembre, 2022

Mis peores entradas (13)

Continuando la tradición...


--Peores post, del 1201 al 1300 (Marzo-2021 a Septiembre-2022)

 Época de gran cambio para mí, en un momento histórico en el que "arreglamos" el problema de la grave pandemia con la llegada de las vacunas y ahora parece que casi ni existe la enfermedad que para siempre convivirá con nosotros.

Comencé parte de este periodo con más tiempo para escribir, aunque luego lo empleé en escribir lo que vine en llamar "mi libro", y ahora, una vez terminado o dejado en suspenso, vuelvo a tener levemente tiempo, cosa que creo que se ha notado en las últimas semanas.

En su momento tuve tiempo para escribir bastantes artículos de los largos y trabajados, pero también hubo licencias para rellenar, como aquella vez que estaba aburrido y me puse a añadir nuevos blogs a mi lista de enlaces, o aquella en que fui a echar gasolina y os lo conté.

Por supuesto, hablé también de mi libro, varias veces, qué pesado, contando cómo iba; e incluso saqué conclusiones de ese poco tiempo tenido, volviendo a contar algo demasiado rutinario, como que había publicado 5 posts en enero, cosa obvia que se ve a simple vista. También contando una chorrada rutinaria, os comenté que había creado una nueva etiqueta para "lo mejor", que aún apenas he utilizado ni me he parado a rellenar en los antiguos.

Si pudiera borrar sólo uno: Borraría el de los cinco post en enero, que claramente se notaba que era para rellenar un poquito aprovechando que comentaba que tenía precisamente pocos artículos ese mes, no aportando mucho más que eso, la propia intrascendencia.

Si pudiera salvar sólo uno: Salvaría el de añadir nuevos blogs, que es algo que siempre es curioso, anima al ver que siguen existiendo blogueros y da un poco de vida social. El hecho de explicarlo es un abrirse a los demás que creo interesante.