14 noviembre, 2022

Sin cinismo no hay capitalismo

La verdad es que el título parece más una consigna anticapitalista que otra cosa, pero guarda un trasfondo que voy a explicar a continuación, y que también podría resumirse en un "sin cinismo no hay beneficio" o en un "los que vencen son los que más mienten".

Todo viene a colación del famoso escándalo generado en la red social Twitter los últimos tiempos, que intento resumir en varios puntos:

1- El multimillonario Elon Musk compra Twitter, quizá la red social con más prestigio a nivel mundial (digamos que las Instagram o Tiktok son vistas más para diversión de la chavalería, y Facebook es para que la gente difunda bulos y memes de forma cansina, Twitter se ve como más seria, pese a que siempre hay mucho ruido en todas, claro).

2- Aunque no tiene que ver con el tema de hoy, empieza a despedir a muchos empleados y a cambiar su "línea editorial". 

3-Pocos días después, Twitter elimina la forma clásica de obtener la marca que indicaba que una cuenta estaba verificada (este era uno de los grandes pilares de Twitter, ya que el hecho de ver esa señal azul en una cuenta indicaba que el personaje o la empresa era real y por tanto podíamos confiar sin duda en la veracidad de su tuit). Twitter tenía un departamento completo dedicado este chequeo de cuentas, por lo que esta confianza le daba a la red gran parte de ese prestigio que he comentado.

4-Twitter establece a cambio un pago de 8 euros al mes para quien quiera tener esa marca azul, que pasa de ser el final de un laborioso proceso de verificación y confianza a una simple transacción económica. Muy capitalista todo: pagar por conseguir que los demás te crean.

5- Como basta pagar para parecer una cuenta real de persona o empresa, algunas personas empiezan a hacerse cuentas que parecen reales y suplantan las de ciertas empresas o instituciones para tuitear haciéndose pasar por ellas (los otros usuarios, al ver la marca azul que conocen de toda la vida, no dudan de la veracidad de los tuits, por lo que se creen todo y actúan en consecuencia). Esto provoca chocantes resultados, incluyendo pérdidas de miles de dólares.




En conclusión, tenemos una especie de "compra de la confianza". Simplemente por un módico precio de 8 euros podemos conseguir que los demás crean todo lo que decimos, hecho que suena a distopía de Black Mirror, pero que ha llegado a ser realidad estos últimos días.

Así, se han dado varios casos alucinantes de "Robin Hood" que se dedican a tuitear en nombre de empresas, siempre haciendo parecer que van a dejar de hacer alguna de sus habituales prácticas "cínicas capitalistas", o "usureras", y que va van a pensar más en la gente...

Automáticamente, las acciones de esas empresas se desploman.

¿Por qué si las empresas tuitean que van a empezar a portarse bien, sus acciones caen a plomo? ¿Es que lo que las bolsas quieren es empresas malhechoras? Pues obviamente sí: a los mentirosos les va a ir mejor y haciendo el bien y siendo buena gente no te vas a hacer millonario tan fácilmente...

Me parece un bofetón de realidad impresionante para los que pudieran tener alguna duda de lo que el capitalismo nos trae, de cómo está construido el mundo actual y de que obviamente las empresas venderían a su abuela (y evidentemente a nosotros) por un puñado de dólares.

El caso más flagrante ha sido el de la farmacéutica Eli Lilly, que vende insulina a precio de oro en EEUU. El tuit decía que a partir de ahora sería gratuita y como la cuenta estaba verificada al tener la señal azul (aunque lógicamente no era la real), la gente lo creyó, las acciones bajaron un montón (claro, ya la empresa dejaría de ser tan rentable si no se forra a costa de los diabéticos americanos, que pagan casi 20 veces más que los españoles) y perdieron millones de dólares.


 

Otro curioso es el de Nestlé, que tuiteó algo así como "robamos tu agua y te la vendemos luego embotellada", auténtica acción de "Robin Hood" la de los que lo consiguieron tuitear, ya que es una verdad dolorosa pero cierta.

Otra es el de la empresa de defensa Lockheed Martin, que anunció que dejaba de vender armas a ciertos países y también bajó en bolsa.

Y aparte de todos ellos, muchos más de risa, como los de Donald Trump reconociendo que Obama fue el mejor, la Pepsi reconociendo que la CocaCola es mejor o la marcha de Lebron James de los Lakers (que tampoco extrañaría a nadie).

Finalmente, tras sólo dos días, Twitter eliminó ya esa opción de pagar para tener la marca azul (creando una nueva marca con el texto "Oficial" a las que tenían esa antigua marca azul conseguida en base a su proceso de verificación habitual). No sabemos cómo evolucionará la cosa, si será el final de Twitter (seguramente denunciado por alguna de esas compañías), comprada por un multimillonario y embrutecida y prostituida en menos de un es, pero sí que nos ha proporcionado un inverosímil experimento sobre nuestra sociedad actual. Capitalismo sin cinismo, un imposible diría yo... 

Quizá otro día lo tuiteemos, siempre que exista Twitter aún, claro. Si no, ya comprará cualquier otro juguete el Elon Musk, para eso es esa pasta cínica, claro que sí.

No hay comentarios: