Y ahora una guerra
Pues eso, que narrando y narrando acontecimientos que no habíamos vivido nunca, coincidimos con una pandemia, con un volcán en España, y ahora con una guerra en Europa. Que sí, que la yugoslava fue otra, tan cercana y en un país tan similar a España, pero es que ahora un país ha atacado al otro, así, sin paños calientes.
Son cosas que a uno no le van a pasar, y ahí las tenemos, y vemos a tanta gente pensando "bueno, eso pasó en Yugoslavia y ahora en Ucrania, pero en España no va a pasar". ¡Claro campeón!, porque hace 86 años no pasó nada en España similar, y hay gente viva que aún se acuerda. Eso nos debería hacer reflexionar y pensar: ¿por qué no? Y actuar en consecuencia, claro.
Ahora parece que nadie se atreve o tiene bemoles de ayudar a los ucranianos, no, que Rusia la absorba y santas pascuas, porque sí, le vamos a poner unas sanciones durísimas y al menos evitará que invadan luego Polonia... a saber... Y lo que no podemos ponernos a hacer es a atacar también a los rusos, porque se liaría guapa... Una posible Tercera Guerra Mundial, de la que se lleva hablando desde los 50 y la Guerra Fría, y que tarde o temprano acabará por suceder.
Tuvimos varios avisos, recuerdo sobre todo las épocas de Irak y el susto de las armas de destrucción masiva, o el loco de Corea del Norte, pero ahora parece que el más loco de todos (que a veces ha sido también el presidente de EEUU), es el padre del hijo de Putin.
De momento nos queda esperar las consecuencias, en un año aún metido en la pandemia que se nos va, sustituida por algo que lo mismo es hasta peor, quizá con subidas brutales de precios en la materias primas y energía, inflación gorda subyacente, falta de suministros, a saber... Sólo espero que acabe pronto, que Rusia se quede los pedazos de Ucrania que desee, y a otra cosa, mariposa...
Mientras tanto, nadie se atreve a prometer a Ucrania que entrará en la OTAN, cagados de miedo... y es para estarlo.
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