30 junio, 2013

El Poema íbero de la Laguna Negra, Porcuna-Ipolka

Cierto día, a mediados de la década de los 2010, durante los destierros para la construcción de una nueva autovía entre la provincia de Jaén y Córdoba, aparecen las ruinas de lo que parece un antiguo templo íbero-romano de la vieja Obulco, la actual Porcuna. En el yacimiento aparecen también unos trozos de piedra con letras grabadas, que parecen formar parte de un conjunto.

Tras muchas investigaciones se descubre que forman parte de un gran poema, que escrito en varios de esos bloques de piedra flanqueaba el templo. Descubierto el gran misterio, aquí lo tenéis. Sólo se incluye el significado de la última estrofa, la traducción completa la podéis encontrar en el libro "Relatos de Ipolka 3", publicado en 2013.



27 junio, 2013

7 días después de un cambio de estado

"No llores porque se terminó, sonríe porque sucedió".



Han sido 30 felices años, así que ríamos, ríamos, acordándonos de tantos buenos momentos, ríamos hasta desencajarnos de felicidad, mondados como naranjas ante tantas anécdotas, tantas alegrías, tantos instantes atesorables e inolvidables. Porque aún seguimos de la mano, aunque de otra forma, con otro estado distinto, pero que al fin y al cabo lo llamemos como lo llamemos es igual: seguimos siendo lo mismo.

20 junio, 2013

Segovia, pequeña joya románica con acueducto incluido

La llegada a Segovia desde la parte baja impresiona, pudiera llamarse Vía Augusta la calle, aunque se llama Vía Roma. Claramente es un paisaje italiano en la Castilla española, que no puede más que extasiar, piedras muy bien colocadas, alto mamotreto y grandeza, bastante grandeza. A uno no le extrañaría encontrarse a escasos metros el Coliseo, las Termas o cuádrigas en vez de automóviles. Lógicamente, es enorme el reguero de turistas que pasean por los alrededores.



Luego, un crisol románico se nos abre de par en par, con un goteo continuo de Iglesias, Conventos y Palacios en cada esquina, incluso en calles que al principio parecen ultramodernas y acaban mostrándonos algún pequeño tesoro. Ejemplos habría tantos... Aquí es cuando uno entiende perfectamente el significado de la palabra "patrimonio" y la importancia de conservarlo. Personalmente una de las cosas que más me impactó fue la torre de la iglesia de San Esteban, más alta de lo normal para una iglesia románica, que incluso daba la sensación de que podía caerse en cualquier momento por el gran peso. (aquí debajo la tenéis).




Después, cuando uno se va adentrando más y más sigue descubriendo detalles, hasta llegar a la Plaza Mayor, a cuyo lado se encuentra la catedral, joya gótica tardía, con sus gárgolas y sus punzantes pinchos archifamosos, buen lugar para degustar un cochinillo o unos judiones en condiciones. Quizá su portada y su torre no son las más bonitas de España, pero esa parte trasera tan fotografiada y que es su signo de identidad es más que suficiente para merecer la pena.



Más abajo, mucho más abajo, llegamos al gran Alcázar, o castillo de Blancanieves, gran fortaleza de cuento por la que tantos y tantos reyes españoles y castellanos pasaron, con su foso, sus armaduras, sus cuadros de batallas, sus rincones que tanto habrán visto y oído, sus fuertes muros y sus vistas impresionantes. Dentro uno siente cómo la historia impregna todo su interior, y pareces casi oír a los reyes recibir a los emisarios, o a los generales preparar la batalla.





A las afueras tenemos también algunos interesantes sitios por los que pasar, como el Santuario de la Fuencisla, donde conseguimos 5 años y 40 días de indulgencia, y junto al que tenemos estupendas vistas desde abajo del Alcázar. Cerca podemos visitar también la enigmática iglesia románica de la Vera Cruz, si es que sigue siendo un enigma el tema de las Órdenes militares y religiosas de la Edad Media, donde la verdad es que quedaremos algo decepcionados.



En conclusión, un lugar que merece la pena visitar, sobre todo si se ama el románico (quizá sólo Zamora esté a una altura igual), aunque también si se aprecia el buen comer, donde destacan los judiones de la Granja y el famoso cochinillo.



En cualquier caso, y por supuesto, una visita obligada,  si se quiere ver la impresionante joya de acueducto, santo y seña de la ciudad. Y como siempre digo, los viajes no los hacen los lugares, sino las personas con las que los visitas, sea con tranquilidad o fugazmente, y en este caso, la compañía repite, así que gracias por esa compañía Montse.

16 junio, 2013

La vida deportiva, paralelismo con la vida en general

Hace poco comentaba que de los 10 artistas del cine español que homenajeé en vida en 2007, 5 años y medio después sólo quedaba uno. Debido por supuesto a la ley de vida, a que eran muy mayores y todo eso, y a que estaban pues en una de esas edades "límite".

Siempre he pensado que en cierto modo la vida deportiva tiene cierto paralelismo con la vida en general. Sería algo así, años arriba, años abajo: Una persona nace con 0 años, un deportista nace con 14, por decir algo. Una persona cobra uso de razón o al menos ya madura algo con 14-15 años, un deportista debuta en el primer equipo o en las primeras grandes competiciones con 20 años. Una persona comienza su declive con 55 años, un deportista con 28 años. La media de edad con la que mueren las personas es de 81 años, la media de la retirada de un deportista son los 33. Hay personas que sin embargo llegan a los 100 años, hay deportistas que sin embargo rozan o incluso llegan a pasar los 40.

Lógicamente obviamos deportes menos físicos en los que se puede cumplir casi los 50 en plenitud (ajedrez, golf, automovilismo, tiro olímpico, etc...), y entonces nos damos cuenta de que es como si también a partir de cierta edad, en cualquier momento le puede llegar la retirada a un deportista, como la muerte a cualquier persona.

A lo que iba es que curiosamente, igual que creé ese post homenaje a los viejos artistas del cine español, 1 año antes (y ya hace 6 temporadas) escribí un post sobre los viejos porteros de nuestro fútbol, que tenían ya cierta edad y que apenas tenían relevo de garantías en la juventud. Hoy, la mayoría están retirados, aunque aún quedan algunos de extraordinaria longevidad.

Como decía entonces: lo mismo que ahora vemos debutar a jóvenes que se miran en el espejo de los mayores de 35 años, un día esos jóvenes serán el espejo en el que se miren otros aún más jóvenes que ahora ni conocemos. Esto es todo un ciclo.



Es curioso de todas formas que aún haya varios en activo, como Palop (39 años), Pinto (37) y Ricardo (41 años), en edades ya exageradísimas alguno de ellos, y ya más como suplentes que otra cosa. Este sería el mismo ejemplo aplicado al deporte, como el de personas muy mayores aún vivas, no sé, con 95 años, con 100 incluso, ó con 87 como Ozores, el único que permanecía vivo del post del cine español.

Simplemente es una curiosidad, que nos puede hacer pensar. ¿Cuánto de carrera les quedarán a nuestros veteranos deportistas, ya bastante pasada la treintena? Navarro y Gasol (33 años), Fernando Alonso (32), Puyol (35), Xavi Hernández (33), Alejandro Valverde (33), Samuel Sánchez (35), Ruth Beitia (34), Entrerríos y Juanín García (37 años), JJ Hombrados (42), etc... Pues poco, muy poco, imaginemos que en edad "vida real" tendrían más de 80 años, así que hagamos cuentas y sobre todo ¡disfrutemos de ellos!

11 junio, 2013

Lo nuevo frente a lo viejo, mientras pienso qué escribir

Mientras pienso sobre qué escribir, mientras leo lo que otros escribieron, aquí me tenéis, en un lugar que desde siempre me ha sido muy familiar, en el que he vivido tantos momentos. Y exactamente así me encuentro en este preciso momento:

"Sentado con mi batín y mi pipa, repantigado en aquel viejo sofá, de ese joven ático, que un día fuera una vieja torre barroca, de una nueva casona noble, en una vieja calle recoleta, con nombre de nuevo escritor de éxito con viejos quehaceres, en un nuevo imperio, todo ello en una vieja ciudad, mucho más que estas palabras..."

05 junio, 2013

En qué te decepcionarán tus descendientes

Los seres humanos somos así, partidistas, nos unimos a una causa, a unos colores, necesitamos una manada, necesitamos una militancia, necesitamos sentirnos parte de algo.

Así, unos son amantes de la caza, otros seguidores del Real Betis Balompié manque pierda, a otros les gusta hacer pasteles, otros son forofos de los toros, no se pierden una representación de castellets, lloran con la última procesión de la Virgen del Pincho, son anti-franceses, afrancesados, racistas, ecologistas, culteranos, cascarrabias, pueblerinos, renegados de lo rural, o piensan que "jamás, jamás voy yo a hacer eso, ni muerto...".

Hasta ahí perfecto, hasta la médula, para toda la vida, hasta que la muerte nos separe, de ideas fijas contra viento, marea, huracanes y frentes fríos que entran por el cabo Finisterre y terminan con una gota fría en el Levante, pero siempre con viento de Poniente. Pero, ¿y el legado?, nuestro legado... ¿Qué les vamos a dejar a nuestros hijos? ¿Queremos que sean como nosotros, que sigan siendo seguidores "manque pierdan"? Lógicamente, la mayoría sí.

Pero claro, hay casos en los que es casi imposible seguir una tradición, como seguir siendo calafate, como seguir siendo aficionado del Logroñés, como seguir siendo cristiano en territorio de Chiítas, como ser anti-francés en Francia o tantas y tantas posibilidades como aficiones o emociones se nos puedan ocurrir. ¿Entonces qué? Bueno, eso les pasa a otros, porque mis hijos seguirán a pies juntillas lo que yo les diga,y seguirán mi partido, mi afición, mi creencia, y los hijos de sus hijos, y los nietos y los etcéteras que las ramificaciones del árbol genealógico permitan.

Hasta ahí, bien, imperdonable si no lo hacen, porque nos decepcionarían tanto..., pero, ¿nos hemos parado a pensar en qué hemos podido decepcionar nosotros a nuestros antepasados?

No, no hablo de nuestros padres, abuelos o bisabuelos, de los que más o menos tenemos constancia y memoria, de cuyos principales gustos, aficiones y militancias nos ha quedado algo, aunque sea de oídas. Pero, ¿y de los bisabuelos de nuestros bisabuelos?, ¿y de esas personas que ya murieron hace ciento y pico años y de los que no sabemos ya nada? ¿Nos hemos parado a pensar en que a lo mejor nuestra vida actual les decepcionaría enormemente y que si levantaran la cabeza volverían a meterla de nuevo allá donde la tengan?

Imaginemos a nuestro tataratatarabuelo al cuadrado, amante él de las palomas (colombofílico), que ve cómo ahora nosotros las cazamos. Imaginemos a nuestro tatarabuelo, religioso devoto de la Virgen de la Paz de cuya procesión ahora nos reímos y a cuyos nazaremos llamamos "capillitas", cómo se sentiría al ver dicha situación. Imaginemos a nuestro tatarabuelo seguidor acérrimo del Atlético Aviación, cuando ahora nosotros somos anti-Atleti y del Real Madrid hasta la médula... Imaginemos a ese tatarabuelo seguidor de las ideas de Karl Marx, que ahora ve como nosotros vamos con un jerseycito al cuello y votamos al PP como si nos fuera la vida en ello...

Sólo reflexionemos un momento, ya no sólo en qué nos podrían decepcionar los que vendrán, sino ya en qué hemos decepcionado seguro nosotros a los que atrás quedaron, cosa que jamás habrían pensado, y en cualquier caso, eso nunca: no os decepcionéis a vosotros mismos.