10 agosto, 2018

Juegos de mesa

Nos aburrimos mucho, el fin de semana se alarga demasiado, el verano parece infinito, el calor nos atora el cerebro, ¿qué podemos hacer? Oye, ¿por qué no jugamos a un juego de mesa?

Uf, cuántas veces habremos oído algo parecido, y es que los juegos de mesa son uno de los entretenimientos más socorridos en estos casos, y cuántos de nosotros no hemos disfrutado magníficas y divertidas partidas en nuestros tiernos años infantiles y por supuesto en los no tan tiernos adolescentes y luego maduros (y espero poder hacerlo también en la senectud).

Muchos puristas dirán que el ajedrez es más un deporte que un juego de mesa, y que el parchís y la oca son demasiado poco sofisticados para incluirlos aquí (sobre todo la oca es 100% azar, así que ahí sí diría que podríamos excluirlo por "simple"). Por supuesto las cartas son un juego de mesa, porque se suelen jugar en una mesa, pero tampoco las incluiría tan fácilmente en este post, y por supuesto hacer bolitas de plastilina en una mesa lo es, pero más o menos podemos hacernos una idea de lo que estamos hablando. Aun así, me pregunto: ¿qué es un juego de mesa?, ¿qué características mínimas ha de tener un juego de mesa?, ¿quizá tener dado? No, no todos lo tienen, ¿quizá tener una figurita o personaje que nos representa, pero no ser 100% azar? Uf, podría ser. ¿Tener tablero? Sí, y no... y así sucesivamente.



Lo que sí está claro es que con ejemplos lo tendremos más claro, y aunque hay muchos tipos de juegos de mesa (los de cartas como el julepe, los de dados como la escalera, los de fichas como el dominó, los de rol como el Dragones y Mazmorras, los de tablero tradicionales como las damas y los de tablero modernos, que es a lo que aquí nos vamos a referir).

Todos hemos jugado en nuestra infancia a alguno de ellos, ya sea el Superpoly, el Scattergories, el Cluedo, el Risk, el Trivial, el Tabú o el Pictionary, y aquí simplemente me gustaría hacer un pequeño repaso a algunos de ellos, incluyendo por supuesto los modernos de verdad, que ya jugamos de mayores y por los que los niños de ahora se pirran. Me voy a hacer mi propia clasificación, que para eso es mi blog y de ahí mi taxonomía:

Juegos de Concurso

Serían juegos cuya mecánica se asemeja a los típicos concursos de la tele, en la que en cada turno los jugadores van obteniendo puntos (que se suelen anotar en un cuaderno), y el que más consiga al final, gana.

Aquí encontramos algunos clásicos que no llegaron a concurso de la tele, como el Scattergories (escribir una palabra que empiece por una letra para cada categoría, como por ejemplo "cosas que se encuentran en el mar") o el Scrabble (ir formando palabras con las letras que hayamos cogido de una bolsa); y otros que procedían directamente de concursos, como el Cifras y Letras.

Juegos de Preguntas y Respuestas

Son juegos en los que se va avanzando por el tablero en función de las respuestas acertadas a preguntas de cultura. Aquí el rey ha sido siempre el Trivial Pursuit, pero también derivados de concursos de la tele han surgido muchos como el Pasapalabra o el Boom!



Juegos de Recursos

Son juegos en los que existen unos recursos que se reparten entre los participantes al principio, y que ellos pueden hacer aumentar o disminuir ayudados por el azar o quizá por el intercambio entre ellos. Aquí habría dos modalidades claramente diferenciadas según el final del juego (y por tanto también su duración).

-Mecánica tradicional (monopolio): es la de juegos como el Monopoly (todos comienzan con dinero y van comprando propiedades por las que los otros tienen que pagar al pasar) o el Risk (todos comienzan con varios territorios y van invadiendo o perdiendo otros que les quitan sus rivales), donde el objetivo final es arruinar a tus rivales, y el último que sobrevive es el que gana.

Tiene el gran hándicap de que cuando un jugador queda eliminado (por quedarse sin dinero o sin territorios, por ejemplo), tiene que esperar a que el resto acaben la partida, por lo que a veces puede quedar horas sin jugar. Por ahí también se entiende que puede haber partidas infinitas... (anda que no hemos tenido que dejar más de una vez tú y yo un Monopoly a medias).

-Estilo alemán o europeo (cooperación): en este caso la mejora consiste en poner un límite para que el que más recursos tenga, de modo que todos saben cuándo acabará la partida y más o menos la mecánica haga que no sea fácil descolgarse del todo, por lo que la mayoría de los jugadores tendrán aún alguna opción de ganar o conseguir un mejor puesto casi hasta el final. Esto ocurre en muchos juegos modernos como por ejemplo el Catán o el Agrícola.



Juegos de Cartas con niveles

Se trata de juegos en los que no vamos a tener un tablero, sino que sólo hay cartas. Cada jugador va a poder ir lanzando cartas, que quedarán en la mesa como su "patrimonio de juego", y según ese patrimonio irán alcanzando cierto nivel. Normalmente gana el que llega a un nivel determinado, como ocure en algunos modernos como el Ciudadelas (las cartas que tenemos delante conforman una ciudad, y en función del nivel de la carta, la ciudad será más o menos poderosa) o el Munchkin (las cartas que tenemos delante son la ropa o armas que llevamos puestas, y tenemos un marcador de nivel para ver quién gana)


Juegos de itinerario cerrado

Aquí meto a los juegos en los que nuestro poder de decisión es bastante escaso, ya que la mayoría se juegan con un dado y los movimientos que hemos de hacer siempre van siguiendo un itinerario desde el inicio hasta el final. Aquí incluiríamos por supuesto esos parchís y oca, pero entre los más sofisticados estarían el Viaje por Europa o La Vuelta al Mundo en 80 días.



Juegos de adivinación comunicativa o artística

La mayoría requieren formar varios equipos, en los que uno o varios van a actuar y los otros adivinar. Muy famosos son los clásicos Tabú (el que actúa no puede decir ciertas palabras clave para intentar que adivinen una definición), el Pictionary (hay que dibujar y los demás tendrán que adivinar rápido lo que es) o el Party (una mezcla de varios de ellos). Aquí incluiría también otros de "uno dice y el otro adivina" como el moderno Código Secreto.

Juegos de tablero sin tablero

Aquí no tenemos mucho de qué hablar en el pasado, porque quizá el primero que irrumpió en nuestras vidas fue el moderno Carcassone (conforme ponemos las piezas del tablero nos apropiamos de ellas y así vamos consiguiendo puntos).

Juegos manuales dinámicos

Estos son los que nos acaban haciendo sudar, porque requieren cierto trabajo manual dinámico, como el Spaguetti o el Tragabolas, quién no los recuerda o se ha dejado la mano dándole que te pego.



Juegos manuales de sigilo

Aquí entrarían todos estos juegos en los que hay que realizar alguna tarea manual pero con mucho cuidado, como el Tozudo, el Cocodrilo Sacamuelas o ¡Sobrevive! (en este último hay que mover las trampillas con cuidado, pero no nos sacudirá una mula ni nos morderá un cocodrilo, eso que nos llevamos).

Juegos de contar historias

La mayoría de estos juegos son para grupos grandes, y ejercitan mucho la imaginación, ya que el objetivo es crear historias, que o bien los demás deberán decidir si se creen o no, o el objetivo puede ser embaucarlos para que queden totalment engañados y nos salgamos con la nuestra. Uno de los paradigmas actuales es el evocador Dixit, pero también habría otros como los Timeline y Fake



Juegos de agudeza visual y rapidez

Se trata de ser más rápidos que los demás viendo la similitud entre figuras de las cartas o encontrar diferencias. El más rápido gana, así de sencillo. Son juegos rápidos y divertidos, como el Dobble o el Jungle Speed.

Juegos de policías y ladrones

No son más que una mejora de este típico juego de cartas. Recientemente salieron los Hombres Lobo de Castronegro y el Bang!, que con diferentes temáticas van a venir siendo lo mismo.

Juegos frikis a mantas

Básicamente serían los jugados por los personajes de The Big Bang Theory o gente de similar frikismo, a veces durante muchas horas o días, como el Dungeons and Dragons, el Warhammer o el Arkham Horror. Lo ideal es que tengas muchas horas por delante para jugar, porque si no, es imposible...  De hecho, sólo para leer y aclarar las reglas se puede estar varias horas.


Y aunque habría muchos más tipos, yo creo que no ha estado mal. Repasaré brevemente algunas anécdotas que recuerdo, como la primera vez que jugué al Scattergories en sexto con los javieres, aquellas partidas a "La Paz" (el antiguo Monopoly) con mis hermanos, las partidas de Hotel en casa del 'Pitufo' mientras luchaba su gran batalla, los Secretos de la Pirámide o los Ciudadelas con mis cuatro sobrinos, los Scrabble con mis padres, los Operación con mis primas, los Movies con inventados ciclistas, los Munchkin con los de la última facultad o los Catanes con ememe y los cuñados, todos retazos de juegos de mesa de nuestras vidas, mientras algunos juegos cada vez quedan más olvidados y otros modernos los sustituyen. ¡Larga vida a los juegos de mesa!

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