22 mayo, 2006

Corren buenos tiempos para los muros...

Bueno vale, hay que evitar la avalancha de inmigrantes a toda costa, sí, pero son personas. ¿Son personas? Puede, pero no lo parece cuando nos vamos a la frontera hispano-marroquí:

La valla del lado marroquí (5 metros de altura) está inclinada para que no puedan apoyar las escaleras; si aún así pueden escalar, arriba hay unos muelles que se doblan hacia el lado marroquí para que caigan al suelo; si de todas formas pasan, caen hasta la sirga tridimensional, que es una especie de trampa que conforme más inmigrantes caen y más intentan escapar de ella, más se tensa, atrapándolos. Esto me recuerda a las trampas para ratones o para cualquier otra alimaña… En fin, que si consiguen escapar de la red tridimensional hay otra valla de 5 metros que también tiene arriba muelles por si consiguen escalar, y volverán a caer al lado de la sirga. Si aún así consiguen (como si fueran superhéroes) escalar y saltar la segunda valla, les quedará la tercera valla que es la que está del lado español. En todo el proceso estarán vigilados por sensores que controlarán su paso y que alertarán a los policías de que hay por ahí un montón de “individuos indeseables que se intentan colar en nuestro país para comer”; además, se les rociará con chorros de agua con pimienta y no descarten los gases lacrimógenos… Sí, ellos no tienen comida, no tienen trabajo y sus familias se mueren de hambre; a diferencia de los actores sudamericanos que se han hecho famosos por un culebrón y se les da la nacionalidad y se les acoge, igual que a los futbolistas... por poner algún ejemplo.



¿Esto es legal? ¿Es humanitario? Dudo que yo me sienta mejor que estos negros que intentan alcanzar la frontera, pero, ¿se sienten mejores que ellos nuestros políticos? No sé, quizás, pero la sirga tridimensional ha sido ya encargada por varios países para defender sus fronteras. ¡Ahh!, un mundo sin fronteras donde todas las razas sean hermanas y todos vayamos cogidos de la mano por la Tierra… Sí, pronto habrá otra trampa-valla entre México y Estados Unidos, para que los “hispanos indeseables que se intentan colar en nuestro país para comer” se queden atrapados y no puedan saltar…

Se multiplican los muros: Chipre (Nicosia está dividida en dos), Israel (un muro la separa de Palestina), EEUU (un muro la separará de México), Marruecos (de Ceuta, Melilla y el Sáhara), en Irlanda del Norte, aún quedan...



¿Es triste? Bah, ni siquiera voy a gastar sentimientos en esto, aunque me voy a sentir un poquito avergonzado de ser español, con vergüenza de que un extranjero me mire y me diga: “he visto en la televisión lo que hacéis con los que intentan entrar en tu país. Me parece inhumano”…

Le diría que a mí también, y que siento pena de mis gobernantes, de mi propio mundo, de mi propia especie que hace semejantes cosas. Sólo les falta electrificar la valla, poner pinchos y francotiradores para que maten a los que consigan pasar…

No sois distintos, sois como nosotros, y si vosotros caéis en la red, nuestros semejantes caen en la red. Ojalá desaparezcan las fronteras un día y todo el mundo se pueda quedar en su país, en su tierra, porque allí no habrá hambre y se podrá vivir sin envidiar a los demás, sin envidia de ir a otro lugar mejor, porque no haya patria mejor que la de uno.


PS: Por cierto, enhorabuena para Montenegro, nuevo país independiente en 2007, con capital en Podgorica (Podgoritcha). De la vieja Yugoslavia, ya sólo quedan unidas Bosnia y Herzegovina.

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