14 julio, 2011

6 sentidos, 6 repasos a mis recuerdos (2), 1990-1993

Continuando con esta serie de recuerdos, tras la primera, ahora llega la segunda entrega, disfrútela el que pueda:

Gusto: La época entre 1990 y 1993 me sabe a bocadillo de chorizo Revilla con mantequilla, que degusto mientras veo jugar a la Eire de Pat Bonner, a la Inglaterra de Shilton, a la Camerún de Roger Milla o al equipo milagro danés, todas mientras fracasan las Españas. Esta época me sabe a primaria, al Noguera Pallaresa o a los Montes de Toledo. Me sabe al "Paqué" y a la "comida de la tita Josefina", que mi madre prepara mientras canta las viejas canciones de mi abuela, cuya ancianísima hermana conocí sin ser consciente de lo histórico del momento. Esta época me sabe a tarta de comunión, a lasaña del Pasaje y a pestiños. Me sabe a los caramelos que me va regalando el primo Juan cada vez que me mide con los botones de su chaquetita. Esta época me gusta, y en ella cumplo mis primeros diez años de vida imberbe y aún imaginada eterna, pese a saber ya que la gente se va, como el padre del Rey o don Manuel Millán. Esta época me sabe al sueño olímpico, a algún mini-accidente de bici que me dejó alguna marca, me sabe a mañanas con el "Trackanfield" saltando mientras mi hermano "canea", a hazañas inéditas de nuestros deportistas, y también a Wembley claro, a Koeman, a Johan, Bakero, Hristo o Pep. Me sabe a música también, a grunges y demás independientes, al Rey del Pop, a Roxette o The Cranberries, y por supuesto a Cantores de Hispalis. Me sabe a Tutti-frutti, a Mamachichos, a Saque Bola y a Antena3 Radio. También a médicos varios, a alergias y radiografías en Cristo Rey. Esta época me sabe a pizza en el lago de la Expo'92, pisando pabellón tras pabellón enorgulleciéndose de nuestra fama mundial y sudando de calor. Me sabe a la primera copa que ganamos jugando al fútbol, en 3º, y me sabe a los teatrillos junto a mis amigos, leyendo largos textos e interpretándolos como podíamos, me sabe a las primeras notas de una rondalla, al trinar de la bandurria y los acordes de unos guitarristas aún muy verdes.

Esta época me sabe a chocolate, del que estaba hecha la hucha del negrito de mi clase, me sabe al libro de los animales, a la bolsa de leche que nos daban, y a los pocos bollycaos que tomaba, a los "tois" a los "chinos" y a las estampicas. Me huele, claro, al churrova y a cada juego, que practicaba con amigos a los que no volví a ver hasta 15 años después, que fueron sustituidos por otros, venidos y venidas de las monjas, de Venezuela, de Málaga, de Granada y quién sabe de dónde más. Esta época me sabe a puré de patatas, a largas e interminables tardes jugando en la plaza 20 contra 20, al fútbol, a la corona o al mega-juego del escondite de las noches veraniegas en la Carrera. Me sabe también a marcianitos, a Game-boy, a NES, NASA y Super Nintendo, me sabe a los sabores de las casas de mis amigos, en llanetes, travesías y calles estrechas. Me sabe a canapés de magníficos cumpleaños, míos y ajenos. Me sabe al cocido que sube por el patio, mientras veo asomarse a Amalia o escucho toser a Perico. Y a otro Perico veo ceder el trono a Miguelón, coronado en París como Arantxa.

Tengo el disgusto de ver inundaciones, y sequía y cortes de agua, pero también disfruto de la piscina, que sabe a cloro y a miedo en un principio, aunque todo es cuestión de soltarse. Esta época me sabe a los últimos años de inocencia, donde todo vale y donde todo es posible si tienes un trozo de papel y puedes crear mundos dibujando o jugando al rol o a las guerras de barquitos. Esta época me sabe a infantería de marina y a juras de bandera en Cerro Muriano; me sabe a remates, a recogida de aceituna de cornezuelo y al sabor dulce del arrezú. Me sabe al agua fresca tras una interminable subida al puerto de "Le Cabrá Mochá" por la vertiente larga; me sabe a 1 a 21 en las escuelas. También me sabe a novias de los mayores, a las que llaman y preguntan por ellas a sus padres, me sabe a interminables capítulos de culebrones, y a la intriga de Twin Peaks, todo mientras por las tardes veo Los Caballeros del Zodiaco y La Quinta Marcha. Me sabe a historias de mis tíos delante del fuego, a partidillos de mayores contra un pequeño pelirrojo que se defiende como un león. Me sabe a los primeros amores, y al desamor, me sabe a las primeras medio-novias, y a las que no te hacen ni caso. Estos años me saben a disfraces de carnaval, a procesiones disfrazados de Semana Santa, a nochebuenas pidiendo el aguinaldo mientras sigue sonando el tractor amarillo. Me sabe a las primeras bodas familiares, a la lambada y a los primeros pachangueos que luego degeneraron tanto. Me sabe a uso de razón, a recuerdos fijados para siempre, a creerme de verdad mayor (qué irónico). Así, y de muchas otras formas más me sabe aquella época, que viví hace 20 años...


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6 sentidos, 6 repasos a mis recuerdos (1), 1986-1989, Vista 
6 sentidos, 6 repasos a mis recuerdos (2), 1990-1993, Gusto
6 sentidos, 6 repasos a mis recuerdos (3), 1994-1997, Oído
6 sentidos, 6 repasos a mis recuerdos (4), 1998-2001, Tacto
6 sentidos, 6 repasos a mis recuerdos (5), 2002-2005, Olfato
6 sentidos, 6 repasos a mis recuerdos (6), 2006-2009, Intuición

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