29 diciembre, 2012

Nuestros juegos de pequeños en Porcuna

Esto suena un poco al típico post de "nostalgia de los 80", pero bueno, para mí es la primera vez que lo hago. En una época en la que aún no había videoconsolas, los niños de los 80 y anteriores décadas jugábamos en la calle. Sí, en la misma calle que ahora es tan peligrosa y por la que no se puede dejar ir solos a los niños (tengamos en cuenta también que ahora hay muchos más coches que antes y que en los telediarios salen muchas más malas noticias que por entonces).

En fin, aquí va un pequeño repaso a algunos de los juegos a los que jugábamos por aquella época en Porcuna (muchos se siguen jugando, quizá con otros nombres heredados o inventados por los niños de ahora, niños del siglo XXI, enganchados a la Nintendo DS y al smartphone, ni mejor ni peor época, sino diferente). Me olvidaré seguro de algunos (sobre todo de niñas, a los que no jugaba mucho), pero es que ya han pasado alrededor de 25 años, e intentaré explicarlo lo mejor posible, aunque quizá es mejor verlo o jugarlo para saber exactamente cómo hacerlo:


CALENTICAS (2 jugadores)



Se ponen dos niños uno delante del otro. Uno de ellos extiende las manos con las palmas hacia arriba. El otro coloca sus palmas encima de las del primer niño.  A partir de ahí, el que tiene las manos debajo tiene que intentar golpear las del otro fuertemente para "calentárselas". El golpeado debe intentar retirarlas antes de que el otro le golpee, pero claro, no vale retirarlas al menor estímulo, porque si no, no tiene gracia.

Se puede tanto golpear la mano que tienes encima como golpear la contraria. Cuando el que golpea falla o cuando se decida, se cambian los papeles y el que era golpeado ahora es el que pone sus manos debajo para golpear. Realmente no hay ganador, sino manos calientes al final... (Se sigue jugando, pero muchos niños no saben cómo llamarlo).


CHAPAS

Para jugar se usaban las típicas chapas de cerveza o de refresco. Había varios juegos que se podían jugar tanto en el suelo como encima de una mesa, arrastrando siempre las chapas dándoles un toque con el dedo índice o corazón. En algunos casos la chapa podía ser sustituida por bola de papel o canica, por ejemplo. Ahí van:

1- Penaltis: El niño que hará de portero coloca las dos manos de forma que 2 dedos (habitualmente los pulgares) sirven de postes de la portería, mientras que uno de los dedos libres (el corazón por ejemplo), que puede moverse de palo a palo, hace de portero. El otro golpea y lanza la chapa con los dedos (cada uno con su propia técnica) e intenta meter gol.

2-Penalti con jugada: Este no sé cómo le llamábamos exactamente. Era igual que el penalti, pero haciendo una jugada previa con 3 chapas, de forma que para poder avanzar, la chapa que moviéramos tenía que pasar obligatoriamente entre las otras 2. Si no, perdíamos. El rival podía tener portero o no, dependiendo de lo largo que fuera el camino hasta la portería (mientras más largo más complicado).

3-Batalla de chapas: Cada uno tiene cierto número de chapas, y se delimita el campo de batalla. El juego consiste en "matar" las chapas del otro tocándolas con una propia. Es válido matar más de una chapa del rival a la vez. Los rivales lanzan por turnos. Es posible jugar más de 2 niños (aunque a veces se daba el caso de que se producía un 2 contra 1, por lo que podía haber discusiones).

 
 
4-Vuelta ciclista: Se pintaba un recorrido con tiza o se hacía un carril en la arena. Cada uno de los niños tenía su chapa (a veces puede que con un papel pegado con la fotografía de algún ciclista famoso, aunque esto es más de los 70 que de los 80), y desde la salida, tenía que ir golpeando su chapa para intentar llegar antes que los demás a la meta, sin salirse del camino.


CHURRO VA (2 equipos de mínimo 4 jugadores)



Juego bestia donde los hubiera. La mayor parte de las veces que lo jugué utilizamos la pared izquierda de la escuela de parvulitos del Colegio Juan Carlos I ("Los Grupos"). Creo que generaciones anteriores tenían algo parecido llamado "La Maísa".

Se colocaba un niño de pie y de espaldas a la pared (que creo que era para amortiguar el golpe del resto), haciendo de capitán. De frente a él, otro niño se inclinaba hacia adelante y metía su cabeza entre las piernas del primero, agarrándose a él por los muslos. Después de este segundo niño inclinado, otro niño se colocaba detrás también inclinado y volvía a poner la cabeza entre las piernas del otro (debajo del culo, vamos), agarrándolo también por los muslos. La fila de niños puestos de espaldas podía alargarse tanto como se quisiera, pero el número ideal siempre era alrededor de 4.

Después, cada integrante del equipo rival cogía carrerilla y al llegar al primer niño de culo del otro equipo, tomaba impulso apoyándose en él como si fuera un plinto e intentaba caer sentado lo más cerca posible del capitán del otro equipo. Mientras más lejos llegara en su salto, más sitio dejaba a sus compañeros de equipo para avanzar encima de los rivales.

Si el equipo que estaba debajo no aguantaba el peso y se caía alguno al suelo, perdía. Como es lógico, lo ideal era tener en tu equipo a gente pesada o que se supieran echar a pesorro muy bien. De hecho, todos recordamos con pánico cuando estábamos debajo y alguno de nuestros inclinados amigos decía "que viene el ...." (no nombraré a nadie, pero digamos que gente grande, bruta y con carnes).

Juego algo peligroso para las espaldas de algunos, y seguro que a todos alguna vez les pasó de tener algún crujido que les doliera durante la tarde en su casa, pero nada que dejara secuelas.


COMBA

Archiconocido juego este. Para jugar simplemente había que coger un extremo de una cuerda con cada mano e ir balanceando la cuerda para saltarla. Podía jugar una persona sola, pero lo más divertido era que otras 2 personas cogieran la cuerda y la fueran balanceando para que tú la fueras saltando.

Lo normal era ver a niñas cantando mientras otra saltaba, aunque sí he de reconocer que a la Comba jugué más de una vez, pero bueno, a eso jugaba Rocky, ¿no?, jaja.


CONEJO DE LA SUERTE (Varios jugadores, obligatorio de los dos sexos)

Juego social por excelencia, en el que algunos pudieron dar sus primeros besos a individuos del otro sexo, o al menos acercarse por primera vez.

Total, juego sencillo: se colocan todos los jugadores sentados, con las manos encima de los muslos y las palmas hacia arriba. Todos colocaban una mano encima de la de un compañero de al lado y la otra mano debajo de la del compañero del otro lado. La persona que empieza tiene que chocar la palma de su mano libre con la palma de la persona que tiene a su lado (y que está encima de su otra mano). Así, en una especie de "tú la llevas", van avanzando los golpes de persona en persona mientras todos cantan una canción. Al llegar al final de la canción, la última persona golpeada tiene que besar a quien ella elija.

La canción es algo así: "El conejo de la suerte ha salido esta mañana a la hora de partir, oh, sí, ya está aquí, ya llegó, haciendo reverencias, con cara de vergüenza, tú besarás al chico o a la chica que te guste más", y en cada sílaba debe golpearse una palma.

Lo normal sería besar chicos con chicas y viceversa (como el programa...), pero a veces por fastidiar, las chicas se besaban entre ellas. Tenía la ventaja de que solía haber cierta solidaridad y balanceo, de forma que cuando había gente muy besada y otra poco besada, solían hacerse "actos solidarios", e incluso podía ser que la guapa de la clase acabara besando al feo.

La última vez que jugué a esto fue en Taizé con 23 años, sin ser ya tan inocentes.

Con el mismo corro y la misma forma de golpear las palmas había otro llamado "TOMA TOMATE", en el que se iba cantando 3 veces "Toma, Tomate, tómalo, ia, ia, oh, plof". Cuando tocaba la palmada del tercer "plof", si el que golpeaba conseguía dar la palmada al otro, lo eliminaba, y si la otra persona retiraba la mano a tiempo, quedaba eliminado el que golpeaba. Así hasta que quedara sólo una persona ganadora.


CORONA

Algunos quizá no lo conozcan en el pueblo, ya que este juego tenía que ser jugado por fuerza en el Sagrado Corazón de Jesús de la Plazoleta (Plaza de Andalucía), que en el pedestal de piedra tiene una especie de corona en el centro y otra especie de bordillo curvado por el que se puede andar.

 
El juego consistía en que alguien se la quedaba, empezando en la corona. Los demás se tenían que situar en ese bordillo alrededor de la estatua (pudiendo apoyarse en un escalón de la parte trasera de la estatua), y tenían que intentar despistar al que se la queda para tocar la corona antes de que los pillara. (Este juego se sigue jugando en Porcuna, pero muchos niños no saben ni cómo se llama).


ECHAR A SUERTES

Esto no es un juego en sí, pero sí que muchas veces había que sortear quién se la quedaba o quién empezaba turno para jugar, y para ello había varias posibilidades, por ejemplo:

1- Piedra, papel o tijera: Archiconocido (piedra gana a tijera, tijera a papel y papel a piedra). Entre dos personas. Ambos tienen las manos detrás de la espalda. Cantan "Piedra, papel o tijera, una, dos y tres", y cada uno saca la mano con la forma del objeto elegido. Si hay empate (ambos sacan lo mismo), se repite hasta que haya ganador)

2- Pares o nones: Igualmente conocido. Entre dos personas, uno elige pares y el otro nones. Con las manos en la espalda ambos cantan "Unaaaa, doooos y tres", y sacan la mano con cierto número de dedos extendidos. Se suman los dedos de ambos y según el número sea par o impar gana uno u otro.

3- Poner números: Para más de 2 personas, que pretenden hacer equipos o crear emparejamientos. Una persona se la queda y es la que elegirá un número al azar. Los demás hacen un corro y se van asignando números sin que el que se la queda se dé cuenta. Después esa persona va eligiendo números al azar según el juego, para hacer los equipos. Por ejemplo: "un equipo será el 2, el 3 y el 5, y el otro, el resto".

4- Puñito: Para varias personas. Se usaba para elegir quién se la quedaba. Se colocan todos en círculo con los 2 puños cerrados. A partir de ahí se empieza a cantar por sílabas "Un puñito, se multiplica, plica, plica, bufa", y se van golpeando los puños en un sentido, como en el Conejo de la Suerte o como si fuera un "tú la llevas". Cuando a alguien le golpean al decirse "bufa", puede salvar esa mano, así que la pone detrás de la espalda. Si luego le golpean la otra más adelante, ya se salva del todo. La última persona que quede con un puño delante pierde y se la queda.

5- ¡Yo primer!: Para varias personas también. Era la ley de la selva, o del más fuerte o del más rápido, mejor dicho. Cuando había que decidir los turnos o quien empezaba, de pronto alguien decía "Yo primen", y otro "Yo segun", y otro más, "pues yo tercer", y así se establecían los turnos, para desgracia del que estuviera más despistado, al que le tocaría ser el último.

6- El último se la queda: Versión rápida parecida a la anterior, que consistía en que a alguien se le ocurría decir de pronto "¡el último que llegue a X lugar se la queda!". Así, todos empezaban a correr a toda velocidad para llegar ahí, o tocar ese lugar para no quedársela. Lógicamente el que había gritado no se la solía quedar porque ya sabía el lugar y había empezado a correr antes que los demás. Tipo listo ese...


ESCONDITE

Fácil y sencillo. Una persona se la queda, y tiene que ponerse con los ojos cerrados y contra la pared, en un lugar concreto para contar hasta cierto número mientras los demás se esconden.  Cuando termina de contar dice "¡Voy!", y sale a buscar a los demás. Conforme ve a alguien dice "Fulanito pillado, está detrás del coche negro" o "Fulanita está detrás del seto ese", y los va descubriendo, así que se la tendrán que quedar la próxima vez.

Mientras el que se la queda está buscando, otra persona puede llegar al lugar donde hizo la cuenta, tocar y decir "me flauto", que significa que se salvaba. Otra posibilidad era decir "me flauto, a mí y a todos mis compañeros, pero a mí primero", lo que quería decir que se salvaba, pero que el primer salvado era él, para que no le tocara quedársela luego.

Si el que se la quedaba perdía, siempre alguno gritaba "¡ahora le vamos a dar los 40 maculos!", que sonaba a que los otros 30 que jugaban contigo te iban a pegar una paliza de no te menees.

Recuerdo grandísimos escondites jugados en la Carrera de Jesús, casi en 50 metros de posibles escondites. El lugar para contar era una puertecilla metálica que había en la Caja de Ahorros de Granada, y un lugar habitual de escondite era el garaje de los pisos hechos en el solar de la Iglesia de San Juan de Dios. En aquellos macro-escondites jugábamos a veces más de 30 niños y niñas, y solíamos acabar bastante tarde (con la paliza de nuestra madre ya echada en agua, claro...).

Para contar, a veces se hacía un pequeño juego-sorteo que no recuerdo bien, y en el que las posibilidades eran contar rápido-normal-lento, de 1 en 1, de 2 en 2 ó de 3 en 3, y contar hasta 20, 50 ó 100, por ejemplo. Pero ya digo que no recuerdo cómo se acababa eligiendo el tipo de cuenta.


ESTAMPICAS

Habitualmente jugaban los niños, que eran los que coleccionaban estampicas de futbolistas. Recuerdo que había 2 modalidades:

1- Los salticos (o santicos): Cada niño pone cierto número de estampicas para formar un mazo, que se coloca boca abajo. Por turnos, los niños intentan darles la vuelta pegándole palmetazos con la mano. Los cromos que queden boca arriba son para el que les haya dado la vuelta.

Las peleas también eran comunes, porque algunos se echaban saliva en la mano o cualquier cosa que pegara, o colocaban la mano hueca (técnicas y trucos había a porrillo) para intentar darles la vuelta más fácilmente. Un lugar habitual eran los escaloncicos de entrada al colegio.



2- El helicóptero: Se coloca con una mano una estampica de canto, y con el dedo índice o corazón se le golpea en una esquina para lanzarlo lejos planeando. El que llegue más lejos gana. A esto habitualmente se solía jugar en el paseo, una vez conseguidos los cromos en la casetica azul, por ejemplo.


GOMA ELÁSTICA

(enrHedando)

Parecido de alguna forma a la comba. Lo jugaban las niñas, con una cinta elástica que tenía que estar colgada por ambos extremos, a cierta altura del suelo (variable, y que iba subiendo en función de la dificultad). Si jugaban 3 niñas, sujetaban las cintas dos de ellas, mientras que si jugaban 2 niñas, necesitaban tener algún lugar para sujetar el otro extremo (normalmente en las verjas de las ventanas). Otra opción podía ser entre dos bolardos o farolas de la calle, y entonces no hacía falta que ninguna sujetara

Como no jugué nunca tampoco tengo mucho conocimiento de la técnica, pero había que ir pisando las gomas de cierta forma, saltándolas y cayendo dentro con los dos pies, saltando y cayendo a un lado o a otro de la goma, saltándolas y cayendo cada pie encima de uno de los lados de la goma pisándolos, o haciéndose líos en los pies que luego había que deshacer. Conforme las niñas conseguían pisarlas todas y que quedaran en el suelo o resolver los líos o saltarlas correctamente, se subía la altura de los extremos para aumentar la dificultad. Increíble ver la capacidad psicomotriz que las niñas cogían con estos juegos, que dudo que muchos niños pudieran haber hecho. Todo acompañado en ocasiones de las típicas cancioncillas.


MATAR (2 equipos de varios jugadores)

Este no tiene mucha más explicación que dar. Es lo que se conoce como "balón prisionero" generalmente. Se forman dos equipos, uno a cada lado de una línea central, y cada equipo deberá lanzar un balón contra los jugadores del otro equipo, de forma que si los tocan y el balón luego cae al suelo, el jugador tocado está "muerto". Gana el equipo que "mate" a todos los jugadores del otro equipo.

Cuando alguien "moría" pasaba al cementerio, que quedaba justo detrás del equipo rival, por lo que si la pelota llegaba hasta ellos también podían todavía usarla para matar. He de decir que este es uno de los que se me daba excelentemente bien.


PAÍSES

Cada uno escoge un país. El que se la queda lanza muy fuerte hacia arriba una pelota y grita el nombre de un país. En ese momento el que tenía ese país intenta coger la pelota. El resto echan a correr en todas direcciones para alejarse de él.

Una vez que el elegido tiene la pelota todos tienen que quedarse quietos. En ese momento tiene que lanzar la pelota a alguien, y si le da le elimina, y si no le da, queda eliminado él.

En caso de que no le dé, vuelve a lanzar la pelota hacia arriba el mismo que la había lanzado. En caso de sí haya conseguido darle será el que lance la pelota. Al final quedará sólo una persona. Las plazas eran muy buenos lugares para jugarlo.


PALMAS

Para jugar a este juego se ponían dos niñas una delante de otra y comenzaban a chocar sus palmas (izquierda con izquierda, derecha con derecha o cruzadas) al ritmo de una canción.

Así a bote pronto recuerdo una que era: "Dan dan dero, dan dan, olé olé, sí sí quiero, sí sí, olé olé...", o "en la calle, ye, venticuatro, tro". Ni que decir tiene que si se veía a un niño jugando a esto ya sería tachado de mariquita (o gay como ahora se dice).


PAÑUELO (2 equipos de igual número de jugadores)

Se crean dos equipos con el mismo número de personas y se ponen números los integrantes de cada equipo. Una persona neutral se coloca entre los dos equipos, a una distancia exactamente igual de ambos, sosteniendo un pañuelo. A continuación dirá un número, y las dos personas que tienen ese número tienen que correr, coger el pañuelo y volver a su lugar de inicio sin que el rival la pille.

Luego acabamos jugándolo incluso en el instituto en Educación Física.


PILLAR (2 equipos)

Juego muy básico, que también podríamos llamar "policías y ladrones". Los de un equipo echaban a correr de repente (se les daba cierta ventaja) y a partir de ahí el otro equipo tenía que pillarlos. Cuando alguien pillaba a otra persona tenía que llevarla "custodiada" hasta el cuartel general, que solía ser el lugar de inicio.

A veces era muy triste llegar al cuartel cuando te pillaban y ver como ya había algunos compañeros tuyos, que te miraban también tristes, como si se tratara de una guerra y ya sólo quedara la última esperanza de algún compañero o compañera aún libre.

Aquí he de sacar pecho, recordando que este juego se me daba muy bien, llegando muy habitualmente a ser el último de mi equipo que quedaba por pillar. También recordaré que a veces había misiones muy "gustosas" de cumplir, como las de pillar a alguna chica, que las había muy rápidas, aún con 10 u 11 años.


PINCHO

Era una especie de rayuela que se solía jugar también en los Grupos (no recuerdo haberla visto en otro lado), entre la pista de baloncesto y la valla exterior que daba a la calle García Morato.

Se dibujaba un cuadro en el suelo sobre el barro (juego típicamente invernal), y en su interior se ponían también varios cuadros numerados. Se trataba de lanzar un pincho de hierro a la pata coja  para clavarlo en cada uno de los cuadros con los números.

Se comenzaba lanzando hacia el número uno, y una vez pinchado y recogido a la pata coja, se lanzaba desde el uno al dos, y así sucesivamente. Si conseguías la proeza de pincharlos todos y recogerlos, comenzabas la segunda fase, que consistía en lanzar el pincho desde el inicio directamente al dos, y llegar igualmente al seis o nueve, según lo grande que fuera el cuadro. Así, había muchas fases hasta acabar lanzando el pincho desde el inicio hasta el seis.

En caso de no clavar el pincho o fallar o caerse al estar a la pata coja, perdías el turno, y luego continuabas por donde te hubieras quedado.

Había otra modalidad que consistía en que cada niño tenía un territorio. El otro tenía que lanzar el pincho y clavarlo en uno de los cuadros del otro. Si lo conseguía, pasaba a ser territorio suyo. Así, hasta que uno se quedara con todo...


POLLITO INGLÉS

Una persona se ponía de espaldas a la pared, y todos los demás se situaban varios metros más atrás. La persona que se la queda canta "Un, dos, tres, pollito inglés" y rápidamente se da la vuelta e intenta pillar a alguien moviéndose. Los demás tienen que intentar avanzar para llegar y tocar la pared, pero sólo pueden avanzar mientras el otro canta. Si alguno llega a la pared, gana, y si el que se la queda pilla a alguien moviéndose pueden pasar dos cosas, que se tenga que ir de nuevo al principio, o que esta segunda persona se la quede.

Hay un juego parecido que sería el "Abuelita, abuelita", que consiste en que el que se la queda hace de Abuela, y cada uno de los demás le pregunta "Abuelita, abuelita, ¿te gusta X" (por ejemplo una comida, o un juego, o una película...). Si a la abuelita le gusta mucho le dice "Da un paso de gigante", y entonces esa persona puede avanzar dando un paso muy grande. Dependiendo de lo que le gustara a la abuelita, le dirá que dé un paso u otro, por ejemplo, de tortuga, de canguro, de hormiga... o incluso si no le gusta nada o lo odia, le hará retroceder. Cuando alguien consigue llegar a la abuelita, se la queda para la siguiente ronda. (Curioso es el "paso de gapo", en el que se escupe y se puede avanzar hasta donde haya llegado el escupitinajo).


PULSO CHINO (2 personas)


A ver si me explico... Cada niño coloca su brazo extendido, con el puño por delante, y solo con el dedo pulgar extendido hacia arriba (como diciendo "vale"). Un niño coge la mano del otro con la suya, introduciendo los 4 dedos doblados en los del otro, de forma que sólo quedan libres los dos dedos gordos.

Me he explicado fatal, pero bueno, el juego consiste en aprisionar con tu dedo pulgar el dedo pulgar de la otra persona. Más cuestión de maña que fuerza, por lo que si en un pulso normal tenías poco que hacer, a lo mejor en el pulso chino sí tenías más posibilidades.


RAYA

Juego para el que era necesario estar sobre una pista polideportiva. Recuerdo jugarlo habitualmente en la pista de baloncesto de los Grupos, que tenían rayas para varios deportes, lo que venía fenómeno.

Se la queda una sola persona, que tiene que pillar a alguien de todos los demás. Una vez que pille a otra persona, ésa se la queda. La particularidad del juego es que los jugadores sólo pueden andar por las rayas de la pista, aunque los que tienen que ser pillados pueden saltar de unas rayas a otras, a diferencia del que se la queda, que no puede.


RAYUELA

Parecida al pincho, pero sobre terreno menos embarrado y con piedrecitas en vez de pinchos. No recuerdo haber jugado nunca (el pincho era un juego más rudo, de hombres, jaja), pero sí vi alguna rayuela por ahí. El funcionamiento es parecido, se lanza la piedra al 1, se recoge, y luego se pasa al 2, al 3, etc...

Me suena que había otra modalidad con números que simplemente consistía en ir saltando los números en cierto orden, sin lanzar nada, y a la que jugaban exclusivamente las niñas.


SILLAS MUSICALES

Archiconocido. Se coloca en círculo un número de sillas igual al de jugadores menos 1. Suena la música, y todos van bailando alrededor de las sillas en círculo. Cuando la música acaba todos tienen que intentar sentarse, y claro, hay sitio para todos menos uno. El que queda sin sentarse, queda eliminado. Así, van pasando las rondas y en cada ronda se elimina una persona y una silla. Al final quedan 2, y el que queda sentado en la última ronda es el ganador.


TAZOS



Evolución de las estampicas, surgida algo más tarde (creo que ya teníamos 10 u 11 años) a partir de unos regalos que venían en las bolsas de Matutano, que se hicieron bastante populares en esa época. Un tazo era una especie de círculo plano de cartón, que solía tener dibujos de personajes famosos de dibujos animados, como por ejemplo los de Bola de Dragón o Tiny Toons. En principio no parecían ser más que para coleccionar (estando numerados), pero acabaron surgiendo diferentes juegos y evoluciones (aparecieron los mega-tazos, super-tazos, master-tazos, etc... algunos de materiales más duros y pesados que podían tirar cualquier torre de tazos de cartón menos pesados).

Podríamos considerar que fue una fiebre de los tazos, a la que la verdad yo no le vi demasiada gracia. Incluso había tazos con una especie de muescas que servían para lanzar otros tazos a gran distancia. De esta forma se podía hacer campeonatos de lanzamientos (y supongo que quedarse con los tazos del perdedor, aunque como digo, yo pasé un poco de esa moda, también porque no solía comprar muchas Matutano). Aún conservo como 5 ó 6 tazos, o al menos sé en qué caja los tengo en mi casa, aunque no los haya tocado hace una década.

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