03 enero, 2013

Queridos Reyes Magos, os pido Cambiar el Mundo

Queridos Reyes Magos: Este año, a diferencia de los demás, os voy a pedir algo. Sabéis que nunca os suelo pedir nada, pero este año os quiero pedir algo: que cambiemos el mundo, que cambiemos el mundo a mi manera, no del todo, pero sí cambiar un poco las cosas luchando contra la crisis.

No quería tener que recurrir a vosotros de nuevo, como cuando os pedí el FIFA'97, pero se me hace necesario.

Mi idea es que en todos los sorteos de lotería que haya este 2013, a los ganadores se les canjee su dinero por un trabajo. Es decir, si a alguien le tocan 30.000 euros en un sorteo, no se le ingresará ese dinero en su cuenta, sino que se le dará a cambio de trabajar durante 2 años (4 si es media jornada) en labores humanitarias o de tipo social. Así de simple.

¿Es que no habría muchas personas deseando de que les tocaran 15 mil euros a cambio de tener que trabajar un año entero en labores sociales y humanitarias? ¡Dónde hay que firmar!

¿Es esto factible? Humm, pensemos... Si la lotería de Navidad por ejemplo reparte este 2012 unos 2.500 millones de euros, y dividimos este dinero entre 15.000 euros por año que sería cada puesto de trabajo, nos da algo más de 100.000 puestos de trabajo nuevos para este año (ó 50.000 puestos para dos años). Aquí nadie intenta acabar con el paro, porque eso es cosa de los ineptos que nos malgobiernan. No es sólo eso, sino que esos trabajos repercutirán en la sociedad, en todos y cada uno de nosotros, y no sólo en empresas privadas. Es decir, podríamos hablar de que habría 100.000 personas trabajando para todos los demás, para lo que fuera necesario. Lógicamente, si alguien no quiere el trabajo, puede transferir el trabajo a otra persona, o incluso donar lo ganado.

Eso sólo la lotería de Navidad, la de un solo día... Qué no se podría hacer con el dinero de tooodos los juegos que ya hay. Y además, la recaudación subiría, ya que sabríamos todos que el dinero será empleado bien, y en vez de comprar coches, mansiones y tapar agujerillos sería empleado en hacer el bien en nuestra sociedad.



Gaspar, Melchor y Baltasar, eso os pido este año, y a mí que no me toque nada mientras no me haga falta, ni un solo reintegro. Eso sí, la salud por favor, ni tocarla...

Gracias Sus Graciosas Majestades, buen viaje de llegada desde Holanda, cargaditos de juguetes, este año como siempre mi hermano y yo cogeremos un balón, si ustedes tienen la amabilidad de echárnoslo (bueno, si sus pajes Sandra y Dori son tan amables como en anteriores ediciones de la cabalgata).

Atentamente, me despido: El dueño de esta botella.

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