"Disculpa la tardanza... estoy cansado, llevo desde las 8..."
Esto me lo dice casi a las 2 de la mañana un médico de urgencias joven que claramente parece cansado de día, hastiado de que muchos enfermos se quejen por la larga espera (yo llegué casi a las 9 y me fui a las 2, pero es algo que sabía, me dio tiempo a comerme un gran bocadillo para cenar traído de uno de los mejores bares de tapas granadinos que andaba cerca).
Yo lo pienso y veo que no es normal, no es normal que un médico lleve 18 horas trabajando, con sus descansos para comer e ir al baño, supongo, espero, deseo, anhelo... No es normal que queramos que tenga una sonrisa en la cara para atendernos, que a veces no se le pueda incluso escapar un gesto algo más brusco de la cuenta, un comentario algo más borde... No es normal que tenga que aguantar a los enfermos, pero los enfermos están malos, se sienten mal y quieren curarse ya, eso sí es normal.
Lo que no es normal es un sistema que permita esto, que permita que haya enfermeras que empalmen su jornada laboral completa con una guardia de noche, que junten 24 horas trabajando, ganando así en un día lo que otros ganan en un mes, no es normal. No debería ser normal, no por el dinero, sino por cómo va una enfermera a tratar bien a un paciente cuando está al límite del descanso, al límite de sus capacidades y al borde de cometer un error de proporciones incalculables...
¿Por qué no lo organizan de otra forma? ¿Quién es el que permite que ese médico esté 18 horas seguidas? ¿Por qué no trabajó de 8 a 20 y luego al otro día de nuevo de 8 a 20? ¿Para qué trabajar 18 horas dos días seguidos y luego librar 3? ¿Qué sentido tiene, para descansar, para desconectar? Para desconexión la que pueden tener cuando es casi la última hora de 24, entonces sí te pueden buscar mal la vena, pincharte donde no deben o ponerte un tratamiento equivocado, o incluso equivocarse al teclear la anamnesis (lo que le explicas que te pasa).
A esas horas, se agradece que un médico sea capaz de ser sincero, de decirte que no puede más, que el resto de pacientes (si quisiera ser racista daría más datos sobre ellos) se habían quejado mucho, que incluso le extrañaba que nosotros no nos quejáramos, que nos lo agradecía.... pero sí, que llevaba todo el día sin parar, sin descanso...
No es normal, sanidad andaluza, sanidad transferida desde otra sanidad española que tampoco funciona aceptablemente. Sanidades modelo a nivel mundial, sí que lo son, pero quizá no deberían permitir esas jornadas interminables, que acaban con una persona agotada y al límite de todo, con la cartera llena de dinero, pero la energía a cero y necesitados de vacaciones... no es normal, porque nuestras vidas están en sus manos, y en ese caso, prefiero a un enfermero fresco, a un médico despierto y a un celador cuerdo, creo que es lo único que se puede pedir cuando te retuerces de dolor en la puerta de unas urgencias, vamos, es lo menos...