Cambio de planes
Está visto que quién no llora no mama. El lunes pasado “lloré” un poquito a la vida para que me fuera mostrando de una vez los planes que tenía para mí. No es para tanto pero 2 llamadas de teléfono han cambiado bastante los planes que tenía para este mes.
“¿Eres Javier…?” Y luego, la conversación que me deja sin saber qué decir o qué hacer, y sin planes... En fin, en vez de quedarme parado miro en Internet un par de cosas y salgo corriendo a la calle (a las 13:40) para hacer averiguaciones e intentar encontrar otros “planes”. A veces uno tiene que moverse para hacer cosas y no quedarse parado (los planes no van a venir cuando uno está sentado en el sillón). En fin, en vez de hacer ese curso haré otro y punto, y estaré libre desde el 14 de julio (podría hacer algún viaje en lo que queda de mes, no sé, el caso es moverse). Esto cambia muchas cosas, algo largas de explicar…
Por otro lado, ayer por fin dio señales de vida mi (quizás) próximo compañero de piso (lo conoceré en una hora…). Hasta ayer pensaba irme con alguien que “buscara chico…”. Hoy, ya veremos.
Para colmo, decido ir al “súper” y resulta que en la vuelta me han dado dos monedas de Euro griegas. No es una casualidad porque yo me fijo siempre y en 4 años es la primera vez que me dan una moneda griega… ¡Maravilloso! Qué bonito es todo… jeje. Pues un búho precioso (1 Euro) y la de 20 céntimos. ¡Hala!, para la colección. Pues eso, de momento: feliz verano… Los pequeños detalles que tanto valen…
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