A España
País de pandereta, país ajeno, tan nuestro, país de eterna lucha, que siempre ganó la picaresca, que siempre ganó la alegría, y a veces también el arte, otras la cordura, otras la religión y pocas veces los pobres, muchas más los ricos, ese país del topicazo, el país multirracial, multicolor, multicultural, archi-invadido, archiconquistado, archipiélago bonito ese de las Canarias, también las Baleares, país de historia milenaria, país de España, país de los toros, el fútbol y las sevillanas, país de Goya, Velázquez, Cervantes o Picasso, el de Fernando el Católico, el de aquel vejete venerable de los 70, el del joven príncipe casado con la prima venida de Austria, el del Lazarillo, el Cid y los hermanos Carvajales, país de la Celtiberia y la Lusitania, de arevacos y vetones, país de aquellos Bombita y Manolete, de los estos Espartaco y El Litri, país del cava, del buen vino de Castilla, de las Cruzadas, la Inquisición, país de la lengua de Iberoamérica, el país del Madrid y del Barça, del Betis y el Athletic de Bilbao, el de las gestas heróicas, el de las glorias imperiales, el de los niños prodigio, el de Arturito Pomar y Joselito, el de las folklóricas, el del baúl de la Piquer, el del destape y los genios del cine, el del sol para las suecas, el del desarrollismo, el de las batallas ganadas, el de las perdidas, el de Trafalgar, Lepanto, Bailén, Navas de Tolosa y Aljubarrota, el de los deportistas surgidos de la nada, el de Manolo Santana, Mariano Haro y Paquito Fernández Ochoa, el de los carlistas e isabelinos, país de miseria, país de riqueza a veces, para unos pocos, país lejano y cercano a la vez, incomprensible a veces, dudoso de volver a repetir su pasado una y otra vez, y haciéndolo siempre, país de validos y desamortizaciones, de sopa boba, paro y subvención, país de conformistas, país de inconformistas emigrados, país de la bandera blanca, de los Austrias, los Borbones y nuestros Trastámara, de los viejos íberos y los jóvenes murcianos, del fletán negro, de la lucha a la almadraba, de la procesionaria, de la ardilla que una vez cruzó desde Asturias a Málaga sin pasar por la tierra, país del águila imperial, del lince, del bucardo, ay, el bucardo, de la cabra montés, de las vacas, de olivos y naranjas, del aceite y del garum, país del buen yantar, de las tapas, de la tortilla y la ensaladilla, de la paella, de los remates, del veranito en Benidorm, de la Alhambra, de la Sagrada Familia, la Giralda y las torres Kio, del Pirulí y la torre de Hércules, de los lagos de Covadonga y Doñana, del Ebro y el Miño, país de niños con memoria de Alarico y Teudis, de recuerdos del Noguera Pallaresa y el Cigüela, de los Montes de Toledo a la vieja cordillera de Sierra Morena, de Huesca, Zaragoza y Teruel, de Cáceres y Badajoz que provincias en Extremadura son dos, país de prensa rosa, de rojos, fachas, derechas, izquierdas y centro, de la catedral de Oviedo, la de León, la de Jaén, país de quemar las naves, país de navegantes a la orden de extranjeros, país de patriotas, país de gente con el corazón rojo y amarillo, con bandera gualda para los cursis, con escudo imperial de aguilucho, con monarquía, ese país que cada 4 años sueña con ganar el Mundial de fútbol, esa España vieja y ruin, ese país donde nadie es profeta, donde todos los genios deben emigrar, ese país del tráfico de influencias, del cohecho, de Roldán y Vera, de Juan Guerra y de Filesa, de Ruiz Mateos, Jesús Gil, del llanto por la OCM de Fischler, de la OTAN y la ONU, y al fin del euro y la UE, de la constitución, ese país, donde vivimos, ese país al que amamos, ese, simplemente es España, con el Perejil y las Canarias, con Ceuta y Melilla, las Columbretes, Chafarinas, las Cíes y la isla de Alborán, ese país es España, faltando aún por conquistar Gibraltar, ese lugar de monos y submarinos nucleares, god save the queen, territorio español, como Malvinas argentinas, esa al fin y al cabo es la que queremos, la que amamos, y en la que vivimos, nuestra madre patria: ESPAÑA.
Esto era como la introducción de algo, pero al final el "algo" ocupaba un tercio de lo que ocupa la introducción, así que no merecía la pena añadirlo (se ve que no tenía más ganas de seguir escribiendo ese día). Eso sí, corro el riesgo de ser tachado de español o algo peor, pero bueno: a mucha honra supongo.
2 comentarios:
Hala, qué montón de palabras distintas para salir en las búsquedas de Google :D ;)
Es verdad, no había caído. Me deberían denunciar por "Spam de Google", porque ahora habrá gente que busque cosas y se crea que en mi bitácora las encontrará (nada más lejos...).
Sobre todo, es curioso, que sólo puse una vez que Morientes hizo un buen Mundial en 2002, y ya han llegado 5-6 búsquedas preguntando por él.
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