Esto va dirigido a quien va dirigido, y a quien se dé por aludido (o aludidas, claro, que tan malas son ellas o más que ellos), no digo nada, y lo digo todo, porque alguien tenía que decirlo de una vez:
Criminales.
Mientras vosotros estáis comiendo en un restaurante de 2 tenedores para sellar un nuevo compromiso entre una empresa que hace 3 años hizo un ERE y la diputación, yo estoy en casa, comiendo mortadela con pan, agua y una naranja.
Criminales.
Mientras vosotros viajáis en clase business todas las semanas, yo intento alargar la vida de este viejo Opel Kadett que casi vale ya más muerto que vivo, más como chatarra que como vehículo que sirva para desplazarse.
Criminales.
Mientras vuestros hijos van a los mejores colegios, a las universidades de pago de miles de euros al mes, los míos repiten zapatillas y chándal por tercer año consecutivo, y a mi niña le queda demasiado corto, demasiado... pero hay que aguantar.
Cobardes.
Cuando se os pregunta por vuestras mentiras, por vuestras falsas promesas, echáis la mirada a un lado, os justificáis atacando al rival, a la oposición, al que pasaba por allí, para no reconocer vuestra auténtica ineptitud, dejadez y pasotismo.
Cobardes.
Sois todos un hatajo de sinvergüenzas, incapaces de declararos culpables ante la evidencia, ante la prueba irrefutable, incapaces de dimitir por si acaso sin paga os va mal, qué será de vosotros, quizá este año en nochebuena el vino sólo sea de 30 euros la botella.
Cobardes.
Rajoy por pusilánime, Zapatero por mentiroso, Rubalcaba por hipócrita, Chaves y su marioneta Griñán por sinvergüenzas, Valderas por chaquetero, Fabra por aprovechado, Cospedal por cómplice, Soraya por paradita, y los demás por figurar, por militar.
Inútiles.
Cualquiera lo habría hecho mejor. Cualquiera habría sabido que repartir la mitad del dinero de la hucha para chantajear y embaucar a cuatro analfabetos era un gran error y acabaría por provocar un futuro endeudamiento. Inútil ZP, inútiles votantes, inútiles palmeros.
Inútiles.
Cualquiera lo hubiera sabido explicar mejor, cualquiera habría hecho un gráfico, cualquiera lo habría dicho sin mentir y sin calentar aún más el ambiente, a los mercados y a los inversores. Inútil Rajoy, inútiles consejeros, inútiles asesores de imagen, inútiles futuros votantes.
Inútiles.
Consejeros de grandes empresas que se lo llevan calentito, jueces horrorosamente prevaricadores, hombres rectos sobornados, bazofia de gobernantes, excusados iletrados, sindicalistas estupendamente colocados, burdos y zafios malandrines. Inútiles plegarias las mías.
Malinformados.
Votantes del PSOE que aún lo votarían en su sano juicio en elecciones de hoy. 1 de cada 4 españoles lo haría, 1 de cada 4 no están en sus cabales, son dementes, o muy malinformados. No tiene sentido, o eso o es que se lo están llevando calentito, son ricos y miserables.
Malinformados.
Perroflautas indignados que jamás votarían bipartidismo, que ahora apuestan por gente como el amigo Valderas, chupópteros que engañan a hippies que pretenden cambiar el mundo. Hippies desinformados incapaces de votar de forma útil.
Malinformados.
Votantes del PP, votantes de UPyD, votantes de CiU, votantes del PNV o del Bloque Galego, votantes del PA, del APLI, votantes de papeleta en basura, en contenedor, de bipartidismo sagrado e inamovible, insensatos malinformados por viles periodistas de poltrona, puro y saca llena.
Ladrones.
Ladrones de ilusión, de almas, de millones de pesetas. Sin perdón alguno, Urdangarín, devuelve todo lo que te has llevado, familia de Pujol, familias de banqueros, de ricos empresarios hacedores de ERE's. Latrocinios impunes, caras de cerditos todos, ojalá os pudráis.
Ladrones.
Mientras vosotros os jubiláis con toda la paga tras 8 años de trabajo, otros tras 50 años apenas tienen para comer. Pedazo de rateros, todos y cada uno de vosotros, diputados y senadores, consejeros y consejeras, ladrones y ladronas que merecéis poneros en el cepo de la Cruz Blanca, que ojalá aún existiera, para escarnio público y risa de niños desdentados y ancianos de mirada aviesa.
Ladrones.
Habéis robado a vuestra madre, a vuestra patria, a vuestros hermanos, a vuestros amigos, a los que confiaron en vosotros. Caiga enorme maldición sobre vuestras cabezas, caiga el peso del cielo como a los galos, ya que la justicia es blandita, una pluma que ni os roza ni lo intenta.
Rojos fascistas social-liberales iros al cuerno.
Sois mala calaña, estirpe deshonrada, árbol genealógico podrido, hemofílico y recesivo, con síndromes agudos de decadencia, con detritus como elemento decorativo. No merecéis más que vómito como confeti en vuestra boda, como humo en vuestra actuación musical.
Fascistas rojos de ultraderecha demócraticomunistas iros a tomar viento.
Sois destrucción, sois semilla del mal, sois lo de dentro del contenedor, sois el Quinto malo, el Beatle falso, la copia inexacta de la Mona Lisa, el plagio de la canción más bonita del mundo, el caramelo robado a un niño. No merecéis más que desprecio, foto en el diccionario ilustrando la palabra: asco.
Rojos fachas republicanos de centro-dere-izquierda iros a donde os quepa.
Meteos vuestra conciencia por algún agujero, recibid míseros aplausos hipócritas de vuestros palmeros, que os rapiñarían sin pudieran hasta los ojos, sois lo que habéis sido, lo que seréis, seres del inframundo, seres de baja calidad, de escasa validez biológica, de nula importancia en la evolución.
Y ya lo dejo, porque todos y cada uno de vosotros sois lo que he dicho, ni un palabra menos y muchas palabras más, os sentiréis identificados, claro. Sois perspicaces, claro. Y sin menoscabar en absoluto vuestro honor, pues no digo mentiras, y la mayoría seréis juzgados algún día, y entonces los demás nos reíremos. Hasta entonces, no me queda más que el recurso del pataleo, como a todos, y el retrato, el retrato de todos y cada uno de vosotros; ahí, con un marco que chorrea líquido marrón, en una pared manchada de horror, de sangre, de la sangre de los vuestros.
Cobardes, inútiles, ladrones, sinvergüenzas, espiritrompas, eso es lo que sois. A quien va dirigido lo sabrá nada más verse, su imagen reflejada en letras iracundas, pero sin duda imagen perfecta devuelta por un espejo. Qué ironía, verse reflejado en un espejo cuya imagen devuelta es un subproducto de la digestión, un excremento. Detecten ironía en mis palabras los que puedan, para los demás, siento mucho si les he ofendido, no tengo razón, jamás me la darían los jueces, pues también se reflejan en mi espejo, en mi botella. Hasta entonces, y mientras no cumplen con su deber, claras han sido mis palabras... Aplíquenselas en tres dosis, una por la mañana, otra por la tarde y otra antes de dormir... con la conciencia bien intranquila, claro... Buenas noches para los que sí la tienen bien. Para los demás: pulgas y chinches.