06 junio, 2016

Reflexiones sobre inocentes, santos en los que no creemos

Cuarenta de mayo se acerca, estío dando sus primeros borbotones cálidos. Música de violín de fondo, pata en alto, Santos Inocentes comenzando en la Paramount, recuerdos de hace 30 años, actores que la mayoría se fueron, otros ni idea, y el resto que también se irán. Semana de transición para muchos, clave para otros, en un planeta sordo que no sabe qué pasa a unos pocos kilómetros, metros, donde el horror puede estar produciéndose ahora mismo, donde nuestros hermanos pueden estar sufriendo en un continente cercano, y donde no nos enteraremos.

Un tren llega a Zafra, y pita para despedirse, nosotros sentados la mayoría, otros trabajando con el azaón de sol a sol. La vida sigue sin ti, a nadie le importas, y aun importándoles a todos y cada uno de ellos, la vida sigue sin ti.

Una fábrica, una cadena de montaje alienadora, que convierte a esos trabajadores en robots latientes, borbotones de tornillos más que de sangre, zombis que repiten la misma maniobra durante horas, tendinitis aguda en sus almas... Todos son reemplazables a corto plazo sin anestesia alguna, no sirven de nada, no son un simple cero a la izquierda, no tendrían por qué llegar siquiera al cuarenta de mayo, pero llegarán año tras año, y mientras tanto, la vida sigue sin ellos, porque realmente esa vida que viven no es libre, la maneja otros hilos, fuera de su alcance.

Tiros, pájaros que escapan libres... sí, ellos son libres, aunque nosotros los alienados pensamos que estamos a otro nivel, pero no, lo único que hacemos es cercenar esa libertad a tiros, haciéndolas desaparecer para siempre, en el olvido, las únicas representaciones de la libertad que aún nos quedan, si es que los árboles y las flores no lo son, pues también están a la espera de que vayamos a destruirlos, cómo no... nosotros no somos libres, y no dejamos que el resto lo sean, cómo no, nosotros, siempre nosotros.

El día menos pensado todo se rebelará y entonces nos llevaremos las manos a la cabeza, pero no nos dejarán pensar siquiera, será un virus mortal, un cataclismo, un simple castigo de Dios, quién sabe, pero no nos avisarán y ni siquiera nos dejarán escapar, porque será de noche para todos, porque nos pillará a todos durmiendo, cómo no...

Escribiendo no arreglas nada, enterrando palabras vacías en una cárcel de pulsos eléctricos, en un lugar inhóspito y frío, no. A lápiz o pluma sí, pero eso quedó en desuso, ahora sólo queda golpear y golpear insensibles pedazos de plástico sin corazón, con alma metálica, sin sentimientos ni bagaje alguno, recuerdos plasmados por otras personas, no, sólo son teclas inermes, no dicen nada, jamás fueron vida en esta vida, como el papel o la tinta.



Todos alaban al rico y famoso y echan vinagre en los ojos del pobre y desconocido. Les importa poco el ser humano, pues los segundos lo son, y sólo piensan en los seres superiores que son los ricos y famosos, llamémoslos Goblins sin miedo, claro que sí. Goblins que salen en programas del corazón, que salen en telediarios,  que salen en portadas, que parecen importarnos a los seres humanos, pero que a la hora de la verdad son simples Goblins, aunque muchos darían la vida antes por ellos que por el pobre de la esquina, que por el chaval honrado, porque ellos son los Goblins, claro que sí, famosos decorados con cirugía y piel de cocodrilo, qué decir de ellos, creídos que ahora son porque no recuerdan lo que fueron...

Todos, el día menos pensado se llevarán, nos llevaremos nuestro merecido.

Anoche soñaba que estaba en Estados Unidos, por qué no decirlo, pero ahora estoy en España, esa es la verdad, país que se dirige hacia la ruina, la destrucción, con gobernantes que no supieron explicarnos en 2005 que el fin se acercaba, y que en 2010 no quisieron advertirnos del colapso total, y luego tampoco en 2015, por aquello de los votos...  Un país en el que los gobernantes siempre toman las decisiones pensando en los votos, en la mayoría que les votará como locos, normalmente los funcionarios, que son siempre el lado más fuerte que nunca pierde... ellos siempre votan al que gana, porque les da todo, mientras el resto se muere de frío y miedo... Un país en el que nadie aún sale en rueda de prensa a decir la cruda realidad, que no habrá pensiones en 2030, que para ser justos, hoy mismo habría que poner la pensión máxima en 1500 euros, y quitar para siempre al menos la paga extra de verano a los funcionarios, eso para que medio funcione el sistema... pero son millones de votos de funcionarios y de jubilados y futuros jubilados... quién va a decir una barbaridad así...

Escoria que sólo piensa en los votos, eso son, mientras los inocentes se pudren defenestrados por el señorito, así es, así será, mientras no nos revelemos. Y mientras, los pájaros y los árboles siguen cayendo, que ellos son aún más inocentes que nosotros, y nosotros lo somos a su vez que los Goblins...

Sólo se puede decir de esta manera, o estás con nosotros, los inocentes, o estás con los Goblins... ¡tú decides!

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