Halloween se nos va de las manos
Que la frase "les das un dedo y se comen todo el brazo" tiene bastante de verdad, no voy yo ahora a descubrírselo a nadie. Cierto es que el ser humano es ávido por naturaleza, ansioso de más, incapaz de conformarse con poco, y que ante la mínima cesión acaba por querer más y más y más (véanse los gobiernos independentistas de comunidades autónomas españolas, por poner como muestra un botón).
Este parece ser el caso de la fiesta de Halloween, que no vamos a volver a debatir en este artículo sobre su necesidad o no, sobre la lógica de que una fiesta que sólo conocemos gracias a las películas y series globalizadoras americanas haya llegado con tantar fuerza a España, de forma que ya ha sustituido casi completamente a lo que se celebraba en nuestro país por estas fechas (día de Todos los Santos y Día de los difuntos), pese a que, reconozcámoslo, apenas es que se celebrara nada, más que rezar, ir a los cementerios a llevar flores, poner alguna vela por las noches y comer algún dulce típico, por lo que un poco de fiesta tampoco viene mal y es casi lógico que la gente acabe abrazando esta nueva festividad como si no hubiera un mañana.
No señores y señoras, Halloween, fiesta con origen moderno radicado en Irlanda y luego importada por los Estados Unidos, grandes importadores de todo lo habido y por haber (es lo que tiene existir hace sólo 300 años y haber genocidado de manera brutal a los que en esa tierra vivían), ha venido para quedarse, para sustituir nuestra propia tradición, para que la gente comience a pensar que el 31 de octubre es el día de los difuntos, pese a que realmente es el 2 (preguntad por la calle a gente menor de 35 a ver quién sabe qué día es el de los difuntos y veréis que ya no es el 2 de noviembre... pero para nada...). No, Halloween no es negociable, vosotros mismos habéis caído en la trampa y habéis disfrazado a vuestros hijos de fantoche o de fantasma, lo que sea... y ahora habéis creado una tradición, un monstruo hallowinesco...
¡Truco o trato!, y si no, te lanzamos huevos a la ventana o te pintamos el portero automático de rojo, o quién sabe qué... Esto se está desmadrando...
Esta semana, cuando llegó Halloween, a eso de las 5-6 de la tarde comenzaron a sonar explosiones en la calle, niños y adolescentes gritando, petardos, etc... Luego llegaron los golpes en mi edificio, perpetrados por una turba de púberes e impúberes enloquecidos al grito de truco o trato y de caramelos o te llenamos de pintura y huevo la puerta, después los golpes en la misma puerta, las llamadas al timbre de abajo y al de arriba, los lanzamientos de objetos y piedras... auténticamente peor que una guerra... Si mirabas por la ventana, igual: por la calle encapuchados con pasamontañas gritando y haciendo actos vandálicos, eso sí, todos menores de edad, claro... Sí, es Halloween y los niños se creen con derecho a todo, porque lo han visto en las películas...
Minutos después de la batalla, todo el patio y la calle parecían el día después de una romería, envoltorios tirados por el suelo, huevos estrellados, pintura por las paredes y en algunas placas, piruletas machacadas, serpentina, confeti y quién sabe qué potingues más, todos lanzados por las hordas de inconscientes adolescentes y sus acólitos de un dígito de edad. Sí, Halloween se nos ha ido de las manos, ellos creen que el día de Halloween todo vale, que hay total impunidad, y no debería ser así.
Leía también estos días algunas noticias sobre el tema (ejemplo de Granada), lo que me reafirma en que no fue sólo mi sensación, sino que poco a poco se ha instalado en nuestros jóvenes que ese día ellos son la ley, y no, no puede ser. Cornudos y apaleados: los padres y madres treinta-cuarentañeros-permisivo-traumatizados no sólo se han conformado con inculcar esta fiesta extranjera a sus hijos (la mayoría sin saber siquiera si la fiesta era española o no, incultura a tutiplén y a ultranza), sino que ahora encima permiten que sus hijos se conviertan en Billy el niño y los 40 ladrones a su antojo y como decía antes, con impunidad total... Mal, algo va muy mal... pero claro, no les vas a regañar a los niños, que pueden traumatizarse de por vida a pesar de tener 3 novias y sacarle 2 cabezas a sus padres. Para algunas cosas no son pequeños...
Sé que suena a cascarrabias, y es lo que pretendo, pero alguien tiene que pararles los pies a esos niños, y a esos padres, antes de que el juez Calatayud se los encuentre y ya sea demasiado tarde (al menos les obligaría a limpiar la mierda que han dejado).
En fin, es un día concreto en el que los vándalos aprovechan para su esparcimiento obligatorio, ya que si no explotarían. Halloween es una excusa, lo sé, como lo son los partidos de fútbol o las manifestaciones antisistema, pero por eso hay que pararles los pies, y pronto... No es de recibo encontrarse a la mañana siguiente un huevo estrellado en tu puerta, seguramente por un niñato de 15 años que luego te saluda cuando entras por el portal, sin saber siquiera que estuviste limpiando lo que él horas antes dejó.
No, si eso es la libertad, si eso deja tan pequeño al libertinaje, mejor vengan leyes restrictivas, porque nosotros los españolitos no estamos preparados para vivir en una sociedad libre y por eso nos merecemos el gobierno que nos merecemos...
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