Adiós Dolores O'Riordan, adiós queridos arándanos
Dicen
que a veces cuando se muere el cantante, se muere el grupo en el que canta. No siempre pasa
así, pues hay formas y formas de renovarse, pero en cierta manera es la
voz lo primero que nos llega,
y cuando es tan característica como la de Dolores O'Riordan, lo llena todo y hace que se confundan cantante e instrumentos, cantante y
grupo (hasta el punto de que no pocas veces al seguir en solitario se
llevan los fans y el resto no pueden mantener el éxito).
Quizá
The Cranberries ya habían desaparecido en cierta manera tras su primera
separación, anuncio de que nada volvería a ser igual, pero la vuelta
mantuvo las expectativas, que ahora
se han roto para siempre con la despedida de Dolores O'Riordan, fallecida esta semana a los jovencísimos 46 años.
Como
comentaba en las redes sociales estos días, para los millenials más
mayores, este es uno de los grupos claves de nuestra niñez y
adolescencia en los 90, quizá uno de 10
principales (en mi caso diría que uno de mis 5 grupos preferidos de siempre en inglés), que por supuesto ha dejado temas imprescindibles y con los
que muchos hemos pasado ciertos momentos inolvidables de nuestra vida.
Por eso en cierta manera algo se nos ha roto, pese a que ya nos marcaron
muertes como las de Michael Jackson o George
Michael que también pululaban por la época.
En
mi caso he de decir que seguí la carrera de The Cranberries casi desde sus comienzos, quizá más involuntaria o inconscientemente el primer disco
“Everybody else is doing it, so why can't we?, que contenía las enormes
‘Linger’ y ‘Dreams’, pero ya plenamente desde el “No need to argue”,
que fue su gran bombazo mundial, de la mano de uno de los grandes temas
de la historia de la música: ‘Zombie’, rodeado por un grupo de canciones bastante consistente. Aún tengo por ahí la cinta de
cassette con los títulos escritos a lápiz. Por la época sonaba en la tele el ‘Pretty’
en algún anuncio del Corte Inglés, por cierto.
El ambiente de su música pasada era ciertamente místico en muchos casos, pero también encontrábamos letras duras y reivindicativas. Entre todo destacaba la dulce voz de Dolores, susurrante a veces, cálida otras y rompiéndose en dura y rockera cuando hacía falta. Después llegó un disco
un poco más extraño, más duro en cuanto a letras y al sonido de guitarras o baterías, como fue el “To the faithful departed", y tras
un descanso algo más pronunciado y dificultades por las duras giras que casi les hacen separarse, volvieron con fuerza con “Bury the
hatchet” en el 99, y otro temazo potente como
‘Promises’, acompañado de varias canciones de calidad como ‘Animal
Instinct’ o ‘Just my imagination’. Tanto 'Promises' como 'Zombie' son
claves en cualquier discoteca de radio rockera, y en cualquier disco de
canciones para quemar los altavoces del coche, ambas dos muy emocionantes.
Hasta
entonces a mí me marcó mucho ‘Dreams’, escuchada años después de su
salida, pues era habitual en bandas sonoras de películas en esa época de
primeros amores adolescentes.
Más tarde, el ‘Animal Instinct’ fue la descripción perfecta del momento
vivido con la gestación y nacimiento de mi primer sobrino, y después
recuerdo que el “Bury the hatchet” fue la banda sonora de aquel nuestro
viaje de locura en coche por Irlanda en
2000, qué mejor que por esa Irlanda de Dolores y sus chicos. Luego, en
2004 incluí el ‘Ode to my family’ en la película que hice sobre mi
familia “The Raspavelas Clan II”, y así, poco a poco se fueron metiendo
en la banda sonora de mi vida… De hecho, y por
supuesto, The Cranberries tienen también un par de entradas en el blog, una sobre soñar (Dreams) y otra sobre el envejecimiento de las canciones (Zombie).
Llegaría
en 2001 el “Wake up and smell the coffee”, con 'Analyse' o 'Time is ticking out', y finalmente el recopilatorio "Stars” en 2002 (que conservo como disco pirata, que entonces estaban muy de moda). Finalmente llegó en 2004 la ruptura, cuando Dolores decidió que no podía más y sacó un par de álbumes en
solitario… Después ya sólo se juntaron para los conciertos, y todo iba
bien aparentemente hasta que la cantante de Limerick, la de los
gorgoritos a estilo 'yodelei' suizo, la del coro de iglesia nos dejó para siempre,
tan joven, entrando como todos en ese olimpo de los mitos, y dejándonos
huérfanos para siempre a los que desde el principio y hace ya 25 años
los seguimos, hasta siempre Dolores O'Riordan, hasta siempre The Cranberries, ya nunca será igual, pero jamás nos podrán quitar vuestra música…
Y aprovechando el día que es hoy, a esa persona tan especial, le digo un par de cosas que tenía pendientes, parafraseando una de las canciones de mis arándanos:
Ememe, I love you just the way you are
I'll have you just the way you areI'll take you just the way you are...
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