Adaptar nuestro discurso al interlocutor, una especie de bilingüismo
En la oficina me pregunta un compañero sobre un informe y le digo que: "la redacción del informe está casi completa, voy a cargarla en la carpeta compartida y te la enviaré al buzón y a la lista de distribución del departamento, con suerte mañana el comité de propuestas de mejora lo leerá y lo aprobará para que podamos implementar pronto las mejoras pertinentes".
Me encuentro por la calle con mi sobrina y mi tío anciano, y él me pregunta qué vamos a hacer el fin de semana y le contesto: "pues tito, nos iremos al chalet, haremos un chisco y prepararemos unas migas con chorizo, ajos, rabanillas, naranja, granada, melón y algunas cosillas más, después seguramente tomemos migas con chocolate y nos demos un paseíllo por el río".
Después me pregunta mi sobrina si por la noche haremos algo y le digo "bueno, literalmente no sé lo que haré, en plan, pero seguramente estaré putocansado y acabaré haciendo algo en plan bro random o mirando el insta de mi crush".
Al día siguiente estoy repasando mi redacción para el artículo del periódico, donde digo cosas como "pasemos a pormenorizar minuciosamente las características más representativas de las cualidades antropomórficas de este segmento poblacional, algunas ampliamente estigmatizadas desde tiempos inmemoriales".
Luego, en los chats de los compañeros del colegio en el whatsapp: "eso es una ful tío, la chapa que nos metió fue menúa, se flipao se tiró largando media hora, fue más pesao que una vaca en brazos, aunque lo que sí molaba era la jeta de los que habían ido a verlo, que era como what the fuck".
Finalmente, en el grupo de los desarrolladores aficionados de GitHub: "el bug se debe a una incompatibilidad con la nueva versión de PHP, que contiene varias funciones deprecadas, y he tenido que refactorizar el código, incluyendo cambios en las bibliotecas y en los comandos Mysql, por lo que voy a tener que migrar pronto nuestro frontend".
Pues eso, que sin darnos cuenta adaptamos el lenguaje que producimos al interlocutor, al lugar, al contexto, etc... Nadie habla igual, y por supuesto nosotros tampoco, pese a que pensemos que siempre somos los mismos, pero no, somos distintos según la situación. De hecho, se podría decir casi que utilizamos lenguas completamente diferentes e incomprensibles entre sí, a la vista de los ejemplos mostrados.
Al final, es curioso, pues las personas que se desenvuelven en diferentes contextos es probable que tengan activado también estructuras mentales parecidas a las que poseen las personas bilingües (no sé si lo han estudiado ya en Massachussets o incluso esos estudios tienen ya un "Ignobel"), siendo capaces de cambiar de una lengua a otra con facilidad, adaptándose simplemente al interlocutor. Me gusta pensar que es así y probablemente lo sea, y de hecho creo que es cuando llegas a una mediana edad cuando más lo tienes desarrollado, porque eres capaz de mantener una conversación con la generación anterior y la posterior, cuando entre ellas esa comunicación es ya imposible (a la vista de cómo habla cada una está).
En cualquier caso, para eso está nuestra lengua, el castellano (y las otras claro), para entendernos, y si alguien no es capaz de adaptarse para que otros lo entiendan, el problema lo tiene él, así de claro...
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