30 septiembre, 2019

Apuestas deportivas, la nueva droga

Están por todos lados, en cada esquina, dentro de los antiguos casinos de tragaperras, casi en desuso, ahora revitalizados. Están sobre todo en los barrios de gente obrera, cerca de los colegios. Están en la televisión, machaconamente martilleándonos para que juguemos "juega, juega, juega, apuesta, apuesta, apuesta", apelando a lo compulsivo. Están en la radio, están en internet inundando cada click, cada página de paso, cada hipervínculo. Están hasta en la sopa, y aunque deberían ser completamente ilegales, los que gobiernan se lucran con ello, y por supuesto no hacen absolutamente nada para remediarlo. Desde 2011 está regulado el juego online en España (y por tanto, legalizado), y desde 2012 hay empresas operando.

Mientras, nuestros jóvenes se enganchan a las apuestas deportivas, la gente mayor se gasta lo que no tiene, los hombres (porque la mayoría lo son) derrochan lo que deberían haber convertido en pan para su familia, y tantos y tantos entran en la enfermedad de la ludopatía, engullidos por un fantasma que tenía la piel de cordero, que parecía de color de rosa, edulcorado por publicidad plagada de mensajes amigables y personajes famosos prescriptores de inmundicia, que ahora deberían palidecer de vergüenza.

En un vistazo rápido a internet, vemos su modus operandi, sus ganchos:


Estas son 3 de las principales casas. La primera es 888Sport, que con la excusa de concienciar sobre el juego responsable, se ha convertido en patrocinador de la Liga ACB de baloncesto, y que ofrece un bono de hasta 150€.  La segunda es Betstars, que regala también otros 200€. Y la tercera es Betway, que regala también 150€. No, no regalan nada, saben que lo vas a acabar perdiendo todo, y si por casualidad casualidosa ganas, eliminan tu usuario, ¡no saben nada!, como cualquier vulgar casino que expulsa al que gana y premia al que pierde para que no se le vaya y siga despilfarrando, claro...

Hace unos meses leía que 19 de los 20 equipos de la liga de fútbol española tienen un acuerdo de patrocinio con una casa de apuestas, ¡brutal!, incluso la propia Liga de Fútbol Profesional lo tiene, ¡cómo vamos a acabar con el juego si hasta los equipos se forran con ello! ¿Y pretenden evitar que haya amaños en los partidos? Si es que los aficionados somos tontos, y aplaudimos por un lado a nuestro equipo que tiene el nombre de una compañía de apuestas en la camiseta, y por el otro nos quejamos de la creciente ludopatía y de las redes de amaño. No tenemos remedio, nos la están pegando en nuestra cara.

Sí, es una extraña sensación de hipocresía, una sensación de "droga blanda", como si esto sí fuera aceptable como el tabaco, y otros juegos como el casino, las cartas o el bingo fueran cocaína, pero no, todas son igual de malas, en todas se cae y de pocas se sale, así de duro es.

Lo grave es que la mayoría son muy jóvenes, recién cumplidos los 18, emocionados con el deporte, pensando que saben mucho sobre ello, que van a comerse el mundo, que es dinero fácil, y acaban hasta vendiendo el móvil (ojo, con lo que es para ellos el móvil), para poder seguir gastando. Y mientras se cuadruplican las cifras de ludópatas, seguimos riendo la gracia a gente como el Sobera, Coronado, Pedrerol, Cristiano y otros, que precisamente deberían dar ejemplo y no contribuir al enorme daño que esto hace en la sociedad, normalizando el juego.


Cristiano, Carlos Sobera, Roberto Carlos, Pedrerol, José Coronado y 'Maldini', en anuncios de casas de apuestas.  ELDIARIODELAEDUCACIÓN.COM

Mientras, el gobierno simplemente toma un par de medidas y sigue dejando que todo el monte sea orégano, que sigan introduciéndose en todos lados, que sigan abriendo locales, que sigan ametrallándonos con su publicidad machacona, con su mensaje penetrante y psicológicamente estudiado (para eso tienen pasta y a los mejores en lo suyo), porque les da igual, no les perjudica, les da pingües beneficios y encima mueve la economía, ¡qué mejor!

Y termino, echando un vistazo a esas webs que nos hablan de "jugar bien", "juego seguro", y cuyos banners encima aparecen en las webs de las casas de apuestas (cuando no son directamente parte de ellas), en ellas todo parece Los Mundos de Yupi, como si realmente no existiera ningún problema, todos fuéramos muy responsables y jugáramos sonriendo juntos cogidos de la mano, simplemente unos eurillos cada cierto tiempo, como si de echar la Primitiva se tratase, inocentemente... Es como si en la web de Coca-Cola apareciese información sobre "comer bien" (ups, es que aparece), o en las de galletas (que también lo hace), o para colmo, que en la web de Marlboro apareciera algo como "fumar con moderación" o chorradas similares para lavar su imagen que nadie debería creerse, pero lo hacemos.

En fin, la semilla del mal ya está sembrada, y el cáncer se extiende y corre viralmente, se desplaza rápido como un reguero de pólvora que va a provocar antes o después la explosión, aún estamos a tiempo de pararlo, pero como tantas otras cosas importantes de hoy en día: ¿y eso a quién le importa?

26 septiembre, 2019

Por si lo leéis cuando yo no esté

Escribo esto desde el más acá, pero puede que cuando alguien más lo lea, mi voz resuene ya desde el más allá, desde la otra punta, desde el quinto pino.

Es una sensación curiosa, la de hablar desde lo inevitable, lo desconocido, desde otra dimensión inalcanzable para el lector, más allá en el tiempo, o quizá más acá, desde donde ahora lo hago para que sea publicado días alante, cuando a lo mejor ya no exista, no existamos, y sólo el lector lo haga (sería algo en plan: "leo este post, que ya ha sido publicado, luego existo, cosa segura para mí, que no tiene por qué serlo para el que lo escribió").

Pues sí, y realmente siempre tiene uno ese riesgo con todos los posts que deja publicados en el futuro, así que esto vale para cualquiera de ellos, lógicamente. Uno escribe 3 nuevas entradas, que se publicarán este miércoles, luego el lunes que viene y después el viernes de la otra semana, pero... ¿y si la palmo justo el jueves próximo? ¿serían artículos postumos? Supongo que sí, pero son cosas que escribí en vida, por lo que ahí el único que lo lee con retraso es el lector, con un retraso deliberado por mi parte, para espaciar así las entradas, y sin el objetivo de crear realmente algo que sólo deba ser leído en el futuro, por si da la casualidad que esta vez sí es la definitiva.

En fin, como decía, esta vez nuevamente escribo desde el más acá, y si todo va mal, para cuando leáis estas líneas ya no existiré más que en la memoria de las personas, y en unos cuantos tuits o entradas en redes sociales, aparte de las mil y pico entradas del blog. No está mal, pero en cierta manera podría dejar algún tipo de testamento vital, por si acaso...



Donaría el blog, joya de la corona, para que lo tuvieran entre varios y lo continuaran, ya quizá por fin consiguiendo fama y dinero, quién sabe, según los deseos o los objetivos de cada uno (como no tengo hijos, sería para mis cuatro sobrinos). Tendría que donar la cuenta de Twitter, que sirve bastante (esa se la puede quedar cualquier hermano varón, sea político o carnal), la de Instagram, que nadie conoce (esta para las hermanas políticas), y el Facebook, que sin mí no tendría sentido porque sólo sirve para compartir chorradas y mantener en la lista de "amigos" a muchos con los que a veces tienes menos contacto del que deberías, así que encargo a cualquiera de mis primos que lo deje como cuenta "conmemorativa" o algo así, que eso hay que avisarlo a Facebook para que así la mantengan.

El resto, os lo podéis quedar los primeros que sepáis de su existencia, a donde voy o a donde haya podido ir, no me hacen falta. En cuanto a mis posesiones materiales, podría también servir esto de testamento, pero al fin y al cabo, cuando alguien entre en la casa y revise la carpeta morada, encontrará lo que necesita, un testamento no certificado ante notario, pero que tiene completa validez. En principio eso es todo.

Y si la diosa fortuna, el destino y el resto de dioses, incluido Dios, claro, tienen a bien permitirnos vivir unos cuantos días más, aquí estaré, al pie del cañón el próximo lunes con el siguiente post, cómo no, y si ya que están, tienen a bien darnos al menos 40 años más de buena vida rebosante de salud, desde aquí quizá ya los firme, quién sabe, pero eso será algo de lo que hablaremos en unas décadas, por supuesto aquí, en Los Mensajes de Vuestra Botella...

22 septiembre, 2019

Les va a votar su p... madre

En sus distintas versiones, esta es una de las frases que más he leído o escuchado en los últimos días (junto con la de "es nuestro deber votar, y aunque no se lo merezcan, hay que ir"), y la verdad es que es totalmente comprensible.

Salimos a elecciones por año, y aunque es culpa de todos, quizá yo culparía sobre todo a los dos nuevos partidos: Podemos y Ciudadanos, ya que no han sido capaces de entenderse con los viejos partidos, con el bipartidismo con el que casi acaban, pero al que ahora están dando cada vez más vida. El PSOE y PP ya hace mucho que no deberían tener votantes, ya no podemos culparles por esto, ya que habría que culparles por todo lo demás también, y bastante les hemos culpado ya. Ambos han ganado las últimas votaciones y no han conseguido apoyos, quizá debieran haber cedido un poco más, quizá ahora sus votantes deberían dejarles mordiendo el polvo para que se acordaran de la oportunidad perdida.

Las izquierdas están que trinan, por dar una nueva oportunidad a la derecha, y todos y cada uno culpan a los demás de este despropósito, de esta vergüenza que se produce en un país al borde de la recaída en la crisis, de este desastre de la democracia, donde nadie se entiende con nadie, donde nadie negocia, donde nadie concede nada, donde todos se enrocan y buscan posturas exageradas para que el contrario no acepte ninguna propuesta. Así, todos ganan su sueldo durante varios meses sin casi hacer nada, y ahora nos obligan a volver a poner en marcha la maquinaria electoral, y con ella los millones de euros gastados de nuevo.



Por mi parte, ya me he dado de baja para el envío de propaganda electoral, y os animo a hacerlo, es bastante sencillo y sólo precisa tener el certificado digital. La página es: https://sede.ine.gob.es/oposicionPartidos/presentacion, sólo acceded y pulsad para daros de baja, así de sencillo, un simple gesto que va más allá del "Les va a votar su p... madre".

Ya hace meses hablé de las bondades de la abstención, que finalmente no practiqué, aunque no recuerde ya siquiera a quién voté. Esta vez volveremos todos a las andadas, y quizá ejerza mi derecho a la abstención, por qué no, o quizá les vote, o quizá, como decían tantos estos días, les voten sus preciosas madres, o padres, claro...

16 septiembre, 2019

El observador externo de nuestro multiverso

Nos creemos únicos y especiales en nuestra casa, y a nuestra familia únicos e irrepetibles en nuestro barrio. A nuestro barrio el mejor de la ciudad, a la ciudad la escogida en nuestro país, a nuestro país el deseado en nuestro continente y a nuestro continente el más soñado de nuestro planeta, pero...

¿Y si nuestro planeta, galaxia, universo y finalmente multiverso, no fueran más que un objeto que puede ser visible por parte de un simple observador externo?

¿Y si somos tan pequeños que uno o varios observadores externos puedan tenernos casi en la palma de su mano, o en una especie de multiverso de juguete al modo de un trabajo manual de colegio? ¿Nos creeríamos entonces tan únicos y especiales? Pues obviamente sí, pero... si dentro de ese multiverso hay universos infinitos,  ¿no habría también infinitos planetas azules habitables como el nuestro, con sus infinitos magníficos países y sus infinitos y extraordinarios individuos iguales o más maravillosos que nosotros?

Sería curioso verlo ahí, a nuestro observador-no creador externo, que simplemente viene a vernos ahí, sin tener ese vínculo emocional que tendría nuestro Dios creador por haber sido nosotros su obra; no, el observador externo sólo va de paso, hacia otro lugar, y observa nuestro multiverso como si de un objeto curioso se tratara, quizá lo considere valioso, o quizá inútil y reemplazable.

Quizá el observador externo repare en nuestro planeta azul de aquella galaxia lechosa y nos vea ahí, tan extraños, tan únicos, tan repetibles por los millones de trillones de universos, pero tan creídos y tan egocéntricos antropocéntricamente hablando, y tendría lástima de nosotros, ahí, tan solos...





Nosotros hemos mandado por ahí cientos de sondas, cientos de cacharros intentando ir más allá, ver más allá, alcanzar hasta donde se pueda, a sabiendas de que jamás alcanzaremos a ir a donde nos llega la vista, porque nuestros telescopios son infinitamente más potentes que nuestra capacidad para volar por este universo, no ya para siquiera soñar con llegar a otro de los universos del multiverso que ve el observador externo.

Hemos mandado nuestro código genético, las canciones de los Beatles, nuestros pesos y medidas, nuestras matemáticas, siquiera pensando que son un lenguaje universal del multiverso, sin darnos cuenta de que lo que es "ser", "existir" o la "vida" no tienen sentido en tantos otros universos, donde por supuesto hay otras "cosas" que a su modo "existen", "viven" y "son", pero que jamás entenderían nuestras matemáticas, que son simples descriptoras del mundo creadas por nosotros, ni podrían escuchar un Let it Be, ni pretender pesar o medir con nuestros parámetros.

El observador externo nos mira con ternura, cada intento de buscar, de llegar lejos, de perdurar siquiera una vez hayamos sido conocidos por alguien "más allá", mientras nos autodestruimos, de manera que una vez no existamos, haya al otro lado del multiverso otros "seres" que puedan recordarnos, decir: sí, allí hubo un planeta azul maravilloso cuyos elementos integradores fueron causa de su final, fueran lo que fueran...

El observador se va cansando y se tiene que ir a casa que es tarde, y nos mira por últimos segundos, pensando quizá que la próxima vez que mire el multiverso, ni existiremos, porque puede que lo que nosotros llamamos billón de años, para él sea simplemente un minuto, en el caso de poder comparar escalas, y nos plasma en su memoria para siempre haciéndonos pasar a la eternidad, porque sabe que sólo ahí existiremos, porque no quedará rastro ni polvo de nuestra existencia para cuando alguien pudiera habernos detectado en otro de los universos.



Ternura, lástima y también un poco de orgullo, como observador-no creador externo, sin vínculo emocional alguno, que se daría cuenta de nuestro potencial, de nuestras posibilidades, de nuestros buenos sentimientos y de nuestro coraje cuando queremos enfocarlos hacia metas constructivas, y en cierta manera le imbuimos admiración por nosotros, a un ente observador externo que ni siquiera sabe lo que son los sentimientos, el coraje o la admiración que nosotros entendemos, pero que aun no sintiendo nada, es sensible a determinados pulsos electromagnéticos, que podríamos llamar, y eso, en su inefable naturaleza, es lo mismo que el sentido a la nuestra.

Y por última vez mira de reojo y se va, a sabiendas de que nos recuerda, dejando ir nuestro multiverso, caminando de vuelta a casa. Quizá mañana cuando vuelva a pasar por ahí, nosotros no existamos, nuestra galaxia y universo tampoco, y puede que en unos días ni el multiverso quede ya, y entonces se acordará de cuán preciosos éramos, porque ya no quedará multiverso alguno que admirar, y su vida será vacía y aburrida, siempre como observador externo que era, trabajo no remunerado que sin duda sería codiciadísimo en su sociedad.

10 septiembre, 2019

Nuestros castillos, ¿Restauración o reconstrucción completa?

Bien es sabido que España es uno de los lugares del mundo con más fortificaciones, donde se lleva la palma la provincia de Jaén, con hasta 237 de ellas (ya sean torres, castillos, atalayas, etc), considerada uno de los lugares del mundo con más castillos por kilómetro cuadrado junto a Siria y Palestina.

Esto hace que en cualquier viaje por nuestra geografía nos encontremos al lado de la carretera multitud de castillos, y que en muchos de los pueblos y ciudades que visitemos, exista algún tipo de torreón, torre vigía, muralla, etc... lo que por supuesto nos proporciona un enorme patrimonio, labrado a lo largo de siglos de Reconquista (cuando no, incluso en época romana, íbera, etc, que siempre hizo falta defenderse) y poco a poco venida a menos cuando ya no fueron necesarios; una decadencia acelerada con la nefasta invasión francesa (lo que hace que a muchos nos dé menos pena el incendio de Notre-Dame, por ejemplo), cuando nuestros "amables vecinos" se dedicaron a destruir muchos de ellos impunemente, por el simple hecho de hacer daño (ejemplo del Castillo de Burgos o la iglesia abacial de Alcalá la Real).

A pesar de eso, la mayoría ha llegado a nuestro tiempo, aunque sea en ruinas, aunque sea con un muro en pie, aunque sea con cascotes en mitad del campo y un cartel que reza que ahí hubo algo, una ciudadela, un fuerte, un alcázar en pequeño, quizá un baluarte, quién sabe, lo que hace mucho fue tanto y ahora sólo es un recuerdo evocado por esos vestigios.



Pues bien, tras tanta ruina, en los últimos dos siglos, sobre todo comenzando en el pasado, llegó la "ilustración" a nuestras autoridades, habitualmente tras las reclamaciones de los ciudadanos de a pie, empeñados en la restauración de nuestros monumentos, en devolver ese esplendor pasado, en conseguir que nuestro patrimonio sea "enseñable", y en restablecer el honor de todos esos lugares olvidades.

De esta manera, muchos de ellos fueron restaurados, con mayor o menor éxito, algunos perpetrando enormes chapuzas o crímenes, incluso poniendo bloques de hormigón para arreglar una torre, pensando qué se yo. A veces respetando a pies juntillas los materiales y los planos, para intentar hacerlo igual, que el resultado sea calcado al que hace tantos siglos vieron los que rondaron por ellos en su momento. A veces no respetando nada, o añadiendo nuevos elementos para que se note que ha habido una restauración. A veces incluso, no tocando lo ya derruido, qué se yo si eso es lo mejor.

Así encontramos grandiosas restauraciones que ni se notan, otras donde perfectamente definido está lo nuevo, pese a ser fiel a lo que fue, y otras donde hay añadidos que no tienen que ver con la época ni el lugar (gran paradigma de esto son las restauraciones en Francia de Viollet-Le Duc, famoso también últimamente tras el incendio de esa Notre-Dame que arregló, y muy conocido por Carcassone, la ciudad que reconstruyó como le vino en gana, símbolo del patrimonio francés, pero que para nada era así en su época, pese a ser hoy en día un lugar precioso)



En cierta manera, puedo hablar con propiedad, ya que he visitado más de un centenar de ellos, aunque ciertamente hablaría con mucho desconocimiento (lo reconozco) también, sobre todo histórica y arquitectónicamente, pues mi formación no viene por ahí, aunque sí que me interese mucho o bastante la primera y quizá menos la segunda.

Personalmente creo que en el caso de hacer retoques simples, rematar una torre desmochada o cosas así, debería hacerse, pero siempre haciendo que se note lo puesto de nuevo, porque al fin y al cabo, que la torre se cayese parcialmente también es historia.  El hecho de llegar a un castillo y verlo completamente nuevo siempre da una sensación extraña, porque no sabes si era, si es así o es una simple invención posterior. Esto me pasa con el excepcional Palacio de Olite, por ejemplo, que hoy es grandioso y no se nota nada que está reconstruido, como veis en esta imagen:



Mi opinión para los elementos completamente derruidos o desaparecidos alberga ciertas dudas aún, ya que un pueblo que tenía torre y la ha perdido debería estar en todo su derecho de reconstruirla (indicando que lo está y poniendo fotos de como estaba antes, y obviamente indicando "siglo XXI", no "siglo XIII" si es el caso), pero también es cierto que es un tipo de "dopaje patrimonial" que así permite al que tiene dinero (pueblos grandes) mejorar aún más sus posibilidades de turismo, respecto a otros con menos dinero que no pueden hacer esas reconstrucciones.

Y luego, como decimos, hay reconstrucciones exageradas como la torre de Villamartín, que ahora es famosa en medio mundo, cuando no era más que un puñado de piedras mal colocadas. Sí, es cierto que la torre ahora tiene el volumen real que tuvo, pero el impacto visual es tremendo, a pesar de que cumple la máxima de "hacer notar lo nuevo".



Siguiendo todos los anteriores razonamientos podría pensarse que una ciudad llegue al acuerdo de construir de cero un nuevo castillo, de la nada, algo que jamás existió. ¿Sería lícito? Pues obviamente, cada uno en su suelo construye lo que quiere, siempre dejando claro que el castillo es del XXI como decía antes. Y por supuesto continuando por aquí, llegaríamos a esa conclusión de que sí, reconstrucción completa sí, si es necesario, pero aclarando muy bien de cuándo es el castillo actual, si no, estamos perdiendo la noción de nuestra historia...

05 septiembre, 2019

Mis mejores entradas (y 42)

--Post preferido del 1026 al 1050 (11-Mar-19 a 30-Jun-19)--

La renta mínima inminente

 -Este post iba sobre... una propuesta de renta mínima para cada ciudadano, por el mero hecho de nacer, dado que probablemente en pocos años no haya trabajo suficiente ni para la mitad de la población.

-La motivación para escribirlo fue... que nos vamos acercando, y mientras nuestros políticos ni se enteran de que el mundo cambia a velocidad del rayo bajo sus pies. Aprovechando también el debate que Podemos ha sacado a colación con la posibilidad de dar realmente esa renta mínima.

-Me he decidido por él, porque... era uno de los 3-4 que más me gustaban, aunque me ha costado muchísimo, ya que estos meses ha habido varios post muy trabajados. En este caso creo que es consistente, está bien argumentado y es un tema muy de actualidad del que merece la pena opinar, así que ahí queda eso...