Nuestra estela tartésica de hace 2500 años
A veces un insignificante paseo por el campo puede encerrar más de lo que se podría pensar. Como cuando se descubre por primera vez un esqueleto de ictiosaurio, unas huellas de dinosaurio o el toro ibérico de Porcuna bajo la pata de un olivo. Normalmente esas cosas se las encuentra gente que no conoces, y nunca piensa uno que se las va a encontrar él.
El caso es que a principios de verano, mi hermano vio un pedrusco bastante grande y curioso cuando daba un paseo por los olivos en una zona intermedia entre la aldea de Alharilla y el Cerrillo Blanco (conocido mundialmente por su yacimiento íbero). En un principio le pareció que tenía surcos grabados que podrían parecerse a símbolos antiguos tartésicos, íberos, etc..., pero también podrían deberse al paso de un arado. Días después fuimos a hacerle fotos, y tras hablar con el director del Museo Arqueológico de Porcuna, se concluyó que se trataba de algo importante que había que retirar pronto de allí para evitar que los "Indiana Jones" de turno se la llevaran para subastarla millonariamente en internet.
La piedra fue llevada al Ayuntamiento de Porcuna, donde está desde entonces a la espera de acontecimientos. Parece que se trata de una estela funeraria que sería parte de algún monumento de este tipo. La piedra tiene un metro y medio de largo, y casi medio de ancho, y contiene grabados símbolos tartésicos y quizá íberos (que en la foto no se aprecian bien), que tienen más de 2500 años y dan testimonio de la más primitiva lengua indígena hispana conocida.
El pueblo de Porcuna es uno de los más importantes de España en lo que respecta a yacimientos de aquella época (en Porcuna se encontró el más importante conjunto escultórico de la cultura ibérica), pero hasta ahora sólo se habían encontrado símbolos o letras de alfabeto íbero meridional en las monedas de Ipolca (que es como se llamaba el pueblo en época prerromana). Esta es la primera vez que aparece una piedra de este tipo en Porcuna (en el resto de Andalucía hay catalogadas sólo unas pocas), por lo tanto es un descubrimiento importante para la arqueología y el conocimiento de esos viejos guerreros que habitaban en Andalucía hace 25 siglos y que dieron nombre a nuestra península.
2 comentarios:
En cuanto al dichoso pedrusco, sólo decir que ¡Dios le conserve la imaginación muchos años a tu hermano! porque la vista me parece que la tiene ya perdida. Mejor que dedique su tiempo a recopilar pegatinas de naranja, fósiles, o sobrecillos de azúcar y otras sandeces parecidas en lugar de inventar fantasías imaginarias e irreales sobre mundos extraños y antiguos que ya no existen porque a nadie importan.
En ese peñón no hay nada más que rayas de arado y del transcurso del tiempo o del aburrimiento.
Salu2.-kekiltu-tokokeetar-bote-ite.
Bueno, lo de las pegatinas de naranja puede ser curioso, aunque no creo que dé para hacer una colección de más de 100 o así, no sé. Y para qué nos vamos a engañar, en el peñón no hay más que 4 rayajos, pero bueno, sí, allá cada uno con sus "cadaunadas", quizá esa gente se comunicaba así, a ver si algún día nos enteramos qué se contaban.
Hoy en día nos comunicamos con un PC con conexión a internet y un Windows XP activado, de forma que todo funcione correctamente, he de suponer que tú también lo tienes... :)
Salu2
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