Los átomos no se destruyen, sólo cambian su colocación
Dicen los que no entienden demasiado de Física, entre los que me incluyo (llegué incluso a suspender un examen en el instituto y 2 en la carrera), que el número de átomos que hay en el Universo permanece siempre constante, es decir, que aunque veamos un Universo o mundo distintos con el paso del tiempo, los átomos permanecen ahí, lo único que cambia es cómo están colocados, y son esos cambios de distribución los que hacen que lo que nos rodea evolucione. Por ejemplo, dos átomos de hidrógeno y 3 de oxígeno podrían ser ahora una molécula de agua (H2O) y otra de oxígeno (O2), o podrían ser en el futuro 2 átomos de hidrógeno (H y H) y una molécula de ozono (O3), sólo cambiando el modo en el que están situados...
Así, podemos pensar que los átomos que tenemos ahora mismo a nuestro alrededor son los mismos que tenían a su alrededor los romanos o los cartagineses. ¿Y si el hierro con el que echan la llave a esa tienda formó parte anteriormente de una espada de las Guerras Púnicas? ¿Y si esa piedra que acaba de lanzar mi hijo al agua fue en su momento parte de un hacha prehistórica?
Y quizá lo más curioso es el caso de las moléculas orgánicas, que tienen carbono en su interior, en lo que se diferencian de las inorgánicas. Sí los seres vivos tenemos en nuestro interior ese carbono, es posible por ejemplo que un día nos comamos una manzana, nuestro cuerpo la digiera y expulse sus desechos, que luego esos desechos sean procesados por bacterias u hongos y que al final acaben siendo absorbidos como nutrientes por un manzano, que vuelva a producir una cosecha de manzanas... al final volveríamos a comernos una manzana que contendría parte del carbono que nos comimos en la primera manzana... ¡Magia!
Entonces, se nos puede ocurrir que quizá tengamos en nuestro interior átomos que ya formaron parte de neanderthales, de visigodos, de íberos, de dinosaurios... es increíble pensarlo, y de nuevo es como ¡magia!
¡Cuántas cosas podrían contarnos los átomos y sus partículas adyacentes o internas si hablaran, si pudieran relatar todo lo que han vivido desde último BigBang, desde el primero, serían como un testimonio vivo de una parte de la historia de nuestro Universo, de todo el Universo!
De hecho, no descartemos la posibilidad de que de algún modo toda esa historia haya quedado plasmada en esos átomos, dentro de sus "cerebros" especiales, que quizá sean partículas subsubsubatómicas que aún ni soñamos en descubrir y en las que de algún modo está guardada esa información en forma cuántica.
No me extiendo, porque si no, me voy a ir a lugares cerca de la locura, pero no quiero terminar sin insistir en lo bonito que es pararse un momento a pensar, a imaginar, a fantasear sobre todo de lo que han podido formar parte durante siglos estos objetos inertes que ahora veo a mi alrededor: telas, plásticos, cristales, metales, carne humana, pelo o goma... ¡Hablad si podéis, tenéis tanto que enseñarnos...!
Por Cierto: Al hilo de este post recuerdo una frase de una parodia de Cruz y Raya sobre Matrix, "Blasa Reloaded", en el que se comenta: "Nooo, esto no es un chorizo, es una ristra de ceros y unos muy bien curaos y muy bien colocaos.". Igual pasa con los átomos, hoy chorizos, mañana una vaca, pasado carbón...
6 comentarios:
Me gusta la forma que en¡mpleas para explicar algo casi inexplicable, y además soy capaz de percibir (casi) tu excitación al narrar lo que para ti, debe ser algo que has "visto" de forma clara, y tu gozo al querer transmitirlo.
A mí, me ha sucedido muchas veces (por ejemplo) haber estado de un año para otro contemplando el mar mediterráneo (Almuñécar o Nerja) y sentir que el agua que me bañaba los pies, era la que había bebido meses o años atrás, en Jaén... la misma que había utilizado para la ducha o incluso la arena fina que piso, haber pisado con anterioridad en otra ciudad lejana, tiempo atrás. Y lo digo después de una profunda reflexión, no como algo imaginario, sino con una "consciencia" de estar seguro de ello...
Ya ves, que por ahí van los tiros... y en cuanto a los átomos del universo, decirte que leí hace tiempo que había un átomo por centímetro cuadrado (infinitamente menos que en nuestra atmósfera) y donde el sonido, no se transmite: hay un silencio absoluto...
Es bonito pensar todo esto, pues es una forma más de llevarte a otros espacios o universos...
Un cordial saludo.
Me alegro mucho que te guste, y sobre todo por que hayas sentido algo parecido, lo que me hace ver que tampoco estaba "tan lejos de la locura" cuando pensaba estas cosas.
Como decía en el post, me parece algo mágico, y me siento privilegiado (y por lo que dices tú también lo eres) por poder sentir en esos momentos esa especie de traslación/viaje en el tiempo, que me lleve a otros lugares o épocas, sólo tocando agua o arena.
Lo que más me inquieta o me deja perplejo es la duda de si quizá de algún modo no queda toooda la información de toooda la historia recogida en los átomos, algo que no sé si tiene siquiera sentido más allá de la metafísica, o si realmente es algo que se ha investigado ya. Realmente ojalá fuera así, lo maravilloso que sería escuchar lo que nos tendrían que contar.
Un saludo
No te quepa duda... vete a saber cómo podríamos percibir la sensación que describes y la evolución de los átomos, pero te pongo un ejemplo que no sé de dónde salió (si lo escuché, lo leí o lo imaginé).
Piensa por un momento, en una civilización a más de 65 millones de años luz, y con unos avances de más de cien millones sobre nuestra civilización (sé que es pedir mucho...) y descubren el planeta tierra, a través de sus superobservatorios... resulta que llegan a ver la tierra, justo en el momento en que los dinosaurios estaba siendo borrados de la faz de la tierra... como las estrellas que vemos en el firmamento, pero que ya no están ahí; desaparecieron hace millones de años... ahora nos llega su luz y creemos que están ahí. Incluso las que están ahí, aún no la hemos visto, pues su luz nos llegará dentro de miles o millones de años. Si haces un pequeño esfuerzo, y lo compraras con el mundo cuántico, tal vez sea algo similar y por qué no decirlo, hasta divertido... además, cuenta con que tu cerebro, se "plastina" y te hará más, más... lo que tu quieras que sea.
Un cordial saludo utopazziano.
Sí, en algún lado de mi interior estoy seguro de que se podrá, aunque sea en un mundo cuántico, y me da rabia que no vayamos a verlo.
Mientras, me queda cada uno de esos momentos en que cogiendo un objeto cierta magia hace que cobre vida y nos cuente toda su historia, que tener ese don también está bien.
Un saludo.
Leí hace dos días un artículo muy parecido sobre otro artículo muy reciente que decía que casi el 70% de los europeos somos descendientes de Tutankamon, el nuevo artículo, que era de estadística decía que la noticia era tendenciosa porque en realidad si echamos número el 70% de los europeos son descendientes de casi cualquier coétaneo de Tutankamon, al hilo de esta argumentación hablaba de la posibilidad de que estemos respirando parte del aire del último suspiro de César antes de morir y salía enorme... hoy tu post me recuerda mucho a eso...
Jesús: Sí, esas estadísticas son tremendas muchas veces, lo del suspiro de César es genial, friki en cantidades industriales, pero genial. Y normalmente como es tan exagerada, se las cuelan muy fácil a los noticieros.
Eso sí, espero que de ese aire sólo quede lo bueno (bacterias, virus y cosas malas aparte, claro)...
Un saludo
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