12 octubre, 2015

Post patrocinado

Hoy, por primera vez en tantos años, y debido a la crisis y a la cosa que está muy mal, he decidido venderme por fin al capitalismo, a las grandes marcas, al dinero, poderoso caballero que diría aquel literato de cuyo nombre no se acuerda ningún habitante de la casa de Gran Hermano. Sí, hoy vengo a hablaros de un producto, en lo que viene a llamarse "post patrocinado".

Básicamente, yo hablo maravillosamente de las magníficas bondades y cualidades carpetovetónicas de esta maravillosa marca comercial y de su producto estrella, y ellos destinan una pequeña partida del departamento de marketing a pagarme una cuantiosa suma por, como ya he dicho: venderme.

Seguramente lo vuelva a hacer, pues la recesión mundial, el incremento escaso del PIB en China y la contaminación atmosférica creciente, son fenómenos irreversibles que causan un engrosamiento de los números rojos, a la vez que una disminucion de las cifras no decimales en mi cuenta del banco. Entonces os volveré a avisar, no os preocupéis. En fin, entramos en cintura:


El producto que hoy vengo a presentaros es una magnífica prueba de la evolución humana, de la revolución técnica y tecnológica, eléctrica y electrónica e ilustrada que ha tenido lugar en los últimos años. Es la culminación de largos estudios, análisis, desarrollos e implementaciones completamente avanzadas, siempre partiendo de un descomunal esfuerzo de introspección, de creatividad y finalmente una pequeña dosis de acierto, suerte que siempre hace falta, cómo no.



Y qué decir de la marca, presente en nuestros hogares desde hace décadas, reconocida por todos, con su logo y sus colores, con sus melodías y sus eslóganes, incluso por su olor característico, seguramente recordada por niños y mayores, jóvenes y ancianos, maduros e inmaduros. Por supuesto estamos ante una gran empresa, ante una empresa que tiene una reputación muy positiva, y ante cualquier cosa que haga, todos aplaudirán gustosos, pues el reconocimiento unánime de la población mundial hacia esta marca es enorme y el agradecimiento eterno que hemos de mostrar ha de ser descomunal.

El producto que vengo a presentar es muy útil, utilísimo, puede ser usado a todas horas del día, puede ser configurado a nuestro gusto, incluso personalizado o customizado al tuntún de cualquier avispado tuneador que se precie. Además se le pueden añadir accesorios varios, infinitos e infinitesimales, grandes, pequeños, útiles e inútiles. Es un producto valioso, versátil y con muchas posibilidades futuras, un producto moderno en cualquier caso.



Pongan uno en su vida, no se arrepentirán, saldrán ganando, triunfarán ante sus amigos y conocidos que les envidiarán, verdes que les quieren verdes, muertos por morderse la envenenada lengua viperina al ver que ustedes lo tienen y ellos no. Señores, cómprenlo no más, como diría Mario Moreno, y podrán tener lo que tanto anhelan y por lo que tanto suspiran al ver a sus odiados vecinos disfrutándolo.

Creo que con esto es suficiente, pues me pagan por palabra, y con la palabra "llevo" que voy a poner justo ahora cuando diga "ya": ¡YA! llevo 500 palabras, y no sé si lo dije antes, pero me pagan por un artículo de 600 palabras, así que estoy a punto de llegar al número exacto de palabras con el que llegué a un acuerdo con la empresa distribuidora del producto que estoy descubriéndoles en este post patrocinado, por lo que seguramente ya éste va a tocar a su fin.

Lo dicho, cómprenlo, no dejen de comprarlo por escuchar algún comentario negativo en redes sociales, ya los borraremos todos en breve. No olviden que la felicidad les espera, que todos los famosos lo tienen y que la sonrisa de un niño y la vida de un gatito dependen de esta compra.

Y como siempre, busquen, comparen, y como no van a encontrar algo mejor: ¡cómprenlo!

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