Mi cuerpo ha durado 30 años

Mi cuerpo ha durado 30 años, no está mal. Viejos televisores aguantaron menos, y bebés móviles acabaron por sucumbir a la obsolescencia programada.

Mi cuerpo ha cumplido 3 décadas, quién sabe cuántas más cumplirá ojalá. Viejos electrodomésticos, viejos enseres acabaron desapareciendo rotos.

Cuando algo dura 30 años pensamos que ya tiene mérito, ropa, calzado, incluso vehículos a tracción, que desplazan cuerpos del doble o más años.

Cuando algo dura tantos años en muchos casos ya se espera su fin, y si no le llega se convierte en un clásico.

Es la naturaleza la única que escapa a esa duración, naturaleza duradera como ella sola, sobre todo su Geología.

Es la Biología de casi el 100% de especies inferior a 30 años, su fecha de caducidad es menor, pero también los hay mayores de 30, claro que sí, de 150 incluso...

Es la Geología la que nos enseña que se puede durar miles, millones de años, incluso miles y miles de millones de años, impasible e inmutable como una partícula, como un sol

Me congratulo por la duración de mi cuerpo, cuerpo que ha durado ya más de 3 décadas y que transita impertérrito e inexorable hacia intentar cumplir más.

Me congratulo por la duración general de todo ello, pues hasta ahora no he notado desgaste demasiado claro, más que chapa y pintura, pero sé que estamos programados, obsolescentes...



Mi cuerpo ha durado tantos años, como tantos otros cuerpos hicieron, hacen y harán, mientras a sus cerebros siga fluyendo la necesaria sangra.

El mío y el tuyo quizá han durado lo mismo, quizá menos el mío, quizá más yo y menos tú, pero te deseo cumplir también esos 30, 35, 40...

Sí, chicos y chicas, señores y caballeros, aquí está mi cuerpo, que no será entregado por vosotros como el de aquel INRI, pero que ha durado ya tanto como aquel resucitado.

Me alegro por haber encontrado un cuerpo así donde poder sentirme a gusto, un cuerpo con el que poder correr y saltar, cosa que no muchos pueden hacer a mi edad.

Me alegro por haber encontrado un cuerpo que no duela tan joven, pues muchos sienten dolor insoportable y desean abandonarlo, aún tan jóvenes.

Me alegro por haberlo podido disfrutar y anhelo poder hacerlo mucho tiempo, intacto, más o menos lleno de cicatrices curadas que son sólo recuerdos y no discapacidades.

Me alegro porque mi cuerpo haya durado tantos años, porque aunque mi vieja grabadora, mi walkman o mi televisor ya han superado los 25, aún les queda para alcanzarme...

Sí, chicos, desde aquí doy gracias por que mi cuerpo haya durado 30 años, y me siento preparado para lo que venga, para la chapa y pintura que pueda venir, para más roturas y arreglos.

Siento que otros no puedan decir lo mismo y la felicidad ahí se les agote, pues somos alma, pero sólo en parte insignificante, porque lo que siente es el cuerpo.

Desde aquí, en un día cualquiera de un año cualquiera, a una hora cualquiera a las 20horas y 20minutos me acuerdo de que mi cuerpo ha durado ya 30 años, pienso en multiplicarlos y para adentro sonrío...