El cielo, las estrellas de nuestro verano
El cielo nocturno, sí, esa cosa negra que se ve al mirar hacia arriba cuando estás en la calle (si estás en tu casa lo que se ve es el plafón o la lámpara, y eso no vale; si estás en una ciudad sólo verás eso negro, a veces la luna y poco más, entre la contaminación lumínica y la ambiental; si estás en un pueblo, probablemente distingas unas decenas de estrellas con facilidad e intuyas otros cientos; si estás en el campo, probablemente distingas unos cientos e intuyas casi miles; y si estás en la montaña y muy alejado, habrás recibido un don hoy en día en peligro de muerte: ver el cielo como lo veían hace más de 100 años cuando no había luz eléctrica).
El cielo nocturno es una de esas maravillas que los ojos humanos pueden ver a lo largo de su vida, algo que siempre va a estar ahí a nuestro alcance, aunque no siempre en las mismas condiciones: nubes, luna, miopía, frío, luces, tortícolis, etc., que no nos van a permitir paladearlo como se merece. Uno de los mejores momentos es el verano, cuando el clima nocturno es más benigno y no se precisa ir demasiado abrigados, y de ello os voy a hablar en estos días en que estamos y precisamente hoy, por qué no, será buen momento para observarlo.
En el cielo se pueden ver muchísimas estrellas, planetas, galaxias,
constelaciones, aviones, satélites, cometas y estrellas fugaces, incluso
los quásares, púlsares, agujeros negros y demás cosas invisibles a nuestros ojos
mundanos están ahí aunque no las veamos. Yo me voy a centrar en lo que
se ve a simple vista, pues si cogiéramos un telescopio o prismáticos de
muchos aumentos, probablemente lo que veríamos sería extasiante y
estaría multiplicado por mucho en cantidad y calidad.
Así pues, lo primero es localizar algo localizable, y lo más habitual es buscar la constelación de la Osa Mayor, o el Carro, que está ligeramente inclinado hacia la derecha y consta de cuatro estrellas que forman un cuadrado (caja del carro) y otras tres más o menos en línea curva que parecen tirar de él. Lo veremos mirando al Noroeste y levantando un poco la cabeza. También podemos pensar que es una especie de sartén.
A su derecha y arriba está la Osa menor, que es otro carro más pequeño y situado boca abajo (lo que quedaría abajo es el mango que tira de él). No se suele ver muy bien, y una de sus estrellas es la famosa Estrella Polar, que sería la punta del mango, y que tiene la gran particularidad de que es la única estrella del cielo que siempre está en el mismo lugar y sirve para marcarnos el Norte. No será fácil verla como sí es la Osa Mayor, ya que las únicas estrellas que brillan "en condiciones" son las dos de la izquierda del carro y la propia Polar.
Como truco para localizar la Estrella Polar, podemos utilizar las dos estrellas que quedarían a la derecha de la caja del Carro de la Osa Mayor. Si cogemos la distancia que hay desde la que queda más abajo a la otra, y la extendemos unas 4-5 veces, llegaremos a la Estrella Polar (pero ya digo, es complicado porque no brilla mucho).
Entre medias de las dos constelaciones estaría la cola del Dragón, que es una constelación formada por unas 15 estrellas, que seguirían hacia arriba (la cabeza es un cuadrado), pero al estar formada por tantos puntitos, no es fácil seguir el dibujo.
Aparte de las "Osas", destaca mucho en el cielo una "W" que estaría a la derecha de la Osa Menor, y que ya quedaría más hacia el Este. La veréis muy claramente, y es la constelación de Casiopea. De hecho, dado que la Estrella Polar brilla muy poco, podemos usar a Casiopea para saber más o menos dónde está el Norte (el Norte estaría a su izquierda).
Terminando este lado del cielo, entre la Osa Menor y Casiopea hay una pequeña casita, cuya punta del tejado estaría cerca de la Estrella Polar, es la constelación de Cefeo.
Ahora yo lo que haría es darme la vuelta del todo para mirar al contrario del Carro u Osa Mayor, por tanto miraría hacia el Sur, donde encontraremos 2 de las pocas constelaciones zodiacales fácilmente reconocibles en verano. Antes de nada, y mientras damos despacio la vuelta para no marearnos, haré un pequeño inciso para dar varios datos interesantes:
-Aclaración 1: En el verano del hemisferio norte vemos una parte del cielo, y en el hemisferio sur ven la otra. Cuando las estaciones cambian, en el hemisferio norte vemos la otra parte, y viceversa en el Sur. Por eso, las estrellas y constelaciones van a estar en lugares diferentes o no van a ser visibles en ciertas épocas del año en uno u otro hemisferio (por ejemplo, en invierno aquí vemos la impresionante Orión, pero en verano no podemos o nos cuesta mucho).
-Aclaración 2: Las estrellas en el cielo nocturno también se mueven de posición, por lo que hay que tener en cuenta que la posición de la que hablo es la de las primeras horas después de la puesta de sol. Si se os envenena la noche y habéis bebido demasiado, al mirar al cielo a las tantas de la noche no penséis que estáis mal, es que ¡sí que os han cambiado de sitio las estrellas!
-Curiosidad sobre la Luna: Tarde o temprano, la Luna va a aparecer, molestándonos en nuestra visión de las estrellas. Quizá no hoy, quizá no mañana, pero llegará. Un truco para saber si crece o decrece es aprenderse que "la Luna es mentirosa, y cuando dice Crecer, decrece, y al revés". Así, si la luna parece una C, es que está decreciendo, y si parece una D, es que crece.
-Lluvias de estrellas: cuando la Tierra atraviesa los fragmentos de algún cometa, estos entran en nuestra atmósfera y arden creando esa ilusión de estrella fugaz, produciéndose muchas en poco tiempo, quizá varias a la hora. Las más conocidas son las Perseidas, que se dan alrededor del 10 de agosto y que suelen aparecer cuando miramos en sentido contrario de la Osa Mayor.
-Los planetas: Habitualmente el planeta que se ve al lado de la luna suele ser Venus, conocido como "el lucero del alba", por ser lo único que brilla en el cielo cuando ya no se ven las estrellas al amanecer; pero en muchos otros momentos se pueden ver otros como Marte, Júpiter o incluso Saturno con facilidad, dependiendo de cuánto de cerca estén de la Tierra. Precisamente esta semana podemos ver a Júpiter perfectamente, ya que es lo que más brilla en el cielo, más o menos mirando al Sur, y a su izquierda también estaría Saturno. Más avanzado en la noche, en el Este aparecerá Marte, todo rojo, por lo que a la vez podemos ver a simple vista los tres planetas.
-Constelaciones: Aunque hay muchas que tradicionalmente tienen un nombre, al final son convenciones humanas, por lo que se aceptan y ya está. A estos patrones de estrellas que nos sirven para reconocerlas se les llama "asterismos", y aunque los hay más o menos oficiales, siempre hay diferentes culturas, países o incluso familias que les dan su propio nombre.
Seguimos entonces: Mirando hacia el sur vamos a ver dos constelaciones como son Escorpio (es de las que más claras se ve y quizá la que más se parece a lo que los "locos bebidos que les pusieron nombre" pensaron), que consta de muchísimas estrellas haciendo el cuerpo entero, la cola y las pinzas. La que más brilla de todas está muy clara, y se llama Antares y estaría justo antes de comenzar la cabeza del escorpión.
A su izquierda encontramos Sagitario, que es muy fácil de identificar porque se parece a una casa con tejado dibujada por un niño pequeño (si imaginamos más y añadimos otro par de estrellas que la casa tiene a los lados, se puede parecer a una tetera). A su izquierda, ya casi mirando al Este, deberíamos ver Capricornio y Acuario, y a la derecha de Escorpio también estaría Libra, pero hay que decir que no se parecen mucho a lo que dicen ser, así que serían complicadas de entender.
Añadido a todo esto, tenemos una especie de camino o polvillo blanco que va de lado a lado, más o menos desde el Sur al Norte, o desde Sagitario a Casiopea, y que no es ni más ni menos que nuestra propia galaxia: la Vía Láctea o Camino de Santiago, cruzando el cielo completamente.
Encima de Sagitario y Escorpio estaría Ofiuco (el 13º signo del Zodiaco, que explica por qué el horóscopo basado sólo en 12 se equivocaba tanto...), pero es difícil de reconocer porque estaría justo donde vemos la Vía Láctea.
Ahora yo lo que haría, una vez mirados los cuatro puntos cardinales, es mirar hacia arriba del todo, que también hay varias estrellas interesantes.
Mirando justo encima de nuestras cabezas vamos a ver una estrella que brilla mucho (es la 5ª que más brilla, y estaría en lo que se llama el cénit), y si nos fijamos un poco, forma un triángulo con otras dos (si estiramos el brazo, cada lado del triángulo más o menos tiene de longitud nuestra mano abierta, lo digo por si no localizáis bien las tres estrellas que forman el triángulo). Son conocidas como "Triángulo de Verano" y al estar justo arriba vienen muy bien para orientarse a la hora de encontrar constelaciones.
La estrella que está arriba del todo se llama Vega, y está en la constelación de la Lira. Debajo tiene como cuatro estrellas que forman un cuadrado, que podría ser el cuerpo de un perro, y Vega sería la cabeza, yo creo que es la manera mejor de identificarlas.
Si estamos mirando hacia el Este o el Sur, a la izquierda de Vega en el triángulo tenemos Deneb, que es la que brilla menos de las tres, y que estaría en la constelación del Cisne, que es más bien una flecha o mejor una Cruz, cuya parte de arriba sería justo esta Deneb (tiene a su derecha varias estrellas perpendiculares a ella, que formarían la cruz).
Finalmente, el tercer vértice del triángulo se llama Altair, que es la que estaría más al Sur, y forma una especie de triángulo pequeño con otras, y que en teoría es la constelación del Águila (a saber quién le vio parecido).
Para terminar, a la izquierda de Altair más o menos o un poco por debajo del lado del triángulo que forman Deneb y Altair, veremos una especie de pirámide que tiene a la izquierda el cuadrado y a la derecha la punta. No se ve muy luminosa pero si no la miramos fijamente se verá con claridad, es la constelación del Delfín.
Y en principio, ya está, creo que vais a tener suficiente entretenimiento veraniego, y que tampoco hay que abusar: podéis localizar ya unas 11 constelaciones, 3 planetas y unas 5 estrellas diferentes en la noche de verano para iros entreteniendo. Quizá para la noche de invierno haya que haber un nuevo post, en cualquier caso, si queréis más, un telescopio sería vuestro magnífico regalo de Reyes, pero eso ya será en 2021...
PC: Por supuesto, una visita al Planetario del Parque de las Ciencias de Granada (o al de Murcia, en el que también he estado, pero es más pequeño) os puede ayudar muchísimo a entenderlo, y ahí además sin contaminación lumínica que valga.
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