Hasta los cuernos de la IA
Hay un curioso meme en internet que dice que los hombres piensan varias veces al día en el Imperio Romano. Supongo que serán los historiadores, turistas, arqueólogos o simpatizantes del mismo, porque no veo a tanta gente conversando sobre el tema, la verdad, aunque sí sea cierto que a veces metemos a los romanos hasta en la sopa, dándoles ciertas cualidades de deidad, como cuando decimos que sus puentes son los mejores porque ahí siguen tras 2000 años, cuando los que realmente siguen ahí son los poquísimos que no se han derrumbado aún (esto es un claro sesgo del superviviente), o cuando llamamos "puente romano" a construcciones realizadas hace uno o dos siglos sobre las ruinas o como mucho los cimientos de los que realmente sí lo fueron.
Pues bien, si realmente no es en el Imperio Romano, ¿en qué piensan a menudo los hombres? Pues os lo digo, y sin duda alguna: en la IA, la Inteligencia Artificial, esa cosa que ha llegado para quedarse y que es la panacea, que cambiará el mundo tal y como lo conocemos y que arrasará seguramente con todo, no sabemos si incluso acabando con la especie humana tal y como la conocemos. Que sí, que ha habido avances en la historia que la han cambiado enormemente, sea el fuego, la rueda, las vacunas, la electricidad, internet, etc... pero la IA, por supuesto, es uno de ellos.
Y poco a poco es que está hasta en la sopa, como esa moda de la que todos hablan y que paulatinamente empieza a molestar por su omnipotencia y ubicuidad, pues está en todos lados, en las revistas especializadas en informática, en los periódicos, en las noticias del telediario, en los reportajes de la 2, en las revistas del corazón, que amenaza tu trabajo, que permite que tus alumnos entreguen tareas sin haberlas desarrollado (qué si no, era el Rincón del Vago en su momento, o qué si no, era el sobornar al empollón de la clase para que te los pasara, pero no, ahora lo hace la IA).
¡Incluso yo la he usado ya para escribir dos posts (primero invitando a la IA a escribir un post y luego usándola para crear un test de personalidad), y es que al final no sabemos hacer ya nada sin ella. Incluso ni los creadores, que empiezan a usarla para inspirarse o para rematar ciertas tareas mecánicas. ¡Si la imaginación y la inspiración humana están en mano de la IA, poco de humanas van a tener las obras derivadas de ahí!
Uf, da miedo pensarlo, pero estamos hablando de una herramienta que empieza a coartar al ser humano, y que incluso para lo único en que los humanos podríamos ser superiores a ella, que es ese retorcer el cerebro para crear, empezamos a usarla por desgana, por vagancia, por lo que eso empieza a autolimitarnos, dejando que la IA piense por nosotros, que resuelva los problemas a su manera (adiós a la resolución creativa de problemas, como ya ha pasado con el ajedrez que poco a poco ha ido perdiendo su entropía, su desorden propio de mentes pensando, analizando y llegando a conclusiones precipitadas, a errores al fin y al cabo).
Yo, que la uso ya casi todos los días para darme pie al pensar nuevas tareas, para asegurarme de que voy bien, para encontrar errores que a mí me costarían un buen rato, también estoy hasta el cuerno de la IA, de ese cacharro diabólico que nos hace la vida más fácil, que nos permite hacer nuestro trabajo en menos tiempo, ser más eficientes, salir de bloqueos mentales que no nos dejan pensar, inspirarnos, buscar información en segundos, ordenarla y clasificarla, sí, ¡a quién no le gusta dejar de perder el tiempo en nimiedades o poder utilizarlo en tareas de valor!, sí, ¡estamos hasta el cuerno de la IA!, o... ¿es lo mejor que nos ha pasado y estamos dispuestos a ceder por un lado para ganar por el otro?
En fin, tiempo al tiempo, lo que está claro es que habrá que adaptarse, y de que muchos querrán manejarla para dominar el mundo y aprovechar para extender su ideología y conseguir más poder, eso está claro. Los gobiernos intentarán hacer algo pero llegarán tarde como siempre, y para entonces estarán amenazados los modos de vida de muchos, que se retorcerán inútilmente cuando ya sea imposible solucionar sus problemas, y entonces viviremos en un futuro distópico que llegará, no lo dudéis. Y sí, en unos 20 años será difícil que nadie sea ajeno a la IA, y los que lo seamos, no seremos más que unos sexagenarios reticentes a la tecnología, unos millenials avejentados que serán el último reducto de una sociedad analógica que ya no existe, y que contaremos a sorprendidísimos nacidos en los años 20 del siglo XXI cómo era vivir sin internet y sin la IA, por entonces os lo contaré como abuelo cebolleta si estoy por aquí, y si estáis por ahí para leerme, aunque quizá con la IA ya no haga falta que un humano como yo escriba aquí estas historias en botella, porque quizá TODO esté ya escrito.
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