Mis ídolos deportivos, cerrando una etapa
Los ídolos deportivos, junto con muchos otros ídolos (ya sea cinematográficos, del mundo de la Ciencia, la cultura, las letras o el Nobel de la Paz), son esas personas a las que uno admira con ilusión, defiende con pasión y que hacen que en cierta manera al verlos o saber de sus nuevas hazañas a uno se le hinche el pecho de orgullo sintiendo todo eso como tuyo propio.
Los ídolos son esas personas a las que uno admira y por las que jamás siente, ha sentido ni sentirá envidia, porque simplemente los ama en cierta manera y son tan suyos que incluso rechazaría cualquier acusación a ellos por verídica que fuera.
El idolatrar a alguien suele ser mucho más proclive en la infancia, por lo que la mayor parte de nuestros ídolos en la vida van a ser siempre personas mayores que nosotros, ya que no sé por qué, en cierta manera no es fácil idolatrar a alguien más joven que tú (ya que se entiende aquello de que el joven es el que tiene que aprender de ti o ser tú su modelo, y no a la contra).
Tenemos varios tipos de ídolos según la edad: los primeros modelos de super-humanos que conocemos cuando somos muy pequeños, y que no sólo idolatramos sino que idealizamos y magnificamos ya para siempre; luego llegan otros que conocemos antes o en la adolescencia, y que comienzan a ser verdaderos modelos, no sólo super-humanos, sino realmente y de forma pensada, querríamos ser justo como ellos; luego llegan otros que tienen prácticamente o algo menos de nuestra edad, y quizá en estos casos ya se pierde esa idealización y es más admiración, aunque en cierta manera también se idolatren; finalmente, también podemos idolatrar a gente más joven, pero hay algo en nuestra naturaleza que se opone a ello, permitiéndonos sólo admirarlos a tope, y diríamos que desear que fuesen nuestros hermanos pequeños, hijos o incluso nietos...
Recuerdo mis primeros ídolos deportivos de niñez, que lo serían para toda la vida, allá en los 80 y primeros 90, cuando aún casi ni sabes por qué los idolatras, pero sí sabes bien que ellos son los tuyos, y no otros. Recuerdo que en el ciclismo era más de Perico Delgado que de Induráin (por aquello de que era más veterano y que daba más espectáculo), no sé por qué siempre he tendido a idolatrar a la gente que ya veterana es capaz de permanecer ahí y seguir ganando. El tenis español era un páramo, pero ahí estaba Arantxa para idolatrarla, y también como mujer Blanca Fernández Ochoa y esas primeras hazañas femeninas de nuestro deporte. En el fútbol era del Barça, así que tuve varios de ellos, como Guardiola, Bakero o Stoichkov. En el baloncesto yo era muy de Epi (aunque no llegué a verlo en plenitud) y por ser paisano Andrés Jiménez, en waterpolo de Estiarte y Rollán o en balonmano de Lorenzo Rico, pero ya digo, más o menos todos eran porque ganaban. En el mundo del motor yo era de Aspar o Carlos Sainz, y me caía bien Tarrés y mal Colomer (que venía a quitarle el trono), y en el atletismo de Fermín Cacho, como todos...
Luego fui creciendo y estos primeros ídolos retirándose, y necesitaba otros, otros que aún fueran mayores que yo, y la mayoría los fui conociendo en la adolescencia e incluso alguno (que ya era más admiración que idolatría) incluso recién comenzada la carrera.
En el ciclismo luego fui muy de Carlos Sastre, pero el mío mío era Alejandro Valverde (incluso por delante de Contador que era el que más famoso era). En tenis el mío era Juan Carlos Ferrero, pero se retiró pronto, y mientras fui idolatrando a gente que iba llegando a veterana como Corretja, Moyá o David Ferrer. Por ejemplo con Nadal, que es menor que yo, ya no tengo nada de idolatría, simplemente admiro su enorme carrera, pero sin emoción ni palpitaciones, ni defensa a ultranza. En fútbol fui completamente de Xavi desde que apareció (aunque los focos no eran de él aún), y en parte luego también de Villa e Iniesta (aunque a él sí le llevo unos meses). En baloncesto fui completamente de la "Bomba" Navarro, que justo se retiró este año, y en balonmano sí podría decir que no lo tuve nunca claro: quizá los veteranos Masip, Garralda y Barrufet, y luego cuando llegaron también a mayores, los Juanín García y Alberto Entrerríos. Si miramos un poco más allá, tenemos a Alonso, pero a este simplemente lo admiré, pero sin idolatría. En el atletismo era de Reyes Estévez y Marta Domínguez (aunque a esta ya la desenmascaramos del todo).
Así es la historia, y poco a poco todos hemos cumplido años, por lo que mis ídolos de adolescencia que aún siguen en activo ahora peinan canas o ni siquiera tienen nada que peinar (pues al final como yo, que les sigo 2-3 años por debajo en la edad). ¿Qué pasará luego? Pues no lo sé, llegarán chicos y chicas que admiraré y seguramente me identifique con ellos, pero será otra cosa, será cierta admiración, pero ninguna ferviente idolatría, que para eso la edad poco a poco va relativizando todo y nos hace partícipes de esa misma relatividad.
Mientras tanto, disfrutemos los últimos coletazos de aquellos que vimos comenzar y ahora se baten en retirada, los Gasol, Villa, Raúl Entrerríos, Aginagalde, Gibernau, Hombrados, Valverde, Xavi, Iniesta, Juanín García, Sainz, Alonso, David Ferrer, Feliciano López, Calderón..., sin duda para nuestra generación, ellos y no otros serán aquellos ídolos que tuvimos. Lo que venga después, lo viviremos de otra manera, ni mejor ni peor, pero no será igual, por eso vivamos el momento, porque se está cerrando una etapa...
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