29 octubre, 2020

Residencias privadas, esos antros

 Durante la pandemia de 2020 se puso enormemente el foco sobre las residencias de ancianos en España, donde miles de mayores murieron como moscas debido sobre todo a las deplorables condiciones existentes ahí. Estos meses se han puesto de moda algunos vídeos grabados dentro de esas instituciones, por limpiadoras u otras trabajadoras eventuales que no se arriesgaban a ser despedidas, donde se veían situaciones surrealistas, macabras, inhumanas. 

Una de las cadenas de picar carne anciana más presentes en España es la infausta DomusVi, enorme 'holding' empresarial que gana miles de millones y recibe un 80% de dinero público, pagando por todo ello la exorbitada cantidad del 0% de impuestos en España (ya sabemos, tiene un entramado de empresas que se van prestando unas a otras dinero y que en conclusión hace que la encargada de pagar que sería la matriz, acabe por tener pérdidas, así que pobrecita, que no pague nada, que no tienen... todo ello adornado con paraísos fiscales, departamentos de comunicación que no contestan y premios a sus directivos, entregados por nuestros políticos amantes del abrazo y la foto fáciles). ¿Y quién va ahora a meterse con ellos, a criticarlos o incluso a denunciarlos? Pues eso, calladitos estamos todos más guapos.

 

Hoy me servirá como un ejemplo más de tantas residencias en España, y simplemente os voy a contar algunas experiencias de gente conocida en esta cadena, a la que tarde o temprano alguien debería meter mano: 

-Ancianos que entran con 80 kilos y salud de hierro, y que a los 5 meses pesan 45 kilos y parecen más unos cadáveres que seres humanos

-Familias que visitan diariamente la residencia "para vigilar que las auxiliares hagan su trabajo", más concretamente en este caso era para que dieran a su familiar la alimentación correcta, evitando sus intolerancias, cosa que no hacían cuando no se les vigilaba.

-Ancianos que de repente entran en la residencia y pierden toda noción del tiempo y el espacio, pierden casi toda su movilidad en pocos días, simplemente porque en la residencia les dan tranquilizantes para dormir a un caballo. En palabras de una cuidadora: "vamos, llevaos a este hombre rápido, que se ha tomado las pastillas y en un cuarto de hora no va a poder levantar ni las pestañas".

-Supuestas actuaciones en días de fiesta en las que se baja al patio o al vestíbulo a todos los ancianos y se les sienta en sillas para que el 90% permanezcan arrebujados durmiendo o prácticamente con el conocimiento perdido por tanta medicación. Los familiares ya no verán eso la mayoría, pero luego los carteles de la actividad sí están ahí en mitad, en grande.

-Ancianos tirados en el suelo a los que nadie recoge en horas, supongo que al ser mayores ya no sufrirán al verse así...

-Responsables o encargadas que mienten deliberadamente sobre las actividades a las que acuden los ancianos, actividades necesarias para ellos y su mantenimiento y calidad de vida, pero que luego o no existen o no se preocupan de llevarlos a las mismas.

 -Ancianos que permanecen hacinados todo el día tirados en un sillón sin que nadie les haga caso, con la ropa intercambiada con el vecino, la tele o cualquier entretenimiento apagados, cerrados o anulados.

-Noches en las que sólo hay 2 auxiliares para 120 ancianos en la residencia. Días en los que con los pocos auxiliares que hay por planta es insuficiente y los ancianos sufren pequeños accidentes, caídas o incluso mueren por descuido de sus cuidadores.

-Ancianos con problemas de movilidad a los que se les tiene sin televisión o radio porque "están rotas", y por casualidad que siguen rotas al pasar los meses...

-Supuestos médicos que se encargan de las recetas en la residencia y la medicación, que añaden curiosamente cócteles de Diazepam o Lexatin a lo que deberían estar tomando los ancianos, para que no les molesten demasiado.

-Fisioterapeutas que emplean el 10% del tiempo que habían prometido en recuperar a los que necesitan rehabilitación. Psicólogas que plantean unos impresionantes horarios semanales de trabajo con los ancianos con deterioro cognitivo, que al final se concretan en 15 minutillos en total a la semana, en los que evidentemente se hace poco, nada y menos.

-Entretanto, auxiliares agotadas, niñas recién terminado el grado que no dan abasto, jefecillas sin experiencia alguna presionadas por las directoras, que sólo buscan el dinero fácil, cuanto antes y ante quien sea, cueste lo que cueste y caiga quien caiga o muera quien muera.


Y porque uno no quiere hacer daño ya, pero la lista de tropelías en esta cadena DomusVi es interminable, y ya digo que la culpa al final es de los de siempre, de los que no denuncian, de los que no legislan, de los que no sentencian, todos cómplices del engaño y de la trama que está enriqueciendo a unos pocos, mientras mata a miles y miles de mayores españoles cada año por su dejación, por su inhumana inacción, y mala suerte la llegada de la pandemia, que ha dado al traste con el castillo de naipes, no pasa nada, se recuperarán, acallarán a los críticos y volverán con más fuerza, porque la mala calaña y la maldad en general siempre brotan de nuevo...

Descansen en Paz todos los damnificados por las residencias de ancianos privadas, y ojalá cada vez sean menos.

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