Ganas de hacer algo nuevo

Hoy me he levantado con ganas de hacer algo nuevo. Sí, puede pasar y es algo que os recomiendo: salir de la rutina, cambiar de aires, de paso, salirse un poco de lo que normalmente somos, lo que sabemos y lo que solemos hacer. Ya en su día recomendé algo similar en "Mirando la rutina desde otro prisma", que refresca ideas, que nos da un soplo de optimismo, de creatividad que nos quita el inmovilismo, y hoy, a mí me apetece porque me he levantado quizá con el pie izquierdo, pero bendita pata siniestra.

Total, que aquí me tenéis pensando qué quiero hacer, y pienso que si lo pienso demasiado, al final perderé el impulso de hacer algo que de verdad sea nuevo y renovador, y simplemente haré una pequeña modificación sobre algo existente, un no salirme de la zona de confort, un quiero y no puedo, y no quiero, y sé que puedo...

Así, se me ocurren cosas que podría hacer sin demasiada parafernalia, que tampoco es plan ahora de cambiar de trabajo, de casa, empezar a recibir clases de esgrima o empezar a aprender alemán, que por supuesto todas esas cosas tienen su derecho a existir y a producirse como cambios en cualquier persona, faltaría más, pero pienso en algo fácil, rápido e indoloro, y por supuesto sin trampas: ha de ser nuevo de verdad.

¿Practicar un deporte que no haya practicado nunca, quizá? No se me ocurre ahora algo fácil que no necesite un grupo de gente que no tengo ahora mismo suelto en el bolsillo, pero individualmente podría hacer PadelSurf o Snorkel. A lo mejor aprender a jugar a algún juego de mesa o cartas que no haya jugado nunca (no valdría algo que jugué pero no recuerdo ya cómo se hace), se me ocurre claramente el Go como ejemplo, y no necesitaría más que un simulador de Go (suerte que hoy en día tenemos con internet). Sigamos pensando: quizá hacer una comida que no haya comido nunca, quizá algo exótico como un ceviche (tampoco es que me vuelva loco), un steak tartar o incluso comprar algún insecto de esos que se venden ahora (pero paso de tonterías culinarias como esa). Se me ocurre también ver alguna película que me haya dejado en el tintero, como Harry Potter (aunque tengo ya pensado verlo cuando tenga hijos en edad) o El Señor de los Anillos. Otra opción sería visitar un sitio nuevo, que eso siempre se puede, o un lugar dentro de la ciudad, pero al fin y al cabo el turismo ya lo habríamos hecho así que no cuenta. Por supuesto, ir a un establecimiento que nunca haya ido, como un restaurante exótico que no se me ocurre ninguno ahora o un Escape Room, para lo que necesitaría un grupo más grande y una niñera, claro.

Y siendo ya algo más friki podría intentar hacer alguna tarea con una mano diferente a la habitual (puede que con consecuencias desternillantes, pero quizá es la más rápida y menos apasionante), hacerme un tatuaje o puenting (cosas que duelen a ser posible no), etc...

Así a bote pronto es lo que se me ha ocurrido, pues muchas otras cosas ya las he hecho y otras como viajar al espacio cuestan una pasta que sólo podría ganar invirtiendo bien en BitCoins. En fin, más o menos tengo una lista (en negrita), así que como si fuera una especie de carta a los Reyes que me iré autorregalando o una simple lista de propósitos para año nuevo, aquí queda. Os iré contando mis avances...