22 abril, 2024

El recomendador de libros definitivo, una IA

Más de una vez nos ha pasado a algunos pensar en algún producto que debería existir o que deberían inventar, y hablarlo con alguien que nos contesta: "pero si eso existe, es X tal o cual cosa", y quedarnos nosotros ahí completamente estupefactos pensando cómo diablos no habíamos oído hablar de eso hasta ahora, y cómo podíamos haber vivido sin ello...

Por ejemplo sería esa persona que piensa en una aplicación para el móvil que te diga qué animal o qué planta es uno que tienes delante al hacerle una foto, y que descubre que ya existe. O el que descubre que existen traductores simultáneos de lenguas, o traductores de bebés... en fin, quién sabe cuántos cacharritos o programas informáticos pueden hacer qué.

Esto viene al hilo de que el otro día me enteré de la existencia de un libro que me interesaba, y que había sido publicado y presentado nada más y nada menos que hace 24 años, el año 2000. ¿Cómo no me había enterado hasta ahora de ello? 

El caso es que la imprenta sigue teniendo ejemplares del mismo tras tantos años, dado que en su momento fue una edición bastante cara y que no se le dio excesiva difusión, de lo que doy fe al no haberme enterado, no ya quizá en el momento, sino años después.

Así, se me ocurre que quizá la Inteligencia Artificial aplicada a la venta de libros y a las bibliotecas no debería dejar pasar la oportunidad de poder ofrecer de forma individualizada a cada persona los libros que ya se han publicado y que se ajustarían perfectamente a sus gustos y aficiones. No, no me refiero a un buscador y punto, sino a algo que aprende y es capaz de relacionar todo lo que hasta ahora has leído o consultado, para sugerirte libros que es raro que no tengas en tu lista de leídos o de "en espera de ser leídos" o consultados.

En mi caso, obviamente me habría sugerido este libro, que habría comprado sin dudarlo años atrás y que seguramente compre en unos días, y casi diría que es posible que conozca a varias personas que también lo comprarían si supieran de su existencia, y tiene gracia el tema, porque normalmente muchos son bastante machacones con sus libros que no pensamos comprar a pesar de la presión, siendo en este caso una presión mínima y probablemente demasiado escasa la que se hizo en su momento. Por desgracia, el autor ya falleció, por lo que la buena noticia de que por fin se agotaron los ejemplares nunca le llegará.


 

Y es que pensándolo, no es sólo que cuando eras una adolescente se publicara un libro del que no tuviste conocimiento y más adelante quedó en el olvido, es que podría ser que en el año 1655 se hubiera publicado el libro perfecto para ti, con la información que justo estabas buscando, pero que nunca has oído hablar de él. Ahora la IA lo haría por ti, pensémoslo como una de esas importantes contribuciones que esta tecnología hará, más allá de las apocalípticas, que las dejaremos para otra vez.

Hasta entonces, seguiré pensando ilusionado en todos aquellos libros que jamás oí y que son los mejores que he leído, o que lo serán, o que incluso serán los mejores que "jamás habría leído", de haberlos conocido. ¿Por qué no hacer que todos podamos conocer lo mejor para nosotros antes de irnos de este mundo? Sería un poco al revés de cuando digo: "lo que tengas que decir dilo, porque si no, puede perderse", en este caso siendo "lo que tengas que leer, léelo, porque si no, eso que no te llevas", pero claro, si no sabes que existe, es imposible. Ahí entra la IA.

Otro día os cuento si al final me lo compro o no, que por entonces valía 5000 pesetas que equivaldrían a 50-60 euros de hoy, siendo el precio actual de venta al público de 30 euros de nada, por lo que merecería la pena. Tiempo al tiempo y tocho a la estantería...

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