25 octubre, 2024

Maximiano de Huertas y familia

Continuando con esta involuntaria serie de artículos que poco a poco crece, hoy vamos a hablar de un personaje mucho más antiguo que los anteriores, ya que vivió durante el siglo XVIII, por lo que nadie recuerda ya nada de él, aunque sí dejó su presencia en cierta documentación de la época a partir de la que he extraído la información para esta pequeña y humilde biografía.

Francisco Bonoso Maximiano de Huertas nace el 6 de julio de 1700 en la calle Pozo Tejero de Porcuna, siendo hijo de Juan Güertas Zumaquero y María Josefa Arroyo. Fue bautizado 8 días después por el presbítero Gabriel Clavero Bommás (descendiente de la familia de los bonmanses, de los que aún hoy día los mayores recuerdan que hubo durante siglos una calle con ese nombre, hoy llamada Donantes de Sangre). Maximiano era mi abuelo 9º (es decir: tatarabuelo del tatarabuelo de mi abuelo).

Su bisabuelo Alonso de Huertas llegó a Porcuna a principios del siglo XVII desde Alcocer (Guadalajara), casándose en 1605 con María Gutiérrez Delgado y llegando su descendencia a la época actual, manteniendo el apellido en algunas familias.

Maximiano de Huertas se casó en Porcuna el 24 de febrero de 1720 con Ana María Ramírez, teniendo 6 hijos (Juan, María Josefa, Francisca Tomasa, Rosa, Manuel y Luis José), de los que sobrevivieron sólo cuatro.

En el Catastro de Ensenada de 1752 figura como maestro alarife, participando en la realización del mismo a la hora de comprobar y reconocer tierras, heredades y edificios, junto a otros peritos como Blas Delgado Serrano, Manuel González de Uclés o Francisco de Padilla. Así, trabajó durante 10 días por los que cobró un total de 40 reales. 

También en este Catastro aparece como vecino de la calle del Potro (la actual calle Colón, al lado de la Plaza de Andalucía), estando casado y con cuatro hijos, tres de ellos varones y todos menores de edad. Sus propiedades eran dos casas, cinco celemines de campiña, una jumenta, una crianza y nueve fanegas de campiña en arrendamiento.

Tres años después participa en la reconstrucción del pueblo tras el terremoto de Lisboa del 1 de noviembre de 1755, como así consta en un testimonio enviado al gobernador del Consejo de Castilla por los escribanos del Ayuntamiento, Antonio de Baamonde y Manuel García Madueño, donde indican que muchos edificios han sido dañados, y que se mandó que "se buscasen los peones que se necesitasen, juntamente con Maximiano de Huertas, Maestro alarife, y que recogiesen y limpiasen la carrera de todas las piedras que a ella habían caído de dicho Castillo".


 

Dos de sus nietos fueron conocidos arquitectos emigrados a América, tras formarse en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid):

-Por un lado tenemos a Tomás Toribio de Huertas, hijo de su hija Francisca Tomasa y del también maestro alarife Antonio Toribio, que desarrolló su carrera en Uruguay, principalmente en la Montevideo colonial.

-Por otro lado tenemos a Luis de Huertas Toribio, hijo de su hijo Juan que también era alarife, que desarrolló su carrera en San Juan de Puerto Rico.

Maximiano de Huertas queda viudo en 1766 y fallece en Porcuna el 3 de octubre de 1777 a los 77 años de edad.

Tantos años después no se le recuerda, a pesar de tener cientos o miles de descendientes hoy día en Porcuna o América, pero sí que su bagaje como maestro alarife y la continuación de su trabajo realizada por las siguientes generaciones hace que podamos valorar su importancia.

Como en el resto de casos, si llega más información a mi poder la iré ampliando...


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