21 diciembre, 2024

La lotería del 22, en Navidad

Diría que es casi un récord lo de hoy (que se refiere al día en el que empecé a escribir estas letras, que formaban parte del cuarto post que escribía ese día, 12 de diciembre de 2024, un récord sí), pero no por ello hay que parar, pues quién sabe cuándo volverán a tocar las musas sus campanillas.

Primero fueron las criptomonedas por haber mirado la app de criptomonedas, luego las entradas demasiado largas al ver la de las criptomonedas, y después la de los miotomos por haber comido atún ese día... Día bien aprovechado que no se puede decir que fuese un día de vacaciones y de aventuras, pero en cualquier esquinilla puede uno "rascar" una entrada para el blog, si se fija, si mira donde debe mirar, y si las ganas y sobre todo la vorágine diaria se lo permiten.

Hoy, como cuarto post escrito ese día, vamos a hablar de la Lotería de Navidad (más que nada, porque he hecho una búsqueda rápida y no había dedicado nunca un post a ella directamente, aunque sí la había nombrado una docena de veces).

Lo que en España llamamos Lotería de Navidad es un sorteo que se celebra todos los años en Madrid con unos bombos centenarios y unos premios que son cantados por los niños de San Ildefonso, un colegio de la zona en el que la nacionalidad del 90% de los abuelos parece no ser española. Algo muy tradicional, algo muy nuestro como la Navidad, como el anuncio de la Lotería que todos los años intenta rizar el rizo (a pesar de soler salir un calvo) para embriagarnos y persuadirnos para comprar más y más décimos, esas décimas partes de los billetes de lotería, lo que llamamos también una "serie".

Los números posibles son del 0 al 99.999, y se pueden comprar por internet en numerosísimas páginas y también en las administraciones, algunas tan famosas como los "El gato negro" que hay en todas las ciudades y las más castizas y propias como "Doña Manolita" o "La bruxa d'or", que de algún premio azaroso y una buena estrategia de marketing hicieron un imperio, vendiendo gran parte de toda la lotería a nivel nacional (y por tanto y por aquello de que la estadística es una diosa caprichosa, consiguiendo a menudo muchos premios, que los incautos dan como "milagrosa casualidad", sin ser nada más allá que "lo normal del hecho probabilístico). También es habitual que las asociaciones, cofradías y demás, hagan participaciones para vender por ejemplo 10 participaciones de un décimo a 2,50 euros, llevándose esos 5 euros al bolsillo por décimo.

 

Todo ello conforma una mística que le da bastante magia al día, con esos cánticos por la radio "ciento cincuenta miiiiiil pesetas", o "miiiiiil eurooooos", que generación tras generación hemos disfrutado, y luego visto en las televisiones que corren en manada a los pueblos donde se dice que ha caído el premio, el tercero, un quinto, la pedrea, lo que sea... Y por supuesto ¡El Gordo!, los 400.000 euros al décimo de los que Hacienda se lleva un pico, y los que salen diciendo que el "pellizco" les va a servir para tapar agujeros (ya sabemos: hipoteca, coche, estudios de los niños, arreglillos en la casa, etc.), una alegría que hace destapar botellas de cava extremeño y de champán catalán, y que incluso a los que sólo van de mirones les hace esbozar una sonrisa.

¿A partir de ahí? Pues una millonada para las arcas del Estado y un día de ilusión (y semanas previas) para tantos, que finalmente queda en "el día de la Salud" para los que al menos tienen salud (que otros ni siquiera).

En mi caso, no vengo de una familia con gran tradición lotera, pero cuando he tenido mis propios ingresos y familia, siempre he comprado algo, una media de 40€, que es irrisorio respecto a lo que gastan otros, pero que dado que no suelo tener suerte en el azar, me parece coherente, aun a sabiendas de que la intuición me dice que es endiabladamente difícil que me toque alguna vez algo. Aparte, juego a no jugar, lo que quiere decir que algún día va a tocar algo gordo a los de mi alrededor y seguramente me la ofrecieron, pero es que no se puede estar comprando todo el día lotería, más quisieran las cofradías, y así termino este párrafo con rima.

Total, que este año juego la friolera de 22€ de lotería (la mayoría al número 22411), y espero que como el pasado año me tocó la pedrea, este año sea un quinto premio al menos, que me vendrá bien para tapar agujeros, "literalmente", literalmente bien usada la palabra.

Que Dios y los bombos repartan suerte, y cuando escuchéis vuestro número y lo comprobéis luego en la lista oficial del sorteo, no os volváis locos ante los cantos de sirena de vuestro "angelito malo" o del director del Banco Hispanoamericano, pensad y repensad, porque seguramente nos os veréis en otra. Invertidlo bien y con cabeza, que todos ven muy fácil inversión con el dinero de los demás, y simplemente y como siempre pasa, que sí, que si no hay suerte, que haya salud, y que amanezca, que no es poco...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo que le faltaba al sanchismo....¿Tongo en la loteria de navidad?