21 enero, 2025

Pendientes de prohibir

Mira que hace tiempo que estamos viendo la deriva o fiebre prohibitoria en la sociedad actual, tanto que a muchos les empieza a sonar a "dictadura", ya que el periodo de 40 años que pasamos "prohibidos" y luego dio lugar a la libertad y apertura relativa de los 80 y los 90 ha acabado continuando con esa manía sigloveintiunera de controlar todo y de poner puertas a todo, por el qué dirán, por el buenismo, pero claro, prohibir sin prohibir lo que nos permite forrarnos, eso por supuesto.

Y entre medias, uno se puede ir dando cuenta de que hay cantidad de cosas que nos hacen la vida peor a las personas y que siguen sin ser prohibidas, cuando realmente son las que tendrían que desaparecer, ya sea por nocivas para nosotros o para la naturaleza. Ejemplos hay unos cuantos, y os paso una de mis habituales pequeñas listillas ilustrativas en plan "hombre gritando a una nube", para que os hagáis una idea:

-Calentar la calle con estufas: no tiene sentido calentar la calle, y es lo más ineficiente posible, lo miremos como lo miremos, aunque se esgrime la salvación de la hostelería como necesidad, causa que hace rasgarse las vestiduras a los más pintados, sí, la hostelería, esa que nos llena de ruidos las calles, que ocupa nuestras aceras echándonos a la calzada, que reduce las plazas de aparcamiento con sus terrazas. No, no digo que no haya que dar confort a los clientes, pero el invierno es el invierno y el verano el verano, y también hay soluciones más eficientes energéticamente.


 

-Los SUV: en general para los vehículos pesados y contaminantes que ahora llenan nuestras calles, que muchos son unos feos mamotretos, demasiado altos y peligrosos al no ser posible ver bien lo que hay alrededor de ellos para sus conductores, y porque otros coches quedan por debajo al chocar con ellos, y por supuesto que gastan lo que no está escrito.

-Los petardos: probablemente se pueda hacer extensivo a todo tipo de pirotecnia, pero santifiquemos las fiestas y aceptemos al menos los fuegos artificiales de fin de feria y alguna de las mascletás de las fallas, pero poco más. Son muy molestos, nos explotan los tímpanos, vuelven locos a los perros (y aunque no importe mucho, a los ancianos y a los niños pequeños, no digo ya a los altamente sensibles o a los autistas, pero bueno, da igual, pensemos sólo en los perros). Y aparte están los que los tiran, que muy buena cabeza no tienen (y sus padres, claro). Mención especial para las "bombetas", tan peligrosas que no deberían usarlas menores de 8 años, justo los que las usan, gente con uso de razón, claro.

-Letreros luminosos que parpadean: esto no es Las Vegas, no tenemos por qué emitir tanta contaminación lumínica ni molestar a nadie para que le dé un ataque epiléptico al salir a la calle o a su balcón. Ya se ve perfectamente tu local, tu farmacia, tu clínica, tu asadero de pollos, no hace falta que nos hagas estallar las retinas.


 

-El tabaco: ya tardan hace mucho tiempo, pero es que es mucha pasta. No se debería poder fumar en la calle, y punto. Ya lo de permitir fumar todavía en las terrazas de los bares o en los parques es de locos, de una sociedad enferma que no piensa ni remotamente en los demás, no te digo ya los padres que van fumando llevando un carrito de bebé, pero pensad en los perros, les estáis haciendo fumadores pasivos... A ver si así. 

-Altavoces de Navidad o romerías: similar a lo de los letreros luminosos. No hay por qué calentarle la cabeza a los que no quieren participar en estas cosas, no hay por qué reventarles los oídos con música machacona las 50 horas del día, sean villancicos o sevillanas (imaginad la locura que es estar trabajando en un local y tener que estar toda la santa jornada escuchando la misma melodía que a nosotros que pasamos dos minutos nos alegra, pero que para ellos es una tortura). No, no pasa nada por un rato, y para eso están, pero por lo que más queráis, dejad de torturarnos.

-Las gominolas de petróleo (parafraseando el nombre de un famoso blog, y tomándome la licencia, porque estas en realidad son mucho más inocuas que todas las anteriores de la lista): son trozos de goma con azúcar, saludables cero, sin sentido más allá de ese azúcar de calorías vacías que llevan por encima, pero con el que vuelven tarumbas a los que consiguen enganchar. Podrían vender cartón con azúcar por encima, que lo seguirían comprando y forrándose algunos. Si están por prohibir las bebidas azucaradas y energéticas, este tipo de chucherías tendrían que ir detrás.

 

Todas estas prohibiciones y muchas más, nos harían a todos la vida mucho mejor, no sé a qué esperan, pero también os digo que ninguna de ellas tardará mucho, pues va nuestra cordura en ello. ¿Y tú, qué tienes pendiente de prohibir?


No hay comentarios: