Típico balance del año acabado (Año 2)

Acordándome de que el año pasado hice algo parecido, pues me he dicho: ¿por qué no?, y aquí están estas letras.

Si el año pasado dije que 2006 había sido bastante bueno gracias a las personas, 2007 no se ha quedado atrás. Tendría que hablar de tres-cuatro personas concretas que lo han marcado más, por una cosa o por otra: amor, amistad masculina, femenina... Tampoco este año daré nombres, porque total, las relaciones humanas ya sabemos lo volátiles que son. Cuando lleguemos al final de todo este largo camino de la vida, quizá podremos darlos, sabiendo realmente la huella que dejó cada uno.

Personalmente, reconozco que ha sido otro buen año. Eso sí, he vuelto a tomar cientos de decisiones equivocadas, y las acertadas las puedo contar con los dedos de las manos de un manco; pero creo que en definitiva, es bueno tomar decisiones que influyan en tu futuro, porque estamos aquí para actuar, no para quedarnos parados. Añadiré que también lloré algo, aunque no tanto como en 2006. Eso sí, reír, reí mucho, infinitamente más que el año pasado, y en muchos momentos no fue ya por el chiste concreto, sino de felicidad por pequeñas cosas buenas que estaban pasando. Finalmente, diré que volví a sorprenderme haciendo gala de algunas de mis virtudes; eso sí, volví a repetir machaconamente los defectos, que podría paliar seguro, aunque bueno, los defectos están para que nunca nos creamos dioses.

Para qué enrollarse más. Espero que para todos, 2008 esté a la altura, y rivalice con los dos años anteriores, y a ser posible los supere, en felicidad, en salud, en amor, en trabajo... ya se sabe, los verdaderos grandes problemas de las personas, no en los que los medios nos quieren hacer pensar.

¡Feliz 2008 a todo el mundo!