Fallos que todos cometemos, a reírse de uno mismo.

He visto a una de las chicas listas de mi clase, con 14 años, preguntando cómo era posible que el río Nilo fluyese hacia arriba.
He visto a 15 diplomados, multilicenciados e incluso doctorados aclamarme admirados y llamarme "la calculadora humana" porque en menos de 3 segundos sabía el resultado de dividir 4 entre 5.
He visto a un futuro hijo predilecto y doctor honoris causa, tomar por verdadero un vídeo que apoyaba (de cachondeo) la teoría de la conspiración de la llegada del hombre a la Luna.
He visto al mejor entrenador del mundo cambiar a un rato del final a su mejor jugador en una final de baloncesto, y perder por ello.
He visto a una persona con Cociente Intelectual mayor de 130 usar una de esas pulseras power balance.
He visto a un cineasta español intentando meter un Compact Disc en un vídeo VHS.
He escuchado discutir a estudiantes universitarios sobre si Osetia del Norte es un país.

Y tantas y tantas que podría recopilar en algún tiempo si no estuviera haciendo este post sobre la marcha...


¿Y sabéis por qué me puedo reír tranquilo de ellos?

Pues porque...

-Cuanto tenía 1 año creía que la gomaespuma de mi carricoche era comida (y la mordía).
-A los 2 años llamaba "mangacolas" e incluso "cocacolas" a las amapolas (¿estaría influenciado ya por la publicidad?)
-A los 3 años creí a mi padre cuando me dijo que estaba calvo porque le habían pelado en la mili (supuse desde entonces lo bien que pelaban en la mili, tanto, que era para siempre...)
-A los 4 años creía que cuando un guión de una película requería que alguien muriera, avisaban a una persona que quisiese suicidarse, y que entonces los muertos del cine eran de verdad (se ve que veía más de una película para mayores de 18 años)
-A los 5 años, un señor llamado Jorge que se parecía a Fernando Esteso, me dijo que se había descubierto un planeta más allá de Plutón, llamado Tritón, y me lo creí (¡yo qué iba a saber que luego incluso Plutón tampoco lo era...)
-A los 6 años no sabía qué "XIX" era un número romano, así que leía el título de un libro que había en mi casa como: "El siglo xixprogresista y colonialista". (Como la peli Malcolm 10, vamos...)
-A los 7 años no sabía lo que era un colorín. (para ser de pueblo, flojito...)
-A los 8 años pensaba que Caracas era la capital de México. (¿qué sentido iba a tener que la capital de un país tenga el mismo nombre del país...?)
-A los 9 años pensaba que "tiempo oficioso" era un tiempo muy bueno (porque al acabar los 100 metros lisos siempre el comentarista lo decía)
-A los 10 años al ver unas viñetas de mi libro de inglés de 6º recién comprado, traduje: "Hello, come in", como "Hola, come dentro" (se ve que supuse que al que llamó a la puerta le invitaban a comer...)
-A los 11 años pensaba que "Rita la cantaora" existía de verdad y había regalado un carrillo a mi madre (si ella me decía eso de broma, ¿por qué iba a ser mentira?)
-A los 12 años pensaba que "Shareware" era el nombre de mi ordenador (al poner el Tetris decía no sé qué de "Shareware no debería...", cuando sólo se refería a licencias de software)
-A los 13 años no sabía tirarme de cabeza a la piscina, y tuve que tirarme "a bomba" al empezar una carrera.
-A los 16 años no sabía patinar sobre hielo (ni sobre nada) (aunque acabé aprendiendo en una hora a base de caídas en Huesca)
-A los 19 años un compañero se hizo pasar por una chica en un chat y acabé quedando con ella, aunque me advirtió a tiempo. (recuerdo que en un papelito me dijo: "Javi, no vayas a la cita de esta noche")
-A los 24 años me creí a un compañero de universidad cuando sobre la clase de ese viernes me dijo que iba a ir "su prima de Cuenca". (sí, qué pasa, no había escuchado eso nunca).
-Y hoy, aún hoy: no sé hacer el nudo de una corbata, no sé exactamente lo que es un bosón, no sé coser un botón, no sé silbar metiéndome los dedos, etc, etc, etc...

Paro ya, porque se me hace esto muy largo, pero es increíble la de tonterías, la de fallos que tenemos a lo largo de nuestra vida. Sobre todo cuando somos pequeños, las cagadas son graciosísimas. Si ahora siguiera, tendría para dedicar un blog entero, seguro...

Por Cierto: Aprovecho para felicitar por su cumpleaños de hoy al otro chico que se enamoró de la niña que vino de Caracas (que cuando yo tenía 8 años y ahora también, es la capital de Venezuela)