7 años ya, y sin fin conocido
Como ya hice cuando cumplió 1 año, 2 años, 3 años, 4 años, 5 años, y 6 años, de nuevo felicito el cumpleaños a esta bitácora llamada "Los
Mensajes de mi Botella", con el mismo título y la misma URL que en esas ocasiones. Nuevamente no añadiré mucho más, será un cumpleaños sencillo. Sólo recordar esa filosofía de lanzar mensajes al mar, para que los lea quien quiera, sea lobo de mar, sirenita o se llame Bob Esponja, no importa.
Este
año es el séptimo ya, el primero con tilde, y sin duda veo que los años han ido pasando, y como siempre hacia adelante, nunca hacia atrás, curiosa habilidad esa, la del tiempo. Del autor de hace 7 años queda mucho aún, incluso tengo el mismo teléfono móvil que no se rompe ni a martillazos, y al que prometo que si cumple 10 años lo lanzaré desde un segundo piso para probar si de verdad es inmortal. Ni él lo es seguro...
Y como siempre, no me quiero ir sin recordar algo que todo ser humano debería tener presente desde la cuna, para poder poner así cualquier minúscula granito de arena en el devenir de nuestra humanidad, por poco que sea. Apuntadlo para que no se os olvide: si
tenéis algo que decir, algo que contar, algo que expresar, decirlo,
contadlo, expresadlo, porque si no lo hacéis vosotros, quizá nadie
lo hará, y se pierde...
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