10 abril, 2019

Trece y a ver si crece

Como cada primera decena de abril, hoy es un día de celebración, porque esta botella cumple años en el mar, nada menos que trece, mal número si no crece, o "a ver si crece", que ya son muchos de calendario, de memoria, de vivencias e incluso demasiados para perros y gatos que nacieron con él y que muchos se van yendo por culpa de aquello de los "un año de perro son siete de humanos".

A veces me he enrollado con discursos carpetovetónicos coyunturales, o quizá piramidales, pero esta vez no lo haré, pues no es un tiempo dado a los discursos, ya que los postmillenials apenas leen 3 párrafos de cualquier artículo, así que si tiene más de 10 párrafos no leerán ni un tercio, así, a salto de mata, como quien no quiere la cosa, o como quien no quiere enterarse de la cosa, ni entender ni recordar luego nada, porque todo consiste en correr, en ver sin mirar, en oír sin escuchar, porque hoy en día ya no hay tiempo para leer ni un mísero blog, no te digo ya una nivola unamuniesca...



En fin, como ya hice los últimos 12 años (1 año, 2 años, 3 años, 4 años, 5 años, 6 años, 7 años, 8 años, 9 años, 10 años, 11 años y 12 años), os doy las gracias a todos, lectores, comentadores, amigos, sin olvidar la máxima que siempre os recuerdo y que os responsabiliza por aquello que hay en esas cabecitas que algún día ha de comerse la tierra: si tenéis algo que decir, algo que contar, hacedlo, porque si no lo hacéis vosotros, nadie lo hará, y se pierde...

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