Perdonar y también olvidar
"Yo perdono, pero no olvido", frase esta tan manida en aquello de las afrentas, las disputas, las guerras o los encontronazos. Uno se siente traicionado, quizá vilipendiado, defenestrado o ridiculizado; quizá el otro es culpable, quizá no. El dolido deja pasar el tiempo, y el tiempo va curando, de forma que de alguna manera encuentra dentro de sí la fuerza para perdonar, y así lo expresa: perdonando, pero nunca será posible (sin mediar alzheimer) olvidarlo, no ya física o neuronalmente hablando, sino olvidar que sucedió, en un verdadero "pelillos a la mar".
Es humano también el nunca perdonar lo recibido, a sabiendas de que el que te ha hecho algo malo una vez, está más capacitado para repetirlo que el que nunca te hirió. Es casi lógico evitarlo evitando a la persona, es tan natural como simplemente dejarla ir lejos de tu círculo cercano, allá donde no pueda volver a hacerte daño. Eso es no perdonar, incluso aunque el otro intente acercamientos ya imposibles, porque algo te dice que jamás debes hacerlo.
Por supuesto que también en el vasto corazón humano existe el perdón, y tantos hay que sorprendentemente dicen haber perdonado a sus maltratadores, a sus captores, a los asesinos de su familia, a sus acosadores, a sus agresores o a sus ladrones. ¿Saben estos realmente qué están queriendo decir con "perdonar"?
Como inciso, decir que con "perdonar" nos referimos a ser capaces de dejar sin castigo o sin venganza una acción, de manera que una relación siga igual que antes y la ofensa jamás repercuta en el futuro. Se podría decir al igual que diciendo la verdad, que sólo los niños, los borrachos y los tontos, perdonan de verdad, al igual que dicen la ídem.
Personalmente me creo con cierta autoridad para hablar de esto, pues de naturaleza soy raro, ya que yo no sólo perdono sino que olvido (cosas de una infantil mala memoria selectiva gracias a la que el ser humano ha llegado hasta aquí sin exterminarse milagrosamente nunca). Creo que a lo que muchos llaman "perdono pero no olvido" es simplemente un eufemismo para decir que en cierta manera nunca van a olvidarse de lo que les han hecho, y por tanto jamás van a actuar igual, lo que también en cierta manera es una forma de no perdonar, pues ahí el perdón es simplemente una palabra. "Por favor, dame tu perdón", y tú simplemente dices "toma", pero una palabra es, y por los actos se conoce si hay verdadero perdón, cuando realmente hay veces que el perdón no existe.
¿Puede alguien perdonar el asesinato de toda su familia? ¿Puede alguien perdonar al que le acosó durante 8 años en la escuela? ¿Puede un preso que pasó 20 años sin ser culpable perdonar al sistema? ¿Puede una persona perdonar al que la maltrató durante 10 años casi hasta la muerte? ¿Puede un secuestrado perdonar a los que lo tuvieron 2 años en un zulo? ¿Puede perdonarse a alguien que te lo ha quitado todo? Lo dudo, se puede aprender a vivir con ello, sabiendo que lo perdido jamás se volverá a recuperar, y siendo inteligente para darse cuenta de que por delante tenemos sólo un suspiro y no podemos perderlo lamentándonos o atenazándonos por la falta de perdón.
Es curioso, porque sí que hay gente que nos sorprende por ello, que sueltan la manida frase de marras que a cualquiera desarmaría escuchándola de personas que han sufrido tanto y que deberían odiar a muerte a los que les hicieron mal. Yo no estoy dentro de ellas, pero realmente diría que no es perdón, sino una coraza de cemento con la que han enterrado esa central nuclear de sentimientos, para siempre... inteligentes ellos que saben que es la única manera de poder seguir adelante y disfrutar de lo que venga. Otra lectura sería que ese "verdadero y sorprendente perdón" es una manera de vengarse (y por tanto de no perdonar), no poniéndose a la altura del que les ofendió y situándose en un escalón moral por encima de ellos, ya que si lo pensamos, con el ojo por ojo al final nos convertimos en lo mismo, víctima y agresor, y en este caso, al hacer creer que no lo tenemos en cuenta hacemos un "no hay mayor desprecio que no hacer aprecio", por lo que sí, incluso perdonando de verdad, estarían no perdonando (paradoja que nos deja sin opción a perdón real).
Y como consejo, acabo: si perdonar supone para ti una catarsis, un escapar de tu aflicción, un olvidar por fin lo pasado: perdona, y sigue como si nada; pero si te es imposible olvidar lo que te hicieron, entonces algo en el fondo de tu corazón te dice que jamás puede existir el perdón total, porque hay cosas que simplemente son imperdonables, así que sólo te queda decidir, en mayor o menor medida, cómo será tu venganza, si es que la ha de haber, o si es que será un simple "no hacer aprecio", y por supuesto estarás en tu completo derecho.
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